Ni siquiera el tiempo electoral en el que se halla inmersa España ha detenido las conversaciones. El ministerio de Asuntos Exteriores que dirige el socialista José Manuel Albares mantiene “contactos no oficiales” con las autoridades marroquíes para lo que han bautizado como la “cogestión del espacio aéreo” del Sáhara Occidental, hasta ahora controlado desde las Islas Canarias conforme al derecho internacional y la Organización de Aviación Civil Internacional, una agencia de la ONU que supervisa la aviación civil internacional.

Así lo confirma el Ministerio de Asuntos Exteriores en respuesta a la solicitud de información de El Independiente. “Se mantienen los contactos no oficiales entre ambos países”, replica escuetamente el departamento, sin aportar más detalles. Tanto ENAIRE, el gestor de navegación aérea de España, como la Dirección General de Aviación Civil del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, contactados por este diario, han declinado ofrecer declaraciones alegando que las negociaciones son dirigidas desde Exteriores.

La cesión del espacio aéreo a Rabat ha sido uno de los temas que activó el histórico cambio de posición en el contencioso del Sáhara Occidental llevado a cabo en marzo de 2022. El espacio aéreo de la ex colonia española sigue dependiendo de los controladores de las Islas Canarias. El pasado marzo Moncloa reconoció hallarse en conversaciones iniciales con Marruecos en esa materia en cumplimiento con el punto número 7 de la Declaración Conjunta sellada en abril de 2022 durante la visita de Sánchez a Rabat, semanas después de que la Casa Real marroquí hiciera pública la carta enviada por cauces diplomáticos por Sánchez a Mohamed VI en la que brindaba su apoyo al plan de autonomía para la ex colonia española planteado por la monarquía alauí en 2007.

Compromiso durante la visita de Sánchez a Rabat

Las conversaciones con Rabat, subrayaron entonces fuentes gubernamentales, “se circunscriben a la gestión de los espacios aéreos y la coordinación entre ambas partes en aras de conseguir mayor seguridad en las conexiones y cooperación técnica”, detalló la respuesta. En la declaración de hace año y medio, España y Marruecos se comprometían a iniciar “conversaciones sobre la gestión de los espacios aéreos”.

La potencial cesión de Madrid del espacio aéreo saharaui colmaría una de las reivindicaciones del régimen marroquí. Tras 47 años de ocupación del territorio, el cielo del Sáhara Occidental se sigue controlando desde las Islas Canarias, como establece el mapa de la Organización de Aviación Civil Internacional, una agencia de la ONU que supervisa la aviación civil internacional. Pese a los intentos previos de Rabat por cambiar esta ecuación, el espacio aéreo se hallaba hasta ahora en manos de controladores canarios, encargados de vigilar y gestionar los vuelos por la zona.

Marruecos adquiere tecnología de Indra

La confirmación gubernamental de que prosiguen las negociaciones coincide con la venta al proveedor de servicios de navegación aérea marroquí ONDA (Organisation Nationale de la Sécurité Aérienne, por sus siglas en francés) de un sistema de gestión del tráfico aéreo de nueva generación manufacturado por la tecnológica española Indra. Fuentes de la compañía, no obstante, desligan este acuerdo -la adjudicación data de finales de 2019- de las conversaciones sobre el espacio aéreo. También dispone del mismo sistema su rival Argelia y en África Cabo Verde se sumó la semana pasada al portfolio de clientes.

La herramienta española contratada por Marruecos, una solución de automatización del tráfico aéreo denominada ManagAir, garantiza su coordinación con otros estados miembros de la región que forman además Francia, Portugal, España y Argelia. Este último mantiene cerrado su espacio aéreo a aviones marroquíes desde hace más de dos años, en el marco de las crecientes tensiones entre dos países que rivalizan por la hegemonía en el Magreb. Con la tecnología española, Marruecos busca lograr su objetivo de posicionarse como un operador clave en el ámbito de la navegación aérea en la región”, subraya Indra en un comunicado.

Royal Air Maroc acaba de anunciar su intención de cuadruplicar su flota para 2037

La migración al nuevo sistema se efectúa en estrecha cooperación con Eurocontrol, la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea. Este mes la aerolínea estatal, Royal Air Maroc anunció su intención de cuadruplicar su flota para 2037, de los actuales 50 aparatos hasta los 200. Una operación que incluirá la ampliación del capital de la empresa pública en busca de emular el papel de otras compañías aéreas árabes, como Qatar Airways o Emirates, que han convertido a sus respectivos estados en nudos aéreos entre Europa y Asia.

El sistema de Indra ofrece una gestión más eficiente del tráfico aéreo optimizando las trayectorias, y reduciendo significativamente las emisiones de CO2. “Nuestra empresa va a utilizar el sistema de control de tráfico aéreo más moderno del mundo. Con ManagAir, también estamos preparados para aplicar los objetivos del Cielo Único Europeo de la Comisión Europea en materia de competencia técnica de los proveedores de servicios de navegación aérea. Hemos dado el primer paso en el proceso de aumentar el potencial del nuevo sistema y la experiencia de sus usuarios”, resaltó el director del área de Navegación Aérea de ONDA, Hicham Abdelaziz Moumni.

El espacio aéreo del Sáhara, control español

El mapa de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés) no deja espacio a la duda. Según el ICAO GIS Services, el cielo del territorio ocupado ilegalmente por Marruecos se controla desde la Fir de las Islas Canarias. En el argot aeronáutico, Fir es una región de información de vuelo donde se presta un servicio de información de vuelo y un servicio de alerta (ALRS). La Organización de Aviación Civil Internacional delega en un país el control operativo de una FIR determinada, en este caso, la que abarca las Islas Canarias y el Sáhara Occidental recae en España.