Las 6 cosas más raras que hemos mandado al espacio

Más de 600 personas han visitado el espacio, más de una decena de estaciones espaciales han recibido tripulaciones en órbita y miles de satélites observan nuestro planeta o el universo desde más allá de la atmósfera. Pero no todos los lanzamientos a órbita son tan convencionales como los que consisten en mandar experimentos, provisiones y astronautas al espacio. De vez en cuando se envían objetos que no tienen una utilidad práctica en el espacio. Veamos los más raros e interesantes:

El coche de Elon Musk

Probablemente ya conocías esta entrada de la lista. Durante el vuelo inaugural del cohete Falcon Heavy, desarrollado por la empresa estadounidense SpaceX, se incluyó una carga peculiar que serviría además como publicidad para la otra empresa de Elon Musk. A bordo del Falcon Heavy iba un coche Tesla Roadster y sentado en el asiento del conductor un maniquí con uno de los trajes espaciales diseñados por la propia SpaceX. El maniquí recibió el poético nombre de Starman y actualmente se encuentra, junto al coche, en una órbita alrededor del Sol y próxima a la de Marte.

El sable láser de Luke Skywalker

No es de extrañar que exista cierta afinidad entre quienes dedican su carrera profesional a la exploración espacial y las obras de ciencia ficción que narran historias de viajeros espaciales e imperios galácticos. El lanzamiento de la misión STS-120 del transbordador espacial, tuvo lugar en 2007, cuando se cumplían 30 años del debut en cines de la primera entrega de la saga de La Guerra de las Galaxias. Para conmemorarla a bordo del transbordador Discovery voló el sable láser utilizado por el actor Mark Hamill durante el rodaje de la tercera entrega de la saga, El Retorno del Jedi. El sable volvió a tierra al finalizar la misión y a día de hoy se expone en el Centro Espacial de Houston.

Instrumentos musicales

La música es una parte fundamental de la cultura humana. Así se ha reflejado multitud de veces, con los varios instrumentos enviados al espacio. Si bien la primera experiencia musical en el espacio tuvo lugar en 1962, cuando el cosmonauta Pavlo Popovych cantó una canción tradicional ucraniana, los primeros instrumentos fueron una harmónica y unas campanitas. En diciembre de 1965, los astronautas Wally Schirra y Thomas P. Stafford, de la NASA, tocaron una versión del villancico Jingle Bells, tras anunciar el avistamiento de un objeto no identificado con una órbita polar y cuyo piloto vestía un traje espacial rojo. El canadiense Chris Hadfield llevó una guitarra a la Estación Espacial Internacional, donde grabó una versión de Space Oddity, de David Bowie, que puede verse en Youtube.

LEGOs

Figuritas diseñadas por esta famosa marca han visitado el espacio en varias ocasiones. Durante la última misión del transbordador espacial, que llevó suministro a la Estación Espacial Internacional en 2011, se llevaron también las piezas necesarias para montar una réplica de la propia estación, que fue armada por el japonés Satoshi Furukawa. Cuando el primer danés visitó la estación en 2015 también llevó con él 20 figuritas de LEGO que más tarde fueron repartidas entre niños daneses que participaron en un concurso. La sonda Juno, que estudia el planeta Júpiter desde 2016, lleva a bordo tres figuritas, que representan a Galileo Galilei (descubridor de las 4 lunas más grandes de Júpiter), al dios romano Júpiter, del cual toma su nombre el planeta y a su hermana y esposa la diosa Juno, que da nombre a la misión.

Buzz Lightyear

El famoso viajero espacial de la serie de películas Toy Story pudo volver al espacio una vez más en 2008, a bordo del transbordador espacial en su misión STS-124. Esta misión, una de las últimas del programa del transbordador espacial, de la NASA, tenía como objetivo principal transportar un módulo japonés a la estación. Seis astronautas estadounidenses y uno japonés llevaron a cabo en la misión en la que además de Buzz Lightyear transportaron prendas de deportistas famosos como el ciclista Lance Armstrong, el jugador de fútbol americano Eli Manning y el jugador de baseball Craig Biggio.

Pizza

Si la comida de los aviones es famosa por no ser la mejor experiencia culinaria, la comida de los astronautas es todavía peor. Esta comida suele venir deshidratada o en forma de pasta, para ahorrar peso y espacio, recursos muy valiosos a bordo de cualquier cohete. Sin embargo de vez en cuando los astronautas reciben comida en su formato natural porque se ha comprobado que este tipo de experiencias pueden ayudar con la carga para su salud mental que supone estar encerrados en órbita durante meses. Uno de los mejores envíos de comida “fresca” al espacio fue sin duda el de una pizza en 2001. La cadena de comida rápida Pizza Hut colaboró con Roscosmos para llevar una de sus pizzas a la Estación Espacial Internacional. Esta se convirtió también en la pizza más cara de la historia, pues el envío costó alrededor de 1 millón de dólares a la empresa.

Referencias: