No es común que un homicida se entregue después de haber cometido un crimen. Sin embargo eso no fue lo que más sorprendió a la policía cuando un hombre llegó hasta sus oficinas para entregarse pues decía, acababa de asesinar a “Mister Happy”, su amigo imaginario.

Ocurrió en Florida,  Geoff Gaylord, de 37 años, se presentó en una oficina policiaca de la ciudad de Jacksonville y confesó haber matado, descuartizado y enterrado a su inseperable compañero desde hace varios años, por lo que pedía que le aplicaran inmediatamente la pena de muerte.

Según informan medios locales, Gaylord contó a las autoridades que Mr. Happy fue su mejor amigo durante siete años, pero en el último tiempo cambió y provocó una serie de incidentes "preocupantes" que terminaron en la tragedia.

"Su pieza era un desastre todo el tiempo, con sus juguetes y muñecas. Dejaba botellas vacías de vodka en la cocina, nunca botaba sus bolsas vacías de cocaína. Arruinó mi departamento al punto que ya no podía limpiarlo...", explicó el homicida confeso.

"Antes de que empezara con las drogas y a actuar raro era mi mejor amigo: íbamos a bailar, jugábamos en el parque... Los dos grandes eramos fans del doom metal; lo escuchábamos durante horas con la luz apagada", recordó.

Pero la gota que rebalsó el vaso fue, de acuerdo con el relato, un episodio en el que "Mr. Happy" chocó el auto de Gaylord y éste terminó arrestado: "Ese incidente del manejo en estado de ebriedad por el que fui injustamente culpado y lo desordenado que él se había puesto me hicieron volverme loco, me hicieron perder el control y lo asesiné... Hice lo impensable y maté a mi mejor amigo. Soy una mala persona y debo ser castigado", declamando que ya no podía soportar la culpa que llevaba en su conciencia

Según consignó Inquisitr.com, Gaylord se presentó "increíblemente ebrio" ante la policía al momento de hacer su confesión y solicitó para sí mismo una pena de muerte "inmediata".

Ante la negativa de los oficiales para cumplir con su petición, Gaylord reaccionó de manera violenta y los amenazó. La Policía entonces lo dejó bajo custodia y fue a revisar su departamento, donde halló implementos destinados al consumo de drogas y una metralleta, levantándole a partir de esto múltiples cargos.

Del procedimiento se difundió la "tristísima" foto de prontuario que le tomó la policía a Geoff Gaylord, en que éste se ve con los ojos llorosos y el rostro compungido.