Así es vivir con un narcopiso de okupas al lado de casa: "Es la Gran Vía de la droga"

Así es vivir con un narcopiso al lado de casa: se encuentran gente drogada en el portal, hay inseguridad, robos, los clientes llaman a sus telefonillos incluso de madrugada y es un peligro para los niños. Los vecinos de un barrio de Leganés llevan más de un año sufriendo cómo unos okupas han montado un piso en el que se vende y se consume droga.

"Me encuentro gente a media noche drogados, sentados en las escaleras, vómitos, se mean. Hay peleas constantes, gritos... Vivir aquí es un infierno", nos cuenta una vecina. Aseguran que cada vez hay más gente: "Ya pasan más de 50 personas diariamente por aquí, por el portal", nos dice otro vecino.

Además, "es insalubre" y un peligro para los niños que viven en la urbanización, porque "te encuentras jeringas". Incluso preguntan a los menores dónde pillar droga: "A un niño le cogió uno por el brazo y le dijo 'dime dónde se pilla, dónde se pilla'".

"La Gran Vía de la droga"

Acudimos por la tarde y comprobamos cómo el trasiego de 'clientes' es continuo. "Estos vienen a comprar. Ya los tenemos fichados. Ese también... Así día y noche, 24 horas. Como la Gran Vía. Esto es la Gran Vía de la droga", señala. Nos sorprende que los vecinos ya conocen a los 'clientes'.

Entramos y en seguida nos cruzamos con otro: "Este señor es un cliente habitual también". Vemos cómo llega un hombre pidiendo que le abran: "Sí hay tío. Ábreme porfa". Muchos tienen que tener el telefonillo desconectado porque llaman a todas horas, incluso de madrugada: "A veces no les abren y nos llaman a todos los vecinos".

Ellos no quieren dar la cara por miedo, ya que son "gente peligrosa", nos dice otra señora. Los vecinos también sufren robos: "Se llevan lo que pillan". Les han llegado a robar hasta una ventana de aluminio del edificio.

Los okupas llevan más de un año en la vivienda

Intentamos hablar con los okupas que supuestamente trapichean con droga en el edificio, pero no nos abren la puerta. Cuando les preguntamos acerca de que los vecinos afirman que ahí se vende droga, nos contestan lo siguiente: "¡Aquí no se venden cosas de esas! ¡Qué estas hablando!". Lo niegan.

El piso donde se han metido estos okupas es una vivienda social de la Comunidad de Madrid. Los vecinos han denunciado varias veces, "a la Policía y al juzgado de guardia dos veces", pero dicen que nadie hace nada: "La Policía no viene". La respuesta que les dan es que sin una orden judicial no pueden hacer nada y así llevan más de un año.

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