"Pinochet está vigente por su crueldad y Allende por su humanidad", dijo a ANSA el chileno Alfredo Castro, actor que se siente "muy dentro de la historia" con su interpretación de mayordomo del dictador y del presidente socialista.
Castro enfatiza que en Argentina, Chile, España o Estados Unidos "están penetrando las derechas más radicales con un retraso civilizatorio. Es un regreso a los años 20".
Considera que Pinochet "está vigente por su crueldad, por su maldad, por la impunidad. Y Allende está vigente por su humanidad y por su proyecto humanista hermoso".
Pese a todo cree que "Allende está mucho más vivo que Pinochet", como lo demuestra el hecho de que "el pórtico de la ONU fue nombrado con su nombre hace unas semanas por ser uno de los más importantes ideólogos del siglo XX".
Cree que Allende fue "suicidado por la extrema derecha chilena, el capitalismo y por Estados Unidos".
Castro abrió hoy la sección Horizontes Latinos de la 71a edición del Festival de cine de San Sebastián interpretando a un predicador evangelista en "El viento que arrasa", de la argentina Paula Hernández, basada en la novela de Selva Almada.
Le interesa de este personaje el hecho de que "tiene el don de la palabra para someter ideológicamente a un grupo de personas muy vulnerables y muy pobres en el mundo rural, que es lo que está pasando en todas las derechas más reaccionarias del mundo".
El actor chileno está presente por partida cuádruple en el festival, pues interpreta también al mayordomo de Pinochet en "El conde", de Pablo Larraín (sección Perlas), al presidente socialista chileno en la serie que se presenta en San Sebastián "Los mil días de Allende", además de a un terrateniente en "Los colonos", del chileno Felipe Gálvez.
Así que se siente "muy dentro de la historia, en tres niveles muy distintos: del fascismo más asqueroso y absoluto, al idealismo y la utopía más maravillosa que había en América Latina, a estas familias reales de "El viento que arrasa", que es la realidad que tal vez los otros dos mundos no vieron".
El 50 aniversario del golpe de estado en Chile fue "hermoso -subraya- porque revivió esa utopía de que todavía existe una posibilidad, pero la derecha tiene dinero, armas y poderío comunicacional".
El actor se pregunta "dónde está toda esa gente que llenó las calles y que cuando se vota, votan por la ultraderecha, que se impone a través de Tik-tok, Facebook e Instagram".
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