Los edificios ocupados de la plaza de la Bonanova de Barcelona, El Kubo y La Ruïna, vuelven a ser foco de conflicto tras revelarse la próxima fecha de desalojo, el 30 de noviembre. Para evitarlo, los okupas ya han preparado movilizaciones desde las seis de la mañana de ese mismo día. “Si el Kubo y la Ruïna caen, el barrio arderá”, han asegurado en redes sociales.

El pasado mes de mayo, los dos bloques ocupados fueron protagonistas indiscutibles de la campaña electoral en las elecciones municipales. Por entonces, ya se había paralizado un desalojo en marzo y el ambiente entre vecinos, okupas, policía y políticos era tenso. Además, la presencia de la empresa Desokupa, liderada por Daniel Esteve, aumentó la crispación entre las partes.

Por un lado, los candidatos a la alcaldía de PP, Valents, Vox y Ciudadanos pedían que se hiciera efectiva, de forma inmediata, la orden de desalojo. Mientras, vecinos del barrio y otras partes de Barcelona acudían a las inmediaciones de los edificios para manifestarse a favor y en contra de los okupas de la Bonanova.

Finalmente, ni las manifestaciones, ni los agentes de la policía, ni las presiones políticas echaron de los bloques a los okupas, que se mantienen hasta el día de hoy allí. Sin embargo, según han informado ellos mismos, la jueza que lleva el caso ha fijado como fecha prevista para el nuevo desalojo el próximo 30 de noviembre y han organizado movilizaciones para evitarlo.