Cataluña vuelve a ser la comunidad más beneficiada por las entregas a cuentas del sistema de financiación. La que más dinero ha recibido. Hasta noviembre, y según los datos que el Ministerio de Hacienda ha publicado este miércoles, la región ha percibido más de 21.300 millones de euros.
Se trata de un sensible incremento respecto a los 19.187 millones del año pasado y, además, un 18,8% del total de 113.000 millones que el Gobierno ha repartido por este concepto. Después de Cataluña se encuentra Andalucía, que se queda muy cerca con 21.100 millones, y ya más lejos se ubica la Comunidad de Madrid con algo menos de 15.800 millones.
La Comunidad Valenciana, por su parte, ha recibido 10.500 millones, mientras que Galicia roza los 8.000 millones y Castilla y León los 7.000 millones. En los últimos puestos se encuentran La Rioja, con poco más de 1.000 millones, Cantabria (1.962 millones) e Islas Baleares, con 2.200 millones. Hacienda recuerda que, con estas entregas, "da cumplimiento al sistema de financiación autonómica, que opera mediante unas entregas a cuenta de los recursos tributarios que se estima se ingresarán a lo largo del ejercicio en concepto de IRPF [la tarifa autonómica] y los porcentajes que marca la ley que les corresponde del IVA e Impuestos Especiales y que el Estado central adelanta".
Los datos del departamento de María Jesús Montero, por lo tanto, chocan directamente con el discurso independentista sobre la infrafinanciación que, según su relato, sufre Cataluña. Y lo incierto de esa afirmación no hace más que confirmarse cuando se acude a las estimaciones que, anualmente, hace el director de Fedea y uno de mayores expertos en financiación autonómica, Ángel de la Fuente.
"Cataluña siempre ha estado en torno a la media. En 2020 [aplicando el indicador de financiación efectiva por habitante ajustad] estaba en 101,9. Es complicado argumentar que estás siendo maltratado cuando estás en la media, o un poco por encima", explicaba en una entrevista en EL MUNDO.
Pero a pesar de ello, el Gobierno de Pedro Sánchez ha ofrecido un tratamiento diferencial a la comunidad catalana, con una negociación biltareal de la que no gozan el resto de regiones de régimen común y una quita que, si bien se prevé a aplicar al conjunto de autonomías, ha sido ofrecido preferencialmente y pactado con el independentismo catalán.