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Artyomovsk, Donbass, Donetsk, Ejército Ucraniano, Rusia, Ucrania

La batalla por Artyomovsk

Artículo Original: Alexander Kots / Komsomolskaya Pravda

A lo largo de la carretera hay barreras antitanque y bloques de cemento. Parece que Kiev estaba preparándose para repeler ataques con tanques. Pero la infantería, para la que estas barreras no es un obstáculo, entró en la ciudad. El centro, la Plaza de la Libertad, está cubierto de trincheras. El valor defensivo de estas fortificaciones es cuestionable. Podrían ser fácilmente destruidas con la artillería desde Opitnoe. En realidad, parece que Bajmut no fue seriamente preparada para la defensa dentro de la ciudad desde el punto de vista de la ingeniería. “Así es”, confirma Batya cuando pasamos junto a la Casa de Cultura camino del ayuntamiento. “Puede que se quedaran con el dinero previsto para ello. Los soldados simplemente se metieron en las casas, de donde es más difícil echarles. Tomamos prisioneros en grupos”.

“¿Entonces por qué está llevando tanto tiempo la liberación de la ciudad?”

“Ha habido una resistencia muy fuerte en el camino hacia Artyomovsk. Y entonces lo rompimos. Llegamos al centro desde el sur en dos semanas. Al principio, las unidades eran diferentes, resistían con fuerza. Mandaron a la defensa a soldados de Vinnitsa, Transcarpatia, Nikolaev. Pero, en general, ha habido mucho lamento diciendo que era una fortaleza inexpugnable. No es tan inexpugnable. No es tan fortaleza. Ni siquiera han usado las trincheras que han cavado en el centro. Todos fueron a las casas y cuando se marcharon de ahí, destruyeron los edificios de nueve pisos para no dejarnos alturas. Pero incluso ahora, no se van de sus posiciones, están resistiendo”.

Los ucranianos también hicieron explotar el ayuntamiento para evitar un simbolismo que no les gustaba. Las banderas rusas fueron izadas sobre una pila de ladrillos para formalizar la captura “legal” de la ciudad.

Batya es de Ucrania. Su padre y su hermano fueron asesinados por ultraderechistas y él fue a la milicia, luchó en la RPL. En 2016, cuando la “fase caliente” del conflicto bajó, pasó a Wagner. Tiene experiencia en África.

“Aquí tenían un almacén de víveres”, dice el comandante del batallón de reconocimiento mostrando el quemado interior del edificio con columnas de la plaza central de la ciudad. “En casi cada cruce había un sótano equipado con un punto de suministro de munición. Durante la retirada, se dejaron la munición, gracias por eso. No pierden el tiempo en logística. Puedes bajar aquí a echar un vistazo”.

En el sótano hay una columna de cajas. Hay armas extranjeras aquí: granadas estadounidenses, cartuchos de Kalashnikov, lanzagranadas búlgaras…Todo esto pasa a la acción y es devuelto al oponente. Literal y simbólicamente.

“Chicos, pegaos al suelo, lo más bajo posible, os necesito vivos”, dirige Batya por la radio. Sus soldados están asaltando una zona de viviendas residenciales al oeste de Artyomovsk. Es la parte de la ciudad aún bajo control de Ucrania. Subimos al edificio de pisos que sobrevive y que da una visión panorámica del frente. Los flashes de las explosiones estallan convirtiéndose en humo blanco. Los proyectiles de ambos bandos cruzan el cielo, los cañones golpean desde el flanco. El aire está lleno de metal. En la colina al otro lado, arde un edificio de nueve pisos en el que se ha atrincherado el enemigo. En la parte trasera de la habitación, un operador de ametralladora observa todo con binoculares. Delante de él, una ametralladora de gran calibre mira por la desconchada ventana.

“El enemigo (en realidad utilizó una palabra obscena sinónimo de gay, la misma que el otro bando utiliza para los músicos) tiene dos 200 y dos 300 [muertos y heridos], dicen que quieren rendirse, luego que no”, dice la radio.

“Bueno, pues si no quieren, que ardan”, responde alguien con calma. No hay tiempo para los sentimientos. Es o él o tú. Nadie va a tomar un riesgo en vano. La etapa de los caballeros pasó hace mucho tiempo.

“Damos cobertura a nuestros chicos si necesitan resolver alguna posición”, explica el operador de ametralladora. “Trabajamos a diferentes rangos en 2,5 kilómetros. La ametralladora va bien, una DShK, la vieja ametralladora ayuda. Lo principal es que es precisa, aunque sea vieja”.

“¿No se cae el hombro?”

“Está bien. Comparada con otras, apenas provoca culatazo. Lo principal es instalarla correctamente”.

Un grupo de evacuación está trabajando en el sótano de un edificio cercano. Su tarea es sacar a los heridos que se encuentran bajo el fuego. “Los grupos de asalto también nos ayudan, todos cooperamos”, nos dice el comandante del grupo de evacuación al saludarnos. “Nuestros soldados pueden tanto luchar como prestar primeros auxilios, lo han aprendido en la instrucción. Además de a los nuestros, estamos evacuando a civiles. La mayoría se alegran de vernos, nos reciben con una sonrisa. Por cierto, el enemigo no para de disparar cuando evacuamos a la población civil. Recientemente, hemos sacado a unos abuelos bajo el fuego. La abuela murió por fuego de ametralladora”.

“¿Cuál es el algoritmo de vuestro trabajo?”

“Los algoritmos solo funcionan en los libros. Arrastras al soldado todo lo que puedes. Los chicos vienen corriendo a ayudar. No existe ninguna frontera más allá de la cual te retiras y te vas. Tiras con las manos mientras tengas fuerza. Parar la hemorragia, darle calmantes. Después pasarlo a los servicios médicos y transportarlo a la retaguardia. Durante mi servicio, ni uno solo ha muerto en mis manos”.

“¿Llevas mucho tiempo luchando?”

“Estoy aquí desde el 17 de diciembre”.

“¿Qué hacías antes de esto?”

“Estoy en el proyecto”, dice algo avergonzado. El proyecto es el reclutamiento de presos en centros de privación de libertad. Se suele llamar proyectistas a los reclutas.

“¿Por qué estabas en la cárcel, si se puede preguntar?”

“Por cosas terribles. No quiero ni hablar de ellos. Armas, tiroteos, peleas…”

Batya dice que los soldados reclutados en las cárceles luchan con valentía y que muchos vuelven con un segundo contrato después de obtener el indulto. “Estoy muy orgulloso de uno de los soldados de mi pelotón, un expreso, que recibió una medalla de manos del presidente”, admite el comandante.

Siguiendo al tanque que ha estado trabajando sobre el enemigo, dejamos atrás Bajmut para volver a la retaguardia. Retaguardia es un decir, la artillería ucraniana sigue atacando las llegadas a Artyomovsk, pero ahora lo hace sin alma, condenada. Me intereso por los detalles de las salidas de esta mañana con el comandante del personal. “El enemigo tiene la colina dominante ahí, los nuestros están en las tierras bajas, nos ven. Fue necesario demoler el edificio en el que las cámaras monitorizaban nuestros movimientos”, explica con sinceridad. “Demolimos el piso superior”.

“¿Se está repensando aquí el uso de los tanques?”

“Por supuesto. Si antes el tanque era la principal fuerza de ataque de las fuerzas terrestres, ahora es realmente una herramienta para apoyar a la infantería. Las tácticas han cambiado dramáticamente. Con la saturación moderna del frente con armas antitanque, no puede haber un gran avance en ese equipamiento. Tienen tanto NLAWs como Javelins, mucha munición, perderíamos el carro inmediatamente. La infantería está avanzando, se encuentra con resistencias, nos aproximamos, trabajamos con los grupos de asalto y seguimos adelante”.

“¿Cuánto tiempo llevas trabajando en el T-90?”

“Este es el séptimo mes”.

“En una máquina tenaz, ¿cuál es el secreto?”

“No voy a decir nada. No saltamos como tontos, primero hay que caminar a pie mirar, determinar las vías de escape. Hay que estar de acuerdo con la infantería, establecer la interacción, cómo va a ser la cobertura. Solo entonces vas a la posición de tiro. El carro es caro, sería una pena perderlo”.

“¿Cuánto tiempo llevas en la compañía?”

“Desde abril. También tomé Popasnaya. Estaba en casa viendo en internet cómo actuaban nuestras tropas y quise ayudar. No por dinero, por una idea”.

“¿Habías servido antes?”

“Sí, llegué a oficial, 23 años de calendario, 30 años de servicio general. Me retiré en 2020. Intento realizar las tareas al 100%. Nunca se rompe. Tengo el viejo tanque desde junio y de mil disparos, no ha habido un solo fallido. Monitorizamos las condiciones con cuidado. No podemos decepcionarles”.

“¿Cómo valoras el T90?”

“Es un buen carro, especialmente en comparación con otros. Comparado con el T72B3, hay más espacio, se ha instalado una vista multicanal para el comandante, hay un canal independiente de imagen térmica, un canal de telémetro óptico, televisión… Un sistema antiaéreo portátil es en general una bomba, especialmente en la ciudad: el tanquista trabaja sobre sus objetivos con el cañón y tú das vueltas en el piso superior esperando que no salgan y lo tire. Por supuesto, hay problemas, pero tenemos conexión con Uralvagonzavod, que se encarga de solucionar las cosas”.

Dos helicópteros de ataque pasan por el cielo, enviando misiles hacia el enemigo. El cielo queda cortado por un resto negro con sus huellas. Unos segundos después, se escuchan explosiones en la distancia. Pese a que nuestras fuerzas ya controlan más del 80% de Bajmut, las Fuerzas Armadas de Ucrania siguen resistiendo. Kiev no se atreve a dar la orden de retirada a sus tropas. Según Wagner, Ucrania ha perdido 32.000 soldados en la carnicería de Artyomovsk.

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