INVESTIGACIÓN POR UN LAMENTABLE ACCIDENTE

Exculpados tres monitores de la muerte de una menor de Sabadell en una excursión

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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La jueza de Boltaña (Huesca), María Saenz Martínez, ha archivado el proceso judicial abierto por presunto homicidio imprudente contra tres monitores del grupo de monitoresScouts Escolta Xaloc de Sabadell por el fallecimiento de una menor de 15 años en el Pirineo aragonés el 18 de julio del 2016. La joven se precipitó por un barranco en el Cañón de Anisclo, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en una marcha que se alargó hasta la madrugada. Los padres de la víctima han renunciado a cualquier tipo de acción y en noviembre del 2016 pidieron, incluso, que se archivara la causa.

El auto señala que el grupo estaba compuesto por 27 participantes menores de edad y tres monitores, defendidos por la abogada Judit Gené. Por lo tanto, se cumplía con la ratio legal establecida. El accidente se produjo en una zona peligrosa, aunque ni el paso por allí, ni la realización de parte de esta ruta en horas nocturnas estaba previsto, “sino que fue fruto de las decisiones que los monitores tuvieron que tomar como consecuencia de circunstancia sobrevenidas”.

El retraso del inicio de la actividad, prevista para las 12 horas, se produjo por “el inadecuado vehículo de transporte o de ruta escogida” por este para llegar al lugar del inicio de la marcha. Sus dimensiones eran inadecuadas,t tenia capacidad para el doble de pasajeros y las maniobras para sacar el autobús del lugar fueron costosas, dejando además al grupo en un lugar más alejado del previsto. En segundo lugar, incide el auto, cuando el grupo llegó al punto de partida era mediodía y hacía mucho calor, por lo que esperaron a que las horas de más bochorno pasaran para empezar a caminar, “decisión que obviamente es responsable y razonable”.

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CAMBIO DE RUTA

La resolución destaca que su destino, el refugio de Cardoso, estaba lejos y era tarde, y que dos guardias forestales que se encontraron por el camino les aconsejaron ir a otra zona, que estaba más cerca y el trazado era más sencillo pues el previsto tenía un barranco peligroso. También les advirtieron de que la normativa del parque no permite acampar a determinadas altura . Los monitores valoraron esta información y decidieron cambiar de ruta, “por lo que tampoco dicha decisión fue objetivamente incorrecta, ni irrazonable”.

La jueza sostiene, además, que los monitores se organizaron de manera que consideraron oportuna cuando pasaron por el barranco para prevenir cualquier peligro. Uno se colocó delante, otro en medio y otro detrás, por lo que su "actuación fue diligente". La resolución indice que la menor se resbaló al asomarse para ver cómo pasaba su compañero en la parte del precipicio y que había espacio suficiente para pasar y se ayudaban de cadebas ancladas en la pared. El gesto de la adolescente “desencadenó el accidente”, destaca el auto. La suela de sus botas presentaban "un avanzado desgaste", por lo que pudo facilitar que se resbalara.

La magistrada concluye que “no se aprecia el grado de imprudencia grave", pues los monitores, que han estado meses imputados, no vulneraron “las elementales normas de cautela o deberes de cuidado exigibles”. E incluso sostiene que los investigados adoptaron decisiones “objetivamente razonables", aunque "no resultaron acertadas", y tomaron, en definitiva, las medidas posibles "con los medios que tenían" a su alcance en ese momento.