El PSOE continúa la ronda de conversaciones para la investidura y la reelección del presidente del Gobierno en funciones y candidato socialista, Pedro Sánchez. Tras los encuentros, primero con Sumar y Yolanda Díaz, la semana pasada, y los del lunes con el PP de Alberto Núñez Feijóo, con PNV y BNG sumados ayer, Sánchez se citó este miércoles en el Congreso de los Diputados con los portavoces de UPN, Coalición Canaria y ERC. El viernes cerrará las audiencias con EH Bildu y Junts. Vox queda fuera de los contactos.

La cita más esperada de este miércoles era la del grupo republicano, con su portavoz, Gabriel Rufián. Esta misma mañana, como trasladaron fuentes de ERC y del propio PSOE, Sánchez y Oriol Junqueras, presidente de la formación catalana, conversaron a primera hora. El secretario general socialista le pidió el apoyo para conseguir más "avances" y "estabilidad" para la legislatura, agradeciéndole además el primero el respaldo en los últimos cuatro años. Ambos valoraron como "positiva" la charla, dentro del "respeto", la "cordialidad" y la "normalidad política". Rufián valoró como "normal, bueno y sano que los máximos representantes del PSOE y ERC hablen". "Hoy es un buen día", añadió. Es la primera vez que ambas formaciones publicitan una conversación entre los líderes.

Después, a las 13 horas, tuvo lugar en el Congreso la audiencia con Rufián, en la que el presidente en funciones estuvo acompañado por Félix Bolaños, ministro de la Presidencia e interlocutor directo de las formaciones independentistas. Una figura clave en la negociación de la ley de amnistía, igual que la titular de Hacienda, María Jesús Montero, lo es como puente con otras formaciones, y más en materia presupuestaria, y por eso ella fue la que acompañó a Sánchez en las reuniones con Aitor Esteban y Cristina Valido, portavoces de PNV y Coalición Canaria.

Tras el encuentro con el PSOE, Rufián compareció en la sala de prensa de la Cámara baja. Fue directo: "Voy a ser bastante discreto a la hora de negociar. No voy a publicitar detalles". Sí indicó que tanto Sánchez como Bolaños "han sabido de nuestras peticiones a cambio de nuestros votos; exigentes pero razonables". Entendiendo que son más "peticiones de país que de partido", el republicano puso sobre la mesa "tres carpetas". La primera, "la reparación a todo lo que sucedió de manera posterior al 1 de octubre" en Cataluña, en una referencia clara a la amnistía. A ello le siguió la exigencia de "votar", de abrir "la urna" para "la resolución del conflicto con el Estado". "Entendemos que puede haber otras soluciones, pero la nuestra es votar", sostuvo Rufián, que añadió como tercer condicionante para esos votos avances sociales y que "dignifiquen", ejemplarizándolo con la mejora de "la problemática" de Rodalies. ERC gobierna Cataluña y quiere mejoras en el "día a día" de los ciudadanos, y por eso pide el traspado de la red ferroviaria de Cercanías.

¿El referéndum es línea roja? No. ERC está pensando en que se ratifique lo que las dos partes hicieron público el 2 de enero de 2020 para investir a Sánchez. En aquel acuerdo, republicanos y socialistas se comprometían a montar una mesa de diálogo entre gobiernos y los acuerdos que se alcanzasen serían sometidos a "validación democrática a través de la consulta a la ciudadanía de Cataluña, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político". Preguntado Rufián si a ERC le valdría esa formulación, recordó que en aquel momento se consiguió algo que parecía "imposible", y que si se sigue por esa línea probablemente se podría "avanzar".

Hablar de amnistía era una quimera hace cuatro años, tal vez no lo sea de aquí a poco tiempo hablar de referéndum", preconiza Rufián

Después, lo dijo incluso más claro: "Se pone en valor lo que se hizo hace cuatro años, algo que fue muy vilipendiado y que ahora mola, bienvenido sea". Es decir, que ERC se conforma con que el PSOE se comprometa a lo mismo a lo que ya accedió hace cuatro años. En esa mesa de diálogo los republicanos volverán a plantear el referéndum como salida al conflicto. Pero hasta ahí. Lo subrayó minutos después en rueda de prensa el portavoz parlamentario socialista, Patxi López: "El PSOE lo lleva diciendo desde el minuto uno. Por caminos que lleven a la división y a la ruptura no vamos a transitar".

El argumento de los republicanos es que por mucho que los socialistas digan no al principio, al final acaban cediendo. "Hace cuatro años hablar de amnistía era una quimera, es factible que de aquí a poco tiempo deje de serlo hablar del referéndum", indicó. La verdadera línea roja era y es la amnistía, pero ya está asumida por el PSOE. Aunque de nuevo no haya detalles. Es mejor, dijo el portavoz republicano, "hablar poco y negociar más; cae por su propio peso".

Rufián, no obstante, intentó mostrar dureza en la negociación: "Las tres carpetas son importantes, quien crea que vamos a ceder en alguna se equivoca". De hecho, ERC insiste en que ahora está hablando cara a la investidura de Sánchez, nada más. Los votos de ERC se sudan, y lo saben" en el PSOE. "Quien crea que se puede negociar por la legislatura es que no nos conoce. Siempre vamos a trabajar por dignificar la vida de la gente, lo hemos hecho esta pasada legislatura". Pero eso no condiciona un pacto amplio: "No intercambiamos cromos, vamos semana a semana. Partido a partido", esgrimió Rufián, entendiendo que otros grupos sí se presten a ello y calificando de "lógico" que el PSOE aspire a componer pactos de legislatura que le confieran estabilidar para los próximos cuatro años.

Rufián indicó que las negociaciones comenzaron "la misma noche electoral" y que pueden prolongarse hasta el límite del marco legal para una investidura, hasta el 27 de noviembre. No quiso aventurar plazos, ni si las conversaciones están más maduras o si es más optimista. "El PSOE es el PSOE. Podría ser [el acuerdo] mañana, pero estamos acostumbrados, desgraciadamente", a que se extiendan los plazos. "No es por nosotros, aquí hay diferentes actores, tiempos..., pero nosotros jamás alargamos artificialmente una negociación".

La idea de amnistía de Sumar, "la misma" que la de 2021

Rufián fue preguntado también por la propuesta de amnistía hecha ayer en Barcelona por Sumar, que defiende que abarque desde la consulta participativa del 9 de noviembre de 2014 hasta los últimos coletazos del procés, y además incluye a los CDR, calificados de grupo terrorista, o a Tsunami Democràtic, Rufián se mostró cauto a la par que irónico. "Tengo que tener cuidado cada vez que hablo de Sumar, porque se dice que les tengo manía según de quien hablo". "Nosotros no necesitamos intermediarios para hablar con el PSOE", se limitó a apuntar. Un latigazo claro a Yolanda Díaz.

Sí reconoció que le parece "una buena noticia" que "un partido que representa a la izquierda española, o parte de ella, hable de la resolución de un conflicto en Cataluña". En ese sentido, afirmó que le "suena la propuesta de Sumar", dado que "es la misma" que propuso ERC en 2021.

Pero Rufián también cargó duramente contra Junts. Los puigdemontistas atizaron a ERC por entenderse con el PSOE, y ahora ellos son los que también están hablando con Ferraz y la Moncloa. Que Junts negocie "es positivo", señaló el portavoz independentista, "así se dejarán de dar carnés de pureza".

La duda sigue siendo ahora si habrá conversación entre Sánchez y Puigdemont. López no resolvió esa pregunta, pese a que los periodistas insistieron: la charla telefónica con Junqueras está dentro del marco de "coherencia" en el que está actuando el PSOE, dentro de la estrategia de distensión y de búsqueda de la "convivencia", reivindicó. "Pero no me consta que vaya a haber conversaciones. Eso sí, todo lo hacemos con discreción y transparencia", añadió. No descartó nada. Solo afirmó por dos veces que no le "consta" que vaya a producirse una charla con el expresident.