Podemos deja caer a Irene Montero y confirma que se mantiene dentro de Sumar. Todo en el mismo día en el que la ministra de Igualdad ha roto su silencio para rebelarse contra el "veto injusto que Yolanda [Díaz] ha querido mantener" sobre ella en las listas electorales. Ha disparado contra ella culpándola de "aceptar las reglas de juego de la reacción y la extrema derecha" contra el feminismo.
A pesar de esa exclusión de la candidatura, el partido morado acepta el sacrificio y no romperá su alianza electoral con Yolanda Díaz por muy en contra que esté. Eso sí, la secretaria general, Ione Belarra, ha hecho hincapié en que se trata de "la decisión más difícil en el momento más complicado". Es, ha incidido, el "camino correcto" para combatir el "tsunami reaccionario", pero también "el más doloroso" para la formación morada y sus militantes.
El Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, el máximo órgano del partido entre congresos, ratifica por tanto la estrategia adoptada por la Ejecutiva el pasado 9 de junio, cuando firmó la coalición con Sumar, asumiendo que había que sacrificar a Montero, dejándola fuera de la candidatura.
En su intervención en abierto ante ese órgano, Belarra ha defendido que si se decidió "firmar" con Sumar es porque "la única posibilidad de revalidar el Gobierno de coalición es presentar una candidatura única" en el espacio. Por eso ha remarcado que se coloca "el interés colectivo y del país por delante del interés como partido". "Algunos han tratado de aprovechar esto, pero también será el éxito de nuestro proyecto a medio plazo", ha disparado contra Sumar.
Podemos está ante un cambio de ciclo dentro del espacio político de la izquierda alternativa al PSOE y reconoce que ha tenido que claudicar en muchos aspectos más allá del caso concreto de Montero. Belarra lo ha explicado. A partir de ahora el partido tendrá un papel "modesto" dentro de la coalición. Habrá menos candidatos morados de los que ella pretendía colocar en las listas y también ha tenido que tragar con no "marcar" los mensajes ni el tono de la campaña electoral, que ahora asumirá Sumar en colaboración con otros partidos como Más Madrid.
Tras un largo pulso de meses con Sumar, Belarra acepta pasar de pantalla, entierra el hacha de guerra y sitúa ahora a Podemos "detrás de Yolanda Díaz" para "hacer lo que nos pida" para "frenar a las derechas y seguir impulsando las transformaciones sociales". Es la asunción del nuevo rol que le espera a Podemos: secundario y sometido al liderazgo de Díaz.
Por eso mismo Belarra ha querido enviar un mensaje a la militancia para que no se resigne. "Aunque Podemos no lidere tenemos un inmenso trabajo por delante", ha dicho. Así, les ha pedido "no bajar los brazos" porque el camino es "largo". "Se abre una etapa para poner las energías como organización en el poder cultural, social militante".
La secretaria general de Podemos ha remarcado que Montero seguirá siendo "parte del presente y parte indispensable del futuro" del partido morado. "Podemos rechaza el veto a Irene Montero y públicamente quiero decirte que esta organización nunca te va a soltar la mano", ha dicho. Belarra ha explicado que han intentado que los dirigentes de Sumar "rectificaran" pero "lamentablemente no ha sido posible". Es, a su juicio, un "error" y un mensaje de que los "ataques" de la derecha "logran su objetivo".
"La reacción se frena no callando"
Después de Belarra ha llegado el turno de Montero. Es una excepción que su intervención se retransmita en abierto. La número dos de Podemos rompía un silencio de tres semanas en las que ha estado el foco sobre ella. Ha aprovechado el escenario para cerrar filas en torno a su secretaria general para exhibir unidad y hacerse corresponsable de una decisión que supone situar al partido en "uno de los momentos más difíciles" que ha vivido. Así, ha loado a Belarra y le ha agradecido sus "aciertos" en los pasos que ha habido que dar y en la toma de decisiones complicadas.
"Quiero agradeceros todo el apoyo, el cariño y los esfuerzos para levantar un veto injusto que Yolanda ha querido mantener", ha señalado a continuación.
A partir de ahí, Montero ha hecho una defensa acérrima de su tarea en el Ministerio de Igualdad y ha presentado su veto en las listas como una concesión a la "reacción antifeminista". "No podemos aceptar las reglas de juego de la reacción y la extrema derecha", ha dicho.
A lo largo de toda su intervención ha dejado críticas y reproches. A veces más velados, a veces más directos. Todo para presentarse como víctima por su condición de líder feminista de la "ofensiva reaccionaria" que se ha desplegado como respuesta a sus "avances" en el Ministerio. Un discurso en la que no ha habido la más mínima autocrítica ni reconocimiento de errores, como el que desató la ley del sólo sí es sí con más de mil rebajas de condena a agresores sexuales.
Montero, que vestía una camiseta con el rostro de la escritora feminista Audre Lorde, ha citado una frase suya: "Tu silencio no te protegerá". Y ha rematado: "La reacción se frena precisamente así, no callando sino haciéndonos visibles".
"Ahora nos están mostrando con dureza las consecuencias que nos quieren hacer pagar por hablar, por no callar, por conquistar derechos. La violencia política y su disciplinamiento. Pero compañeros, sabemos muy bien que las consecuencias de callar son aún peores", ha ahondado.
En paralelo al Consejo Ciudadano, del que ya no forma parte, Pablo Iglesias ha irrumpido para dejar su puntilla en este momento. En un mensaje en Twitter ha alabado a Belarra y Montero, de las que ha subido una foto juntas, y ha arremetido contra Díaz. "No es frecuente que el valor y la decencia prevalezcan sobre la cobardía y la mezquindad... Pero qué hermoso es caminar detrás de vosotras, compañeras. Gracias y adelante".
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