El Gobierno sugiere "revertir" la brecha de género en las universidades con cuotas o incentivos económicos

Varios alumnos antes de comenzar uno de los exámenes de las pruebas de acceso a la Universidad en Sevilla.
Varios alumnos antes de comenzar uno de los exámenes de las pruebas de acceso a la Universidad en Sevilla.
Eduardo Briones / Europa Press
Varios alumnos antes de comenzar uno de los exámenes de las pruebas de acceso a la Universidad en Sevilla.

El Ministerio de Universidades se ha propuesto revertir los datos de brecha por estereotipos de género que revelan que hay campos de estudio —y, por ende, profesiones— en los que todavía las mujeres están o bien sobrerrepresentadas o, por el contrario, infrarrepresentadas. Así lo ha constatado este lunes el departamento dirigido por Joan Subirats tras un año de investigaciones en el que ha llevado a cabo un estudio cualitativo con entrevistas a diez expertas en la materia. 

Los resultados exponen una tendencia clara: hay carreras, como las relacionadas con las ciencias de la salud, servicios sociales, o educación, cuyas alumnas son mayoritariamente mujeres. Por el contrario, los hombres representan una mayoría muy amplia en otros campos como la informática, las ingenierías o las matemáticas. Para "revertir" este contexto, el titular de Universidades ha puesto sobre la mesa algunas ideas, como fijar cuotas crecientes en los grados con mayor desequilibrio entre hombres y mujeres, o incluso rebajar el precio de las matrículas para el sexo menos representado en algunos grados. 

"Es obvio que tenemos cifras que no son propias del siglo XXI; hay una separación muy fuerte. Cuando empezamos a tener cifras que superan el 60% de mayor presencia de hombres o de mujeres, es que estamos en una situación de desequilibrio", ha subrayado Subirats. 

Para igualar esos porcentajes en los campos de estudios en los que no hay tanto equilibrio, el Ministerio de Universidades ha lanzado la campaña Dale la vuelta, para tratar de sensibilizar a la población universitaria de esta realidad. Ya de cara a 2024, Subirats ha anunciado también la creación de un grupo de trabajo interministerial para avanzar y revertir las cifras actuales de segregación en las universidades. 

Ellas en enfermería, ellos en informática

Los datos más recientes, del curso 2020-2021, muestran que el caso más "extremo" de segregación en las universidades es el de los estudios de enfermería: las mujeres representan el 82% del estudiantado de grado en los campus españoles. Aunque también hay casos como los estudios de psicología, en los que las estudiantes representan un 76%; o los de medicina, donde casi siete de cada diez matriculadas son mujeres. Lo mismo sucede en los estudios relacionados con la educación, donde el 64% del estudiantado son mujeres, proporción que en Educación Infantil se dispara hasta el 92%. 

La tendencia, no obstante, se invierte en otras carreras y ámbitos de estudios en los que son los hombres quienes representan la amplia mayoría. Es el caso de la informática, por ejemplo, donde el 86% son chicos; o en las Ingenierías, en los que ello representan el 74% de los matriculados; las Matemáticas y Estadística, en los que suponen el 64%; o en Humanidades, donde son un 62% de los estudiantes. 

Cuotas en las matriculaciones

A juicio de Subirats, es importante centrarse en "qué hacer" para enmendar esta situación. "Ya se está empezando", ha señalado el ministro, quien ha recordado todo el debate que se ha ido generalizando en torno a la motivación de las niñas hacia las carreras STEAM. Considera importante también "mejorar los paradigmas didácticos" y trabajar en "planteamientos más híbridos" e interdisciplinares para que las carreras más técnicas incorporen elementos más humanistas, y viceversa.

"Queremos acabar de perfilar el estudio para ver hasta qué unto podríamos tener una lógica más proactiva", ha aseverado Subirats, quien ha dejado caer posibles iniciativas como las cuotas dentro de las universidades para "incentivar las matriculaciones en grados cuando queramos motivar la presencia masculina o femenina en ciertos grados".

Podría hacerse, según ha explicado el titular de Universidades en la rueda de prensa, reduciendo el precio de ciertas matrículas "a la parte que nos falta", es decir, a hombres o a mujeres, según el desequilibrio. "Generar un incentivo de carácter económico podría ser una de las líneas. La otra fijar una cuota determinada que fuera creciendo", ha añadido. Con todo, se trata de ideas que, tal y como ha subrayado, "son imposibles de poner en práctica" sin incorporar al debate a las comunidades autónomas y a las universidades. "No tenemos competencias directas para entrar ahí", ha subrayado Subirats. 

En la rueda de prensa también han intervenido la rectora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y responsable de CRUE Igualdad, Amaya Mendikoetxea; y la experta en segregación en los estudios, María Ángeles Sallé. "Cualquier actuación tiene que ser una actuación temprana", ha subrayado Mendikoetxea. Según ha aseverado, esta brecha de género se da en  "todas las etapas educativas", no solo en la universidad, por lo que considera crucial que también se fomenten actuaciones dirigidas al profesorado. "Solo si se aborda desde una perspectiva global y desde edades tempranas, podremos abordarlo", ha reiterado la rectora.

María Ángeles Sallé, por su parte, ha precisado que este "complejo" fenómeno, no tiene soluciones simples "ni recetas rápidas", pues está "muy arraigado en las desigualdades de género". "Pero también está muy ensartado en algo de lo que hablamos menos: la manera dicotómica como interpretamos el mundo", ha añadido, en referencia a la diferenciación Ciencias-Humanidades y a cómo lo más habitual es que el valor de uno se contraponga al otro. "Y la realidad es que la vida no funciona así. Tenemos que meternos en vena lo que significa la hibridación", ha asegurado. 

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