El precio de los alimentos sigue creciendo por encima del 10% y la inflación confirma su tendencia al alza

Variación anual del IPC de los alimentos hasta agosto de 2023.
Variación anual del IPC de los alimentos hasta agosto de 2023.
Henar de Pedro
Variación anual del IPC de los alimentos hasta agosto de 2023.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este martes los datos de inflación adelantados a finales de agosto. La tasa de variación anual del IPC repuntó en el octavo mes del año por segundo mes consecutivo, empujada principalmente por el encarecimiento de los combustibles. Aunque la inflación de los alimentos dio una ligera tregua al bolsillo de los españoles, la cesta de la compra sigue encareciéndose por encima del 10% y el precio de productos básicos como el aceite o el azúcar continúa disparado.

La tendencia de la inflación al alza que ya apuntaban los datos provisionales del INE ha sido corroborada este martes. El IPC repuntó en agosto tres décimas hasta una tasa interanual del 2,6%, después de haber experimentado un crecimiento similar en julio. La evolución de los precios se aleja así del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE), suspendido hasta final de año. Solo en el último mes, los precios de consumo se han elevado un 0,5% en comparación con los niveles de julio, encadenando así tres alzas mensuales. 

No obstante, la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, ha destacado que "durante el mes de agosto la inflación se mantuvo por debajo del 3% y se moderó la de los alimentos". "Nuestra política económica funciona porque nos ha permitido bajar la inflación ocho puntos en el último año en un contexto inflacionario en toda Europa", ha defendido la también ministra de Asuntos Económicos. Pese a las subidas de los dos últimos meses, la inflación se mantiene distanciada de las cifras registradas hace un año, cuando llegó a alcanzar en agosto de 2022 una tasa del 10,5%, la segunda más alta de la serie histórica.

Variación anual del IPC hasta agosto de 2023.
Variación anual del IPC general y subyacente hasta agosto de 2023.
Henar de Pedro

El INE ha atribuido la subida de precios al encarecimiento de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y de los combustibles líquidos. Frente al abaratamiento de la electricidad, la gasolina es un 6,7% más cara que hace un año. Solo en el último mes se ha encarecido un 5,7%. De hecho, al excluir del cómputo el precio de la energía y los alimentos no elaborados, la inflación subyacente se moderó en agosto ligeramente, cayendo una décima hasta el 6,1%. El indicador volvió así a la senda bajista que abandonó en julio tras cuatro meses de moderación, después de tocar techo en febrero al 7,6%. Desde entonces su desaceleración está siendo lenta. Todavía se encuentra 3,5 puntos por encima del dato general.

También la inflación de los alimentos se moderó en agosto al 10,5%, al registrar un leve descenso de tres décimas en tasa interanual. De este modo, los precios de la cesta de la compra regresaron a la senda de desaceleración abandonada en julio, pese a mantenerse en los dos dígitos. El INE atribuye la moderación de los alimentos en agosto a la estabilidad en los precios de la leche, queso y huevos frente a la subida que experimentaron el año anterior, así como al abaratamiento de las frutas y al hecho de que la carne, el pan y los cereales se encarecieron menos en agosto de este año de lo que lo hicieron en igual mes de 2022. 

El aceite encabeza las subidas

En comparación con los niveles de julio, en el último mes el precio del pescado congelado, la leche desnatada, la mantequilla, la fruta fresca, las patatas y el cacao en polvo se han abaratado entre un 0,2% y un 4,7%, pero continúan las alzas en productos básicos como la carne, el queso o los cereales de desayuno. De hecho, la moderación general en la inflación de los alimentos no significa que los precios hayan bajado, sino que suben más despacio. Siguen siendo un 10,5% más caros que hace un año. 

Con respecto a agosto de 2022, los alimentos que más han subido de precio son el aceite de oliva, el azúcar y el arroz, con alzas del 52,5%, 42,5% y 21,6% respectivamente. También las patatas, la carne de cerdo, la leche, el agua mineral, los refrescos y zumos, los productos lácteos, los cereales y legumbres y las hortalizas frescas se han encarecido entre un 20%y un 10% en el último año.

Al igual que ocurre con la subyacente, la inflación de los alimentos se está resistiendo. Aunque se aleja poco a poco de su máximo registrado en febrero (16,6%), el dato sigue muy por encima del índice general y las subidas se suman a las ya abultadas del año pasado. Desde agosto de 2021, los alimentos acumulan un encarecimiento del 25,72%. El alza de precios se ha ensañado especialmente con algunos productos como el aceite de oliva, que se ha disparado un 8,7% solo en el último mes. Desde marzo de 2021, el 'oro líquido' se ha encarecido un 114,8%, es decir, su precio se ha más que duplicado. Detrás de ese incremento, los agricultores señalan a la sequía, que ha arruinado las cosechas de los dos últimos años, en los que la producción no alcanza a cubrir la demanda.

Estas alzas acumuladas en los precios hacen mella en el bolsillo de los consumidores. "Aunque tenemos un IPC muy por debajo de la media europea, los precios de la alimentación, con una subida del 10,5% en agosto, menor que el año pasado pero disparada durante todo el año, y de los carburantes, que han aumentado un 7,2%, hacen complicadísimo que los hogares puedan continuar soportando incrementos de precios de bienes necesarios para el día a día", ha denunciado la secretaria de Acción Sindical y Empleo de USO, Sara García.

Con la próxima reunión del BCE a la vuelta de la esquina, los focos siguen puestos en toda Europa sobre el comportamiento de los precios. "Cabe esperar que el IPC y el IPC subyacente no se dirijan a corto plazo hacia el objetivo del 2%, sino que converjan en un punto intermedio entre ambos", vaticina el jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja, Santiago Martínez. En esa línea, la OCDE advirtió la semana pasada de que la inflación ha adquirido una naturaleza "generalizada y persistente" en la eurozona, aunque España está entre los países menos afectados. Las previsiones de la Comisión Europea, actualizadas este lunes, apuntan a que el país ibérico será el que cierre 2023 con la tasa de inflación más baja de entre las seis grandes economía europeas, en torno al 3,6%.

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