Barcelona homenajea a Allende 50 años después del golpe que acabó con su gobierno y su vida

La plaza de Salvador Allende, en el Carmel (Horta-Guinardó) no es muy grande. Algo más de 3.000 metros cuadrados que este lunes se han hecho pequeños para acoger a los cientos de personas que se han concentrado allí para homenajear al presidente chileno que da nombre al espacio y que justo hoy hace 50 años se suicidó en el Palacio de la Moneda, la sede presidencial. Se quitó la vida disparándose con un fusil, que según la leyenda le había regalado Fidel Castro, aunque otras versiones sostienen que no era la misma arma.

Lo que sí quedó claro es que el suicidio de Allende fue más bien un asesinato teledirigido: el 11 de septiembre de 1973, un golpe de Estado militar respaldado por intereses empresariales y según todos los indicios por Washington acaba con el Gobierno de Allende y la democracia. Decenas de miles de personas sufren el exilio, y entre los que se quedan, asesinato y represión.

Cuando este lunes se ha celebrado el homenaje organizado por el Comitè Ciutadà per l’Homenatge a Salvador Allende (CCHSA) y el Centre Salvador Allende (CSA), sigue sin conocerse el paradero de cerca de 1.000 detenidos por la dictadura de Cesar Augusto Pinochet, que se prolongó 17 años, durante la cual la tortura y el asesinato tuvieron lugar de forma impune. Se cuentan en 40.000 las víctimas de algún tipo de abuso en aquel periodo. De Allende y el cantautor Víctor Jara, emblemas del martirologio democrático chileno, al más desconocido de los asesinados, todos reciben un homenaje en la capital catalana desde 1980.

Eulogio Dávalos, personaje histórico

Eulogio Dávalos, un niño prodigio que actuó ante Andrés Segovia, es considerado el concertista de guitarra más importante de la historia de Chile. Residente en Barcelona, ha sido en las últimas cuatro décadas uno de los impulsores del homenaje a Allende. Su hija Verónica (por otra parte una muy conocida abogada que se ha dejado las pestañas en la defensa de tantos desahuciados de sus pisos a raíz de la crisis de la vivienda de 2008) ha sido la encargada de dirigir el acto, que ha contado con la presencia del músico. “Mi padre ha sido la referencia de Chile en Catalunya”, subraya Verónica.

Entre los asistentes al homenaje, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; la primera teniente de alcalde, Laia Bonet; la ‘consellera’ d’Acció exterior, Meritxell Serret; la de Justícia, Gemma Ubasart, y el titular de Interior, Joan Ignasi Elena.

El homenaje de 1980

“Pelos de punta, vuelvo a mirar el vídeo y me inunda la emoción. En 1980 tenía 5 años, cuando mi padre junto con compañeros chilenos activistas se juntaron en la plaza para reivindicar el asesinato de Allende y los crímenes de lesa humanidad que se cometían en Chile”, ha recordado Dávalos en un mensaje en la red social Twitter.

La plaza recibió el nombre de Salvador Allende en 1985, en respuesta a la petición formulada en 1983, cuando se cumplió una década del golpe. Verónica Dávalos es hoy presidenta del Centro Salvador Allende, de la que su padre es presidente honorífico, como lo es del Comitè Ciutadà per l’Homenatge a Salvador Allende. Los años más especiales, cuenta Dávalos hija, fueron 1998, por la detención de Pinochet en Londres, y las tres visitas de Isabel Allende Bussi, hija del presidente, a Barcelona.

Homenaje a Víctor Jara

El acto ha empezado con estruendo, tracas de bienvenida. Verónica Dávalos ha subrayado que la Casa América y la Filmoteca de Catalunya recordarán también a Allende y el final violento de su mandato, y ha destacado especialmente el homenaje al cantautor Víctor Jara que tendrá lugar el próximo sábado 16 de de septiembre en el parque de Josep Maria Serra Martí a las 11.30.

Se ha mantenido un minuto de silencio y se han escuchado tres himnos: el catalán, el chileno y ‘Venceremos’. Y de nuevo el fuego, con salvas de los Diables del Carmel y los Trabucaires d’en Perot Rocaguinarda, ha cerrado el homenaje algo especial, por la cifra, a uno de los personajes que más bien han encarnado a la idea del buen propósito cercenado por la violencia.