Marc Gautier, paciente de Parkinson, recupera su movilidad tras un implante

Marc Gautier. Paciente de parkinson.

Un innovador implante medular ha transformado la vida de Marc Gautier, un hombre de 62 años al que se diagnosticó la enfermedad de Parkinson hace casi 30 años. Residente cerca de Burdeos (Francia), Marc tuvo que dejar de trabajar hace tres años debido a graves problemas de movilidad que le hacían caerse entre cinco y seis veces al día, lo que le confinaba sobre todo a su casa. Sin embargo, gracias a un revolucionario dispositivo implantado en su médula espinal, Marc, que antes tenía dificultades para andar, puede ahora subir escaleras y realizar actividades al aire libre de forma independiente.

Marc Gautier: La neuroprótesis que transformó su vida y ofrece esperanza a pacientes de parkinson

Marc Gautier describió vívidamente sus dificultades anteriores: "Prácticamente ya no podía andar sin caerme con frecuencia, varias veces al día. En algunas situaciones, como al entrar en un ascensor, pisaba en el sitio, como si estuviera congelado allí". Ahora, dos años después del implante, cuenta con alegría que ha recuperado las actividades que antes le gustaban, incluido un paseo semanal de seis kilómetros alrededor del lago.

El implante, conocido como neuroprótesis, se dirige a las fibras sensoriales ligadas a los músculos. El Parkinson, una enfermedad degenerativa, es el resultado de una insuficiencia de dopamina en el cerebro, que provoca síntomas físicos como temblores y rigidez. Los tratamientos existentes consisten en la ingesta de dopamina y la estimulación cerebral profunda mediante electrodos, pero pueden perder eficacia con el tiempo. Los enfermos avanzados de Parkinson suelen tener problemas para caminar, lo que afecta a su calidad de vida.

Gracias a la colaboración de científicos suizos y franceses se ha desarrollado este novedoso tratamiento. La neuroprótesis, implantada en la médula espinal de Marc, actúa sobre las fibras sensoriales debilitadas de sus piernas, mejorando el circuito de retroalimentación esencial para un movimiento adecuado. El profesor Grégoire Courtine explicó que, a diferencia de los enfoques convencionales dirigidos a las regiones cerebrales privadas de dopamina, su enfoque en la médula espinal ha demostrado su eficacia en la activación de los músculos de las piernas para caminar.

Marc Gautier, capaz de controlar él mismo la estimulación, experimentó una mejora inmediata de la marcha tras el implante. Tras varias semanas de rehabilitación, volvió a caminar casi con normalidad. Actualmente utiliza la neuroprótesis unas ocho horas al día, y la apaga cuando pasa mucho tiempo sentado o durmiendo.

Entusiasmados por su posible aplicación generalizada, los autores del estudio prevén nuevas pruebas en los próximos 18 meses. Aunque el tratamiento no estará disponible comercialmente hasta dentro de cinco o diez años si tiene éxito, los resultados ofrecen perspectivas prometedoras para aliviar los déficits de la marcha en los pacientes de Parkinson.

El equipo publicó sus hallazgos el lunes 6 de noviembre en Nature Medicine.

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