Una inteligencia artificial negocia contratos sin ayuda humana

El mundo del derecho contractual, conocido por su meticulosidad y su estricta adherencia a la tradición, está presenciando una transformación que podría haber sido inimaginable hace apenas una década. La empresa Luminance, con sus raíces en la prestigiosa Universidad de Cambridge, ha marcado un hito histórico: la negociación de un contrato de principio a fin por inteligencias artificiales. Este evento no solo es una proeza de la ingeniería y la programación, sino también un presagio de una nueva era en la industria legal.

El sistema desarrollado por Luminance, basado en un modelo de lenguaje propio y avanzado, ha realizado una demostración en la que dos sistemas de IA intercambiaron roles de negociador y cliente, analizando y ajustando cláusulas contractuales con una precisión y velocidad que dejaron obsoletos los métodos convencionales. La IA no solo identificó términos conflictivos, sino que también los reemplazó con alternativas que reflejaban las políticas y preferencias de la empresa, todo ello sin la guía o intervención de un abogado humano.

Cómo lo han hecho

En el núcleo de la innovación de Luminance se encuentra Autopilot, un sistema de inteligencia artificial que combina la experiencia en matemáticas avanzadas y la comprensión profunda del lenguaje legal, lo que permite a la IA realizar tareas que tradicionalmente han requerido la delicadeza y la pericia de los abogados humanos.

A diferencia de los modelos de lenguaje generalistas, el LLM de Luminance ha sido alimentado con una vasta cantidad de textos legales, decisiones judiciales y ejemplos de contratos, lo que le permite no solo entender el lenguaje jurídico, sino también aplicar ese conocimiento de manera práctica y contextualizada.

Autopilot, actualmente, puede identificar, interpretar y modificar cláusulas contractuales con una precisión que rivaliza con la de un abogado experimentado.

Autopilot VS ChatGPT

Mientras que herramientas como ChatGPT son generalistas y diseñadas para una amplia gama de aplicaciones, Autopilot de Luminance es un sistema altamente especializado. La diferencia clave radica en su entrenamiento y su propósito. ChatGPT puede generar contenido convincente en una variedad de temas, pero no está especializado en ninguno. Por otro lado, Autopilot ha sido diseñado específicamente para el dominio legal, lo que significa que su base de conocimiento es profundamente relevante para las tareas que realiza.

Pero es que además Autopilot no solo genera texto basado en el lenguaje legal, sino que también tiene la capacidad de realizar acciones legales específicas, como la negociación de términos contractuales. Esto requiere una comprensión más profunda de las prácticas legales y las preferencias de los clientes, así como la habilidad para aplicar esta comprensión de manera autónoma dentro de los parámetros establecidos por las políticas de la empresa.

Por otro lado, Autopilot puede integrarse con otras herramientas y plataformas utilizadas en la práctica legal, como sistemas de gestión de documentos y plataformas de firma electrónica. Esto permite una fluidez en el proceso de negociación y finalización de contratos que va más allá de la simple generación de texto.

Cómo fue la demostración

La capacidad de Autopilot para transformar la práctica legal quedó claramente demostrada en una sesión en las oficinas de Luminance en Londres. En esta demostración, se presentó un contrato estándar cargado de cláusulas y términos que requerían revisión y negociación. Autopilot procedió a escanear el documento, identificando rápidamente las áreas de conflicto marcadas en rojo. Luego, con una eficiencia impresionante, el sistema ajustó estas cláusulas para alinearlas con las políticas y preferencias previamente programadas de la empresa.

Lo que hubiera llevado horas de meticuloso escrutinio humano se completó en minutos. Esta velocidad no sacrifica la calidad ni la precisión; cada cambio realizado por la IA se registró y quedó disponible para su revisión posterior, asegurando que la transparencia y la rendición de cuentas se mantuvieran en todo momento.

Lo que hubiera llevado horas de meticuloso escrutinio humano se completó en minutos.

La promesa de Autopilot es clara: una mayor eficiencia y precisión en la negociación de contratos, liberando a los abogados de la carga de la revisión de documentos y permitiéndoles dedicar su tiempo y habilidades a tareas más estratégicas y de mayor impacto.

Impacto potencial en la industria legal

La implicación de este avance es monumental. La capacidad de las IA para manejar negociaciones contractuales promete una revolución en la eficiencia y la efectividad con la que las firmas legales operan. La automatización de la negociación de contratos podría democratizar el acceso a servicios legales, haciéndolos más asequibles y rápidos para clientes y empresas por igual.

Sin embargo, este avance también suscita interrogantes sobre el futuro de los profesionales legales en formación y el papel que jugarán en un entorno cada vez más automatizado. ¿Cómo se adaptará la industria a estos cambios disruptivos? ¿Qué nuevas habilidades y conocimientos serán necesarios para los abogados del mañana?

Referencias: