ESPAÑA
Defensa

Militares en activo entregarán su mando si hay un referéndum sobre Cataluña

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"No nos saldremos de la legalidad jamás", garantizan, pero apuntan posibles "movimientos pasivos" que podrían llevar a cabo

El teniente general, José Mena, en su polémico discurso sobre Cataluña y la intervención de las Fuerzas Armadas en la Pascua militar de 2006.
El teniente general, José Mena, en su polémico discurso sobre Cataluña y la intervención de las Fuerzas Armadas en la Pascua militar de 2006.EFE

La compleja situación política que se vive en España afecta a todos los estamentos, incluido al militar. La evolución de las negociaciones con los nacionalistas, las exigencias desde Waterloo, las demandas desde el País Vasco... Todos los planteamientos son objeto de debates y de tertulias en ámbitos privados en el seno de los ejércitos.

Sus integrantes no son ajenos al debate político y a las consecuencias futuras que se puedan derivar. Nadie habla en público. Lo tienen prohibido. Pero en los mentideros uniformados el malestar es palpable. Porque otean que serán ellos uno de los sectores más afectados. «Cualquier medida que se adopte contra los militares es siempre muy vistosa por el mundo radical y los independentistas lo 'venden' bien entre los suyos», apuntan mandos en activo a este periódico.

Dan por descontado que a no tardar desde las filas del PSOE se asumirá la reducción o, incluso, la salida importante de efectivos y el cierre de dependencias. «Seguro que en Cataluña el recorte será brutal».

Donde sí han colocado la línea roja estos mandos es en el derecho de autodeterminación. Recuerdan el artículo 8: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional». Las fuentes consultadas por este periódico consideran que una votación enfocada en una reivindicación de los independentistas de una zona de España afecta directamente a la Constitución.

¿Pero ante eso los militares de estos cenáculos tomarían decisiones en activo? Para nada. Explican que nadie podrá hablar de ruido de sables. «Ni mucho menos. No nos saldremos de la legalidad jamás», insisten. Pero sí apuntan posibles «movimientos» que podrían llevar a cabo si desde Moncloa ceden a la pretensión de los nacionalistas. Sería un «movimiento pasivo». Según explican se habla de la posibilidad de entregar el bastón de mando. Es decir, de forma conjunta, un importante número de mandos activos, con altas responsabilidades en la seguridad del país, renunciaría a sus puestos operativos y se pondrían a disposición del Ministerio de Defensa esperando nuevas órdenes. ¿Y qué razones podrían aducir para renunciar a este mando? Pues, según explican, desde razones personales (una percha que permite cualquier tipo de interpretación) hasta razones de conciencia.

Sería obvio que estos mandos, si dieran este paso, no irían contra la legislación vigente ni darían ningún paso que pudiera ser considerado como una afrenta antisistema o de bloqueo legal, explican estas fuentes que detallan que en estos mentideros de lo que se habla es, de forma coordinada y en el mismo momento, entregar en Defensa la renuncia al mando, para mostrar de forma indisimulada que los militares no están de acuerdo con un movimiento político que vulneraría la Constitución y que conllevaría abrir una vía que permitiría la ruptura de comunidades autónomas con el Estado español.

Y es que consideran que el acuerdo anunciado por el PSOE y Junts deja abierta la puerta a votaciones con marcado carácter rupturista. El documento suscrito por ambas formaciones apunta: «En cuanto al ámbito de reconocimiento nacional, Junts propondrá la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Catalunya amparado en el artículo 92 de la Constitución. Por su parte, el PSOE defenderá el amplio desarrollo, a través de los mecanismos jurídicos oportunos, del Estatut de 2006, así como del pleno despliegue y el respeto a las instituciones del autogobierno y a la singularidad institucional, cultural y lingüística de Catalunya».

¿Qué trasladarían con esta medida de presión estos jefes militares? Un potente malestar y la muestra de que su decisión puede afectar a la operatividad de las Fuerzas Armadas. Las fuentes consultadas por este periódico aclararon que esta opinión es sostenida también por mandos situados en las altas esferas de las Fuerzas Armadas.

Saben que la reacción inmediata del Ministerio de Defensa sería intentar sustituirles por jefes que estén relacionados con cada uno de los puestos operativos afectados. «Los conocemos y, aunque hagamos mucho ruido, el país no correrá riesgos ante las amenazas exteriores. Pero la opinión pública sí notaría que somos conscientes del golpe a la Constitución», insisten las citadas fuentes.

También son conscientes de que desde el Gobierno se tratará de actuar con contundencia contra ellos. Pese a que no habría en principio razones para actuar disciplinariamente contra ellos, saben que el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez les pondría en el mostrador y trataría de actuar contra ellos a modo ejemplarizante, «para frenar más voces críticas», insisten.

EL 'CASO MENA'

La única voz que se levantó desde el ámbito militar sobre Cataluña fue la del general Mena, quien en 2006 advirtió de que si los límites que marca la Carta Magna «fuesen sobrepasados», sería de «aplicación el artículo octavo de la Constitución: las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad, y el ordenamiento constitucional». Defensa entendió que el teniente general había roto su obligación de «neutralidad política» y le destituyó.