Un hemiciclo dividido más allá de las cifras para una investidura. Así ha quedado la vista global en el primer pleno de la legislatura que ha acogido el Congreso de los Diputados, destinado a una reforma peliaguda: el del reglamento para el uso de las lenguas cooficiales en la propia actividad de la cámara, como se hace en el Senado. El inicio del trámite, que se hará por vía urgente y lectura única -al estar sin configurar la comisión de reglamento-, se votará definitivamente el jueves por la mañana. La votación ha resultado en 176 votos a favor, 169 en contra y dos abstenciones. 179 votos a favor han avalado esa rápida tramitación.

A una semana de que arranque el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo, que apunta a fracasar a falta de cuatro votos a favor, la bancada de la derecha ha marcado el contraste de la de izquierda y nacionalista. Nada más echar a andar el pleno, con la defensa de la propuesta a cargo de los grupos proponentes, que son PSOE, Sumar, EH Bildu, ERC y PNV, Vox ha interrumpido el pleno.

Había arrancado en gallego el diputado socialista José Ramón Gómez Besteiro, que se congratulaba por tener "un doble honor", al hacerlo en su lengua y por primera vez en la cámara bajo un sistema de traducción, cuando la portavoz de Vox, Pepa Millán, alzaba la voz desde su escaño. Los ultraconservadores, que han presentado una enmienda a la totalidad a la propuesta, dejaba constancia de su rechazo de que el pleno transcurriera bajo lo previsto, con la permisividad de usar las lenguas cooficiales sin estar la medida aprobada aún. Previamente, Cuca Gamarra, del PP, había solicitado a Francina Armengol, presidenta del Congreso, que el pleno se celebrase solo en castellano de acuerdo a la misma idea. La negativa de atención de Armengol, ha conllevado que Millán, junto a Santiago Abascal y otros diputados de la formación, como Javier Ortega Smith, hayan abandonado el pleno.

Sumar, que ha cogido el relevo de Gómez Besteiro, ha introducido una idea que partidos como EH Bildu y el PNV han abonado: la división de un bloque progresista y otro involucionista. La portavoz parlamentaria de los magentas, Marta Lois, siguiendo una fórmula gallega, pero con especial protagonismo del castellano, después de calificar el día como "histórico" por implantar una medida "de sentido común", ha indicado que hay "dos ideas completamente opuestas de España". Una de "inclusión", que es la que respaldan, ha dicho, las fuerzas progresistas; y otra que es la que suscitan a "enemigos internos, a un dibujo de identidades cerradas y que son ofensivas". "Esa es la España en blanco y negro que ha hecho fracasar a este país y lo han hundido en lo peor de la historia", ha añadido Lois.

PP y Vox denuncian el empleo de las lenguas cooficiales antes de que se apruebe el trámite por vía urgente y cree que desconsolida la institución"

Aparte, Lois se ha alegrado de la "normalización" que supone este inicio de reforma y el aperturismo hoy demostrado. Esa línea la ha seguido Mertxe Aizpurúa por EH Bildu. "Es de agradecer este paso simbólico, pero importante". "Durante décadas se nos ha negado nuestra identidad; perseguido y atacado", y calificado el euskera como "una lengua de segundas", ha mantenido. En contra del PP y Vox, por sus posicionamientos de cara al trámite parlamentario, ha dicho: "Hoy las extremas derechas han considerado un ataque poder hablar aquí en nuestras lenguas".

Para Joseba Agirretxea, del PNV, no es ningún ataque al castellano, la Constitución o a la actividad de la cámara que cada diputado se exprese libremente. "Yo no puedo entender la actitud de los grupos que están en contra de esta reforma, de no ser de una perspectiva política perversa", ha matizado. Una de las referencias más relevantes de la jornada la ha hecho el diputado vasco. Aludiendo al desplante de Vox, éste ha dicho: "Los que se han marchado son los mismos que antes nos echaban de clase, nos multaban o nos metían en la cárcel por hablar euskera. Ahora se han ido ellos, algo hemos avanzado".

Anteriormente al PNV, Gabriel Rufián, que antes del pleno ha acompañado a Oriol Junqueras frente a la escalinata de los leones, para dejar claro que la amnistía es una condición para la investidura del PSOE. Ya desde la tribuna de oradores, el portavoz de ERC ha defendido que en el pleno, frente a la oposición de la derecha, "no hay perdedores, como mucho hay ignorantes".

"Esto es un éxito para mi partido, por su historia, su lucha y también para mi país, pero me niego, me niego a que esto que se está produciendo hoy aquí sea una victoria. No puede ser una victoria porque me niego, como ciudadano catalán, como independentista, a que mi cultura y a que mi lengua requiera de perdedores", ha resaltado. "Tan mal le hace a vuestra lengua y a vuestra cultura una intransigente con una rojigualda, como un intransigente con una estelada", ha contemplado Rufián.

Desde Junts per Catalunya, Miriam Nogueras, ha celebrado la determinación de Armengol para fomentar esta apertura a las lenguas, un valor de riqueza, como han trasladado los locutores previos. "Este es el camino", ha asegurado Nogueras. También lo ha celebrado Néstor Rego, del BNG, ambos en el turno de fijación de posiciones frente a la norma.

PP y Vox denuncian el trámite de urgencia

Aunque la derecha ha marcado por sí misma un punto de confrontación con la mayoría que avalado legislar la propuesta, entre PP y Vox han saltado chispas. Sobre todo, cuando Borja Sémper, portavoz nacional del PP, ha empleado el euskera. Algo a lo que ayer, en la rueda de prensa de Génova, tras la reunión del Comité de Dirección, dijo que se negaban. "Mis hijos hablan en euskera, no es un problema. Es nuestra diversidad, es nuestro patrimonio", ha sostenido. Pero se opone al uso de las lenguas cooficiales en la cámara, porque se desprecia la lengua común, advierte.

Ayer, Sémper, concretamente dijo que su partido no haría "el canelo" y hablaría en castellano en la normalidad de la actividad parlamentaria. Sin embargo, se ha permitido intervenir en euskera durante su discurso. Ello, ha hecho que Vox, que ya había salido en parte del hemiciclo, haya vuelto a apostar por ello. Los diputados que se habían marchado, entre ellos Abascal y Millán, que habían regresado, se han vuelto a ir al escucharle abogar por el vasco.

El pronunciamiento de Vox, en voz de Millán, se ha centrado en dos reproches similares a PSOE y PP, y en el compromiso de pugnar contra la medida. "El cambio de opinión", a lo que dice que los de Sánchez ya se han acostumbrado como eufemismo de 'mentira', es la fórmula elegida para garantizar "su continuidad" al frente del Gobierno. Pero Sémper también "ha cambiado de opinión de ayer a hoy". "No vamos a formar parte de este sainete, se pueden ahorrar nuestros pinganillos", ha dicho Millán.

Su mano derecha, José María Figaredo, secretario del grupo, desde el escaño añadía posteriormente que este método parlamentario, de aplicar de manera previa el resultado de una norma aún no aprobada, acaba con los mecanismos de consenso de la cámara. Y ha denunciado que esos privilegios no los tienen "los españolitos de a pie" en cuestiones como la Hacienda Pública. Asimismo, ha cuestionado que este asunto, que carece a su juicio de urgencia, sea tramitado como tal, cuando la legislación de la ELA, que permanece en el cajón, lleve más de un año paralizada, con prórrogas sucesivas, pese a contar con el aval de todo el Congreso en marzo de 2022.