En febrero de 1971 el presidente de EEUU, Richard Nixon, envió al general Vernon Walters a España para cumplir una difícil misión: averiguar qué pasaría cuando muriese Franco, algo de lo que nadie se atrevía a hablar. Cuando tuvo ocasión de hablar con el dictador, el general Walters le preguntó por la situación en el Mediterráneo pero Franco le replicó: "A su presidente lo que realmente le interesa es saber qué pasará cuando yo muera". Y le aseguró que estaban creadas las condiciones para que asumiera la jefatura del Estado el rey Juan Carlos y el país se encaminara a la democracia. Sobre todo, porque en España había emergido una clase media sólida. Imaginar una conversación similar con el rey Mohamed VI es misión imposible.

Los rumores sobre su deficitaria salud se han acrecentado con su última aparición pública, a finales de mayo, en la que se le ve más delgado y demacrado. Desde España se observa con inquietud toda la incertidumbre que rodea al estado de salud de Mohamed VI y al enredo sobre su sucesión, según fuentes de la Inteligencia militar.

Mohamed VI, que cumple 60 años en agosto próximo, padece una enfermedad autoinmune llamada sarcoidosis, que afecta a los pulmones, ganglios linfáticos y produce fatiga y pérdida de peso. Ha sido operado dos veces por una arritmia cardiaca, en febrero de 2018 y en junio de 2020. En 2019 también fue intervenido por un tumor benigno en el ojo izquierdo. La salud del monarca es un tema tabú en el reino alauí.

Mohamed VI está divorciado de la princesa Lalla Selma, procedente de una solvente familia judío marroquí, desde marzo de 2018. Es la madre del heredero, el príncipe Moulay Hasan, que acaba de cumplir 20 años en mayo pasado, y de la princesa Lalla Jadiya, de 16 años. El príncipe Moulay Hasan está muy unido a su madre, que despierta recelos en algunos sectores.

Mohamed VI tiene un hermano, el príncipe Moulay Rachid, de 53 años, y tres hermanas, con gran poder en la corte. Al hermano hay quienes lo ven como una alternativa sólida. Es el segundo en la línea de sucesión y cada vez con más frecuencia acude a actos en representación del rey, como el funeral de la Reina Isabel II.

El Estado marroquí no se compone solo de la Casa Real. Hay unas instituciones que garantizan una sucesión ordenada. Es un entramado bien engrasado"

Youssef louah rouhou, analista

"Igual que hace 21 años cuando murió Hasan II, no veo que la sucesión plantee problemas. El Estado siguió funcionando entonces y ahora sería igual. Incluso en estos momentos tiene unas instituciones incluso más robustas. El Estado marroquí no se compone solo de la Casa Real. Hay unas instituciones que garantizan una sucesión ordenada como el Ministerio de Defensa, Exteriores, Interior y Justicia. Es un entramado institucional bien engrasado. No van a improvisar", señala Youssef Louah Rouhou, analista de asuntos internacionales. "Hay dos focos dentro del territorio marroquí que pueden ser objeto de que actores externos o internos los puedan instrumentalizar: el Sáhara occidental, y la zona del Rif, pero no veo que haya capacidad ni voluntad en esos territorios para que haya levantamientos", añade el analista. 

¿Atado y bien atado?

La Constitución, en vigor desde 2011, estipula que el primogénito del rey Mohamed VI es el príncipe heredero. A sus 20 años ya estaría en condiciones de acceder al trono, si fuera necesario. A su vez, ha de ser aceptado como comendador de los creyentes. 

"¿Está todo atado y bien atado en la sucesión al trono de Marruecos? Es lo que nos gustaría creer. Pero hay demasiadas incógnitas: sobre el estado físico del rey, sobre si habrá continuidad o no. Marruecos es un vecino del sur cuya evolución nos interesa mucho. La estabilidad en el Magreb es fundamental para nuestros intereses”, señalan fuentes militares. 

Lo que más nos preocupa, en el caso de que haya un proceso de sucesión, es que se agrave el enfrentamiento entre Marruecos y Argelia"

El Sahel ya está convertido en un polvorín y cada vez está más abandonado por los países europeos y por los aliados. La salida de Francia de Mali y de Burkina Fasso ha sido la puntilla. El mayor riesgo es que se combinen las fuerzas mercenarias, de Wagner, por ejemplo, con los intereses de una potencia como China. En el Magreb preocupa la tensión entre Marruecos y Argelia, potencias regionales antagónicas. Mohamed VI nunca ha querido que la sangre llegara al río, pero no se descarta que su hijo fuerce la máquina. 

El enfrentamiento entre Marruecos y Argelia se ha hecho cada vez más complejo. Se trata de la hegemonía en el Magreb pero también hay claves africanas, hay competición en el Sahel. El mayor riesgo es que en los dos países hay muchas armas. Y España se ha quedado atrapada en este conflicto, debido al histórico giro del gobierno de Pedro Sánchez en el contencioso del Sáhara Occidental, guiado por su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, alineándose con las tesis de Marruecos.

"Lo que más nos preocupa, en el caso de que haya un proceso de sucesión, es que se agrave el enfrentamiento entre Marruecos y Argelia. Todo lo que genere caos en esa zona tan sensible nos afectaría mucho. Por los efectos comerciales, energéticos, migratorios, el terrorismo", añaden fuentes de la Inteligencia militar. 

Es más improbable, según los militares consultados, que se vean amenazadas por medios convencionales Ceuta y Melilla. "La guerra rusa en Ucrania está dejando claro que cualquier violación del orden internacional tiene serias consecuencias. Y Marruecos puede contar con Estados Unidos, pero nosotros estamos en la OTAN, y somos miembros de la Unión Europea. Otra cuestión son los ataques híbridos, como el uso de la migración, por ejemplo".  

Del joven heredero se dice que es más parecido a su abuelo Hassan II que a su padre. “El mayor peligro es que tuviera en mente poner en práctica una adaptación del lema trumpista Make Morocco Great Again”, señala un experto en Marruecos bajo anonimato. “El problema de Marruecos en el momento de la sucesión para España es la incertidumbre por la actitud de Rabat con Madrid. La opción del hermano como regente no es descabellada, pero se cree que su apoyo es minoritario. Hay otras posibilidades de regentes mientras el príncipe fortalece su perfil”. 

"Lo bueno que tiene Marruecos hasta ahora es que la figura de quién manda está clara. Y por detrás hay unos estrategas que dictan las órdenes. Pero en el caso de que haya sucesión abrirá una veda a quienes quieran recuperar el poder que no tenían, o los seguidores del Gran Marruecos busquen cómo hacerse fuertes", añade el analista marroquí. 

La preocupación por el escenario que suceda a Mohamed VI es también compartida en círculos diplomáticos españoles. “Forma parte del análisis que deben hacer nuestras autoridades. En un país tan importante para nosotros como Marruecos hay que prever una serie de escenarios futuros y eso es parte del trabajo de la diplomacia y los servicios de inteligencia”, reconoce a este diario Jorge Dezcallar, un diplomático ya retirado que ejerció como embajador de España en Rabat y director del Centro Nacional de Inteligencia.

La primera dama estadounidense Jill Biden se reúne con la princesa Hasna, hermana de Mohamed VI, en Marruecos.
La primera dama estadounidense Jill Biden se reúne con la princesa Hasna, hermana de Mohamed VI, en Marruecos.

Crecen los rumores palaciegos

Las ausencias continuadas del monarca -en 2022 pasó 200 días fuera del país, entre París y Gabón- y el deterioro de su salud, visible en sus contadas apariciones públicas, han alimentado en los últimos meses el malestar interno. Uno de los primeros rostros en manifestarlo públicamente fue Mohamed Ziane, ex ministro de Derechos Humanos. En las páginas de este diario, abogó por abrir una nueva era en la monarquía alauí, siguiendo el ejemplo de la abdicación de Juan Carlos I.

“Al tener 18 años, existe un Consejo de Regencia que tiene un poder consultivo, pero desaparece al cumplir los 19 años. La situación social y económica del país es tan grave, que el hecho de informar al pueblo de que vamos a vivir una transición en la sucesión del trono, es capaz de echar a la calle a las masas y que sirva de revulsivo”, deslizó. Poco después, Ziane, de 80 años, fue arrestado y permanece desde entonces en prisión, con acceso limitado a sus abogados y con la estricta prohibición de tener acceso a la lectura de periódicos y mantener correspondencia con el exterior.

El príncipe heredero Moulay Hasan, hijo de Mohamed VI, cumplió 20 años en mayo. Un acontecimiento que el majzén -el círculo de asesores que gobierna "de facto" el país- celebró como un hito del “glorioso trono alauí, garante de la unidad, la estabilidad y la prosperidad del reino”. El joven estudia actualmente Gobernanza, Economía y Ciencias Sociales en la Universidad Politécnica de Rabat, la institución a la que acuden los hijos de la élite local. Vive con su madre, la discreta princesa Lalla Salma, divorciada del monarca hace cinco años y la que se encarga de la formación del futuro rey. Su presencia pública ha crecido en los últimos años a costa de las prolongadas ausencias de su progenitor. La semana pasada presidió un acto de graduación de oficiales del ejército marroquí en la localidad de Kenitra, en el noroeste de Marruecos.

Pedro Sánchez y Mohamed VI, juntos durante el banquete de Iftar.
Pedro Sánchez, Mohamed VI y su hijo, juntos durante el banquete de Iftar en abril de 2022

“La ausencia del rey y sus viajes fuera de Marruecos han afectado a la popularidad de la monarquía”, admite en conversación con este diario una fuente marroquí bien informada de los asuntos que se dirimen en los despachos del reino. Habla con la condición del anonimato. “Por primera vez, la gente se pregunta en la calle quién sucederá al rey. Hay un claro vacío de poder. Nadie sabe hacia dónde va el país”, aduce. “Esto afecta enormemente a la popularidad del rey y de la monarquía, sobre todo después de que el rey no interviniera ni siquiera hablara de los altos precios de los alimentos”, agrega.

Por primera vez, la gente se pregunta en la calle quién sucederá al rey. Hay un claro vacío de poder

En los mentideros del país vecino uno de los temas recurrentes es la existencia de un conflicto en el seno de la familia real, provocado primero por la nueva vida de Mohamed VI y exacerbado ahora por la cuestión de la sucesión. La trifulca no es nueva e involucra a una pléyade de personakes, desde Abu Azaitar, el ex campeón de artes marciales de 32 años y sus dos hermanos -que constituyen lo que algunos han calificado como “la nueva familia del monarca” y su guardia pretoriana, con un estilo de vida opulento e incontables privilegios- hasta su familia biológica, capitaneada por su hermano menor Moulay Rachid y sus hermanas, las princesas Meryem, Asma y Hasna. Ante el mutis por el foro del rey, las princesas se han convertido junto a su vástago en figuras visibles del régimen marroquí. En marzo la princesa Meryem recibió a la reina Máxima de Países Bajos en Rabat. A principios de este mes Jill Biden, la primera dama de Estados Unidos, fue agasajada por Hasna durante su escala en Marrakech.

Guerra de desinformación

Como en cualquier guerra que se precie, la información es una de las armas de los bandos en liza en los pasillos palaciegos alauíes. "Los de dentro no filtran ninguna información sobre lo que realmente está pasando, excepto cuando se trata de un movimiento táctico que fácilmente utilizaría información falsa para servir a sus propios intereses", comenta otra fuente marroquí consultada por este diario. Unos de los rumores apunta a la posible renuncia de Mohamed VI, que allanaría el camino hacia el trono de su hijo o hermano.

"El ruido, en cualquier caso, indica que hay cierta incomodidad en palacio, que algunas personas allí se sienten descontentas con lo que está pasando, o temerosas de lo que pueda pasar, incluyendo las luchas entre la madre del príncipe heredero y las hermanas del rey. Y este tipo de situaciones abre las puertas a evoluciones imprevisibles", advierte este experto, que recuerda precisamente los años que precedieron al óbito de Hasán II y la llegada al trono de Mohamed VI.

Hay cierta incomodidad en palacio. Algunos allí se sienten descontentos con lo que está pasando, o temerosos de lo que pueda pasar, incluyendo las luchas entre la madre del príncipe heredero y las hermanas del rey

También entonces cundió la confusión y el cruce de rumores entre los partidarios de cada uno de los hijos varones. "Al final de la época de Hasán II, había grandes rumores que decían que su heredero, Mohamed VI, era un genio, eficiente, abierto de mente… y otros que decían que era superficial, violento y que sólo le interesaba el ocio, y se promovía la imagen inversa para su hermano", rememora.

"Cuando las cosas se aclararon, resultó que sólo se trataba de manipulaciones por su parte y por la otra, que estaba liderada por Driss Basri, que le quería fuera de la corona. Una de las primeras cosas que hizo Mohamed VI fue humillar a Basri y deshacerse de él", alega. Basri, que había sido ministro del Interior durante veinte años, fue cesado tras la muerte de Hasán II y se exilió en París, donde falleció en 2007.

Al enredo que atraviesa la corte alauí se suma una delicada coyuntura económica, política y social. La inflación se situó en el 7,1% a finales de mayo después de superar el 10% en febrero. Los precios de los alimentos básicos se triplicaron en cuestión de semanas elevando el descontento popular en un país de notables abismos sociales y una economía muy débil. "Es una economía completamente desarticulada por la depredación y la corrupción; lastrada por el coste absolutamente astronómico del Sáhara, el ejército y la carrera armamentística con Argelia; y el dispendio desorbitado de la monarquía y la gestión de las élites", admite un economista marroquí que exige anonimato.

La administración y su ingente gasto en mantener "un prestigio internacional", agrega, carece de "racionalidad económica y consume la poca riqueza que nos queda y que podría contribuir a nuestro desarrollo". Una precariedad que junto a la ausencia de libertades públicas y la persecución de la disidencia añaden agitación al cóctel de palacio. "Yo no haría ningún pronóstico por ahora. Cuando las situaciones son tensas, las crisis son profundas y sin soluciones, los actores son demasiados, los escenarios son infinitos y las reglas pueden romperse en cualquier momento por cualquier jugador…", concluye una de las fuentes marroquíes.