En los primeros seis meses del año, Iberdrola no sólo ha logrado capear la bajada del precio de la luz y la caída de la demanda eléctrica, sino que ha salido reforzada, con un beneficio neto histórico para el periodo de 2.521 millones de euros, un 21,5% más que en el primer semestre del año pasado.
Ni siquiera el nuevo impuesto del Gobierno a los ingresos del sector, por el que la eléctrica ha pagado 216 millones de euros, ha logrado empañar la buena marcha del negocio. La eléctrica que preside Ignacio Galán ha incrementado sus ingresos hasta los 26.263 millones, casi 2.000 millones más que las ventas del primer semestre del año pasado. También ha ensanchado su margen bruto hasta rozar los 12.124 millones, un 23% más que los 9.8689 millones de idéntico periodo de 2022.
La eléctrica que preside Ignacio Galán ha incrementado sus ingresos hasta los 26.263 millones, casi 2.000 millones más que las ventas del primer semestre del año pasado. También ha ensanchado su margen bruto hasta rozar los 12.124 millones, un 23% más que los 9.8689 millones de idéntico periodo de 2022.
La empresa ha recortado sus inversiones brutas a 4.555 millones entre enero y junio, frente a los 4.741 millones del mismo periodo de 2022. Con todo, si se cuentan los últimos doce meses alcanzarían los 10.544 millones, un 8% más que, con el 93% asignadas a Redes (5.061 millones) y a Renovables (4.745 millones). Este esfuerzo inversor está detrás de una mayor deuda neta, que al cierre de junio se situaba en 45.760 millones, un 3,6% más que los 44.185 millones que registró al cierre del año pasado.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) crece un 17% respecto al primer semestre de 2022, hasta superar los 7.500 millones, gracias a los "sólidos resultados en Reino Unido y en la Unión Europea". El grupo ha informado de que el ebitda se ha visto impactado negativamente, en 85 millones en ebitda y 55 millones en beneficio, por un efecto puramente contable sobre parte de la generación eólica regulada (dentro del llamado Recore) "como consecuencia de la actualización, por parte del Gobierno español, de los precios de mercado esperados de 2023 en adelante".