PSOE y Junts preparan ya sus encuentros en Ginebra en los que una organización hará de verificador internacional

El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, junto al número 3 del PSOE, Santos Cerdán, el pasado lunes.
El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, junto al número 3 del PSOE, Santos Cerdán, el pasado lunes.
PSOE EFE
El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, junto al número 3 del PSOE, Santos Cerdán, el pasado lunes.

Relator, verificador o acompañante. Son los sinónimos que ha utilizado el PSOE para referirse a la figura que supervisará las reuniones entre los socialistas y Junts que tienen previsto acometer en Bruselas próximamente y que finalmente ejercerá una organización independiente que compruebe los avances que se puedan producir y de los que dependerá la estabilidad de la legislatura. En un primer momento, fuentes socialistas avanzaron que la primera reunión entre la formación de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Carles Puigdemont, expresident de la Generalitat ahora fugado de la Justicia, se produciría esta semana aunque finalmente recularon y no se ponen horizonte temporal alguno.

La figura del verificador es uno de los puntos, además de la aprobación de la ley de amnistía, en los que el PSOE se ha visto obligado a ceder para mantener la Presidencia del Gobierno. Porque los socialistas no estaban por la labor de que alguien externo a ambos partidos supervisase las conversaciones que se llevarán a cabo. Sin embargo y al igual que la aplicación futura de la medida de gracia, el presidente hace ahora suya la propuesta. 

El viernes, sin ir más lejos, la amparó en una conversación informal con periodistas en el avión que les traía de vuelta de Egipto porque puede ayudar, dijo, a limar la "desconfianza" entre ambas formaciones. Cabe recordar que la pasada legislatura Junts estaba fuera de juego, políticamente hablando, y ahora ha votado a favor de investir al presidente. Fuentes socialistas incidían este domingo en las posiciones antagónicas de PSOE y Junts, que quedaron reflejadas en el pacto firmado hace pocas semanas: los 'junteros' apuestan por el referéndum de autodeterminación -ahora, eso sí, dentro de la Constitución, de la que invocan el artículo 92- y el PSOE, por desarrollar el Estatut de 2006.

Pues bien, ese "acompañante" -como lo definió el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños- será una organización internacional, cuyo nombre se desconoce. ERC, rival de Junts y otra de las patas necesarias en la mayoría de la investidura, comunicó a principios de este mes que el PSOE habría aceptado al menos el nombre de dos organizaciones, aunque tampoco desvelaron el nombre. Una de las líderes republicanas, Marta Rovira, reside en Suiza, donde se prevé celebrar la primera reunión entre PSOE y Junts, aunque no está previsto que asista.

La delegación del PSOE la encabezará el secretario de Organización, Santos Cerdán, según avanzó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante su viaje a Israel y Palestina en conversación informal con los periodistas. El 'número tres' del PSOE ya estuvo al frente de la negociación con Junts y se trasladó a Bruselas durante varios días para cerrar definitivamente el pacto.

El acuerdo firmado entonces contempla una mecanismo de verificación internacional encargado de "acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue". Después de la firma, desde Junts desvelaron que las reuniones se llevarán a cabo fuera de España, se realizarán mensualmente y en ellas participará el expresidente catalán, Carles Puigdemont, que lleva seis años en Bélgica huido de la justicia española.

En todo caso avanzan que llevarán estas conversaciones con discreción y comunicarán los acuerdos cuando se produzcan, pero no cuentan con hacer públicas las actas de cada encuentro. Tampoco avanzan si ven posibilidades de que se produzcan acuerdos en el corto plazo. Más bien señalan que lo más probable es que sean conversaciones de largo recorrido a partir de los puntos recogidos en el texto del acuerdo.

Como un notario

En una entrevista reciente en El Diario, Cerdán ya señaló que veía la figura del verificador internacional "como un notario" cuya función será registrar los acuerdos y verificar que se cumplan.

Además se mostró partidario de no hacer publica la identidad de las personas que formen parte de este mecanismo, para protegerlas, según indicó y porque quienes hacen ese tipo de labores suelen permanecer en el anonimato, según defendió. "Lo importante no es quién va a ser. Lo importante serán los acuerdos, que siempre van a ser públicos, y lo que planteen las fuerzas políticas", indicó.

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