Docta, artista senegalés: “¿Los europeos saben que las cosas que utilizan en una sociedad desarrollada vienen del expolio de África?”

Amadou Lamine Ngom, de nombre artístico Docta, en Las Palmas de Gran Canaria.

Alicia Justo

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En Senegal hay una palabra que es teky, que quiere decir tener éxito en la sociedad, poder convertirte en alguien y ayudar a tu comunidad con tus propios medios. También hay una palabra que es yaakar, que significa esperanza, la espoir que tanto mencionan los migrantes que han llegado últimamente a las Islas Canarias. Estas dos actitudes ante la vida y estas dos palabras en wolof (el idioma más hablado de Senegal) quizá resuman la determinación de miles de personas africanas que se adentran en el Océano Atlántico para emprender la aventura del sueño europeo. 

De las más de 23.000 personas que han arribado este año a las Islas, casi el 35% procede de Senegal. La situación de inestabilidad política que vive el país a raíz de la acusación por violación, detención y condena a prisión del líder opositor Ousmane Sonko, a lo que se suma la precariedad económica que arrastra el país desde hace años, han animado a miles de sus ciudadanos a salir del país.

Para hacer un esbozo más fiel a la realidad y mostrar el punto de vista de los jóvenes senegaleses, el artista multidisciplinar Amadou Lamine Ngom, de nombre artístico Docta, ha pisado estos días Canarias, donde ha rodado una parte de un documental con senegaleses recién llegados. Además, junto a su equipo de artistas, visitó varios centros educativos de La Palma y Tenerife para impartir talleres sobre grafitis y sobre sensibilización en materia migratoria. Este artista es conocido sobre todo por ser el pionero del grafiti en Senegal, un país donde el arte urbano reflejado en paredes no está mal visto y gracias al cual se transmiten mensajes de impacto social a la vez que destacan por su alto nivel estético. Docta ha formado ya a cinco generaciones en esta disciplina y es el fundador y director del festival Festigraff de Dakar, uno de los más longevos de África en esta disciplina.

En estas dos semanas en las Islas ha conocido de manera directa a jóvenes senegaleses, muchos con estudios universitarios, como ingenieros y también diplomados en diferentes oficios, que sienten, según el artista, que “el sistema colonial no les deja levantar cabeza”. Otros muchos se dedicaban a la pesca en un entorno con cada vez menos recursos. Docta lamenta que estas fuentes naturales, que están bajo sus aguas, desaparecen, con el permiso de los gobiernos africanos, arrastradas por los grandes barcos europeos, americanos y asiáticos, de modo que cuando los pescadores locales salen a faenar en sus cayucos de colores retornan sin apenas mercancía. “Los cayucos han sido creados para guardar la dignidad y alimentar a la familia. No se han creado para venir a Canarias. Pero, ¿por qué lo hacen?”, se cuestiona retóricamente.

Los pescadores de Senegal llevan años denunciando el drástico descenso de las capturas y muchos reconocen que ya no salen a faenar porque no les compensa pagar el combustible. “En el mercado de pescado de mi zona, casi todos los trabajadores han terminado por marcharse”, cuenta Ousmane desde Dakar, quien ve como cada día los pescadores regresan a tierra con las manos prácticamente vacías. También Greenpeace ha alertado a través de varios informes del saqueo que sufren los recursos pesqueros de África occidental por parte de grandes buques de arrastre europeos y asiáticos y la amenaza que ello supone para más de 40 millones de personas en toda la región. “Sí, la Unión Europea quiere los peces de África occidental pero no quiere a sus migrantes”, señaló la ONG ya en 2020. 

Docta apunta también a otras materias primas que salen del continente africano para ser transformadas en Europa o en Asia, pero de las cuales la población africana no ve ni rastro. El artista se refiere a uno de los minerales imprescindibles para las sociedades occidentales pero no tan conocido: el circón. Este mineral se usa en la industria nuclear, en la joyería o en la medicina. Senegal cuenta con la tercera mina de esta sustancia en el mundo, según el medio Jeune Afrique. También pone como ejemplo el oro de Mali, del cual este país es uno de los principales productores del mundo. Sin embargo, denuncia que, a pesar de contar con profesionales para su transformación, todas las materias parten en contenedores a otros países fuera del continente. “El tránsito de nuestros recursos naturales a otras partes del planeta ha hecho que nuestra gente viva en la miseria, y los primeros responsables son nuestros gobernantes porque mantienen un sistema colonial que convierte al africano en miserable ”, denuncia. 

Por esto el artista de grafiti invita a cuestionarse de dónde sale esa determinación que impulsa a miles de personas a decirse a sí mismos que esa manera de vivir “tiene que cambiar” y la cual lleva a miles de jóvenes a dejar sus hogares: “Ellos encuentran normal esta solución. Cuando tú coges mis recursos en nuestra tierra para llevarlas a la tuya, yo voy a buscar parte de mis recursos a tu casa”. Docta deja claro que él no anima a ninguno de sus compatriotas a coger una embarcación precaria para llegar a Canarias debido a la peligrosidad del viaje, pero si lo ve como una solución “legítima”.

De estas semanas en Canarias, le ha sorprendido el desconocimiento que hay en Europa sobre el origen de nuestro modo de vida y del recorrido que hacen las materias primas que salen de África para ser transformadas y consumidas por las sociedades occidentales. Pero puntualiza que los europeos, incluso cogiendo su responsabilidad no quieren escuchar: “¿Las personas de Europa saben que las cosas que utilizan y por las que viven en una sociedad desarrollada vienen del expolio de África?”, subraya.

“El africano no va a aceptar más el sistema colonial que domina África”

Para Docta el sistema colonial que pervive en el continente africano ha demostrado con creces que es incapaz de solucionar los problemas. Ante esta situación, la juventud africana, constantemente en conexión con el resto del mundo gracias a los teléfonos inteligentes, se rebela contra el sistema: “El africano no va a aceptar más el sistema colonial que domina África”, recalca. Por ese mismo motivo, el grafitero reclama el fin del sistema colonial en el continente africano. A su juicio, los países occidentales y los africanos deben trabajar en una modalidad comercial de partenariado, donde cada una de las partes obtenga un beneficio justo y en equilibrio: “Que los recursos que nos son robados, que dejen de ser robados”, reclama.

Otras de las consecuencias de esta nueva colonización es el sistema de visados, contra el que se muestra especialmente crítico. Algunos jóvenes que han llegado a Canarias en los últimos años se lamentan de la escasez de permisos de entrada a la Unión Europea (UE) que conceden los países europeos, lo que les impide viajar de manera legal y segura. “¿Por qué en esta humanidad los africanos son los únicos que piden visa para ir a los países de ustedes? ¿Cuál es la razón? ¿Es que no son humanos? ¿O será que son personas que vienen de otro planeta y descendieron a la tierra? Somos nosotros los que tenemos la riqueza mundial, pero si tenemos ganas de salir de nuestro país, nos dicen que debemos quedarnos en nuestra casa”, protesta. 

Por ello, defiende que esta política de visados debe desaparecer: “O se aplica el principio de reciprocidad 100% y los europeos también deben presentar un visado para poder entrar en los países de África o si tú vienes a mi país sin pedir visa, yo voy a tu país sin pedir visa. Es simple”, enfatiza.

En el llamado cementerio de pateras ubicado en Arinaga (Gran Canaria) yacen las embarcaciones que transportaron a quienes no consigueron una visa para llegar Europa. En uno de los cayucos, Docta y su compañero Allassane Diop, de nombre artístico Diaz, rindieron su propio homenaje artístico a los que partieron y no llegaron; y a los que sí lo hicieron. A golpe de espray hicieron un pequeño grafiti con dos palabras en wolof. Confiesa que escribieron teky y yaakar porque cuando las personas cogen un cayuco en las playas de Senegal o de Mauritania parten con una enorme esperanza de ser alguien. “Sin embargo, hay un proverbio en wolof que dice que teky no significa que vayas a triunfar forzosamente, pero que si viajas, tienes la oportunidad de conseguir un futuro”, matiza. 

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