Nikola Tesla y los Secretos de su Mente Obsesiva

Nikola Tesla: secretos de su mente obsesiva. El obsesivo tras el genio creativo.
Acerca de la palabra "genio", Marc Seifer, autor del relato biográfico de Nikola Tesla, titulado: Wizard: The Life and Times of Nikola Tesla", dice "es una palabra que se usa demasiado, pero realmente era un genio y una estrella entre las estrellas". Y es que los mejores amigos de Tesla y muchos de sus conocidos eran sometidos de vez en cuando a su sentido del humor. Arthur Brisbane, editor de un periódico del New York World, en cierta ocasión le preguntó a Tesla cómo podía tener ojos tan claros y ser eslavo (recordemos que Tesla era serbio-estadounidense), a lo que Tesla le contestó que: "usando su mente, en gran medida los había hecho más claros".

Recordando su temprano sentido del humor, Tesla escribió en su autobiografía que vivió buena parte de su infancia conviviendo con las tradiciones de su pueblo, las que incluían gran cantidad de besos de dos tías viejas y arrugadas, una de las cuales tenía, según escribió, "dos dientes que sobresalían como los colmillos de un elefante". Cierto día que su madre le preguntó cuál de las dos tías le parecía más bonita, Tesla reflexionó pensativamente, declarando: "Esta no es tan fea como la otra".

Nikola Tesla, secretos tras su mente obsesiva


Nikola Tesla, como genio, tuvo secretos sobre sí mismo. La mente obsesiva de Tesla, en parte, fue un ingrediente triunfador a la hora de poner en marcha su creatividad.
Bien, pero detrás de su mente excepcional y su buen sentido del humor, Nikola Tesla lidiaba con  situaciones sólo provocadas por su mente obsesiva. Tesla, ayudado por su memoria eidética que le permitía enfocar la dirección de sus experimentos, a menudo caía en una manía abrumadora que algunos historiadores comparaban a los síntomas crónicos del trastorno obsesivo compulsivo. Rara vez dormía, afirmando que sólo necesitaba dos horas por noche, aunque admitía que dormitaba ocasionalmente para recargarse.

Tesla escribió que "la vista de una perla casi le daría un ataque",  rotundamente se negaría a conversar con mujeres que las usaban, pues se sabe que cierta vez envió a su secretaria de vuelta a casa por usar una, Tesla estaba furioso. Posiblemente nadie sabe por qué Tesla tenía esta forma de resentimiento hacia las perlas. Tesla también escribió que "odiaba la sensación de las joyas" y además que tenía "aversión violenta contra los pendientes de las mujeres".

Nikola Tesla escribió que no tocaría el cabello de otra persona, a menos que estuviera "quizás, a punta de revólver", y que podría contraer fiebre con sólo mirar un melocotón. En un punto quizás más descabellado, se sabe que estaba obsesionado con una paloma blanca que creía que se estaba comunicando con él. "Había momentos en los que él aceptaría ser el pan caliente de la ciudad y momentos en los que parecía querer sentarse en una oscura habitación de hotel y estar solo", escribió W. Bernard Carlson, autor de Tesla: Inventor de la Era Eléctrica.

Siempre insistía en tener 18 servilletas a la mesa en los lugares donde comía, con ellas limpiaba bien los cubiertos usando cada una de las 18 servilletas.

Nikola Tesla tenía obsesión con el número tres (quizás por saber de la magnificencia del número 3, 6 y 9), ya que normalmente entraba a un edificio después de dar tres vueltas alrededor de él, y se hospedaba en habitaciones de hotel que estuvieran asignadas con algún número divisible por 3, como por ejemplo la 3327.

A la edad de 86 años, Tesla moría solo y pobre en la habitación 3327 del New Yorker Hotel. Fue soltero toda la vida, convencido de que su castidad le ayudaba a concentrarse en su trabajo. Y estoy seguro de que en su caso, gracias a su soltería es que llegó a producir tanto. Pero, en fin, muchas de sus obsesiones siguen sin entenderse... son un total enigma.