La capa de ozono vuelve a estar en peligro: los lanzamientos espaciales están volviendo a abrir el agujero

¿Hasta qué punto está produciéndose un nuevo deterioro de la capa de ozono? He aquí las claves para entender qué relación hay entre este fenómeno y la industria espacial.

La capa de ozono vuelve a estar en peligro: los lanzamientos espaciales están volviendo a abrir el agujero
Los lanzamientos de empresas como SpaceX están contribuyendo a un deterioro progresivo de la capa de ozono. Imagen: Infobae

La capa de ozono, en buena parte, es lo que nos permite tolerar los rayos solares en su camino hasta impactar con la superficie de los océanos y continentes. Actúa como barrera para evitar que parte de la radiación llegue hasta la Tierra, por lo que se trata de una especie de mecanismo de defensa. Ahora bien, ¿hasta qué punto nos encontramos ante un deterioro progresivo de esta capa protectora? Gracias a la realización de estudios se pudo comprobar cómo se habían abierto determinadas brechas, un aspecto muy peligroso y que puede conllevar múltiples problemas medioambientales.

Es cierto que parecía que en los últimos años se había cerrado en parte el agujero de la capa de ozono, pero ahora acabamos de conocer que podría volver a estar abriéndose de nuevo a medida que los programas espaciales están desarrollándose con más frecuencia. ¿Qué relación hay entre ambas teorías? Se sabe que este sector es uno de los que más emisiones contaminantes ofrece debido a la quema descontrolada de combustible. Nos encontramos ante lanzamientos capaces de consumir miles de litros de carburante en apenas unos segundos, por lo que esto parece que está teniendo consecuencias directas en esta especie de película presente en la atmósfera.

Veamos, por tanto, a qué nos enfrentamos, qué es lo que verdaderamente está ocurriendo y, por supuesto, hasta qué punto esto puede derivar en un serie riesgo para la salud de las personas en el medio plazo. ¿Debería ponerse coto a este tipo de lanzamientos o es algo que debería incentivarse todavía más debido a la importancia de la exploración espacial? Empresas como SpaceX o la NASA, entre otras, tienen mucho que ver en esta historia.

La capa de ozono y sus múltiples problemas relacionados con la investigación espacial

De acuerdo con la información de Gizmodo, la capa de ozono podría estar, nuevamente, deteriorándose. Esto es lo que se puede entender tras analizar cómo se han desarrollado programas de lanzamiento particularmente peligrosos. Tras el denominado Protocolo de Montreal en 1987, se llevaron a cabo importantes movimientos para eliminar la emisiones de partículas contaminantes en el medioambiente. Una de las claves para lograrlo estaba relacionada, directamente, con la reducción del número de despegues de naves espaciales y cohetes.

La llegada al mercado y el crecimiento exponencial de la visibilidad de empresas como SpaceX ha provocado que las emisiones se hayan vuelto a disparar nuevamente. Se está poniendo el foco en los múltiples ensayos con cohetes, lo cual está suponiendo una correlación positiva respecto al empeoramiento de la situación. Es de vital importancia llevar a cabo ahora movimientos encaminados a reconducir la situación vivida hace unas pocas décadas. Solo en el año 2022 se lanzaron más de 180 cohetes, un registro que jamás había tenido lugar desde que se registran datos.

A modo de ejemplo, en el año 2016 se analizó el nivel de contaminación que había tenido el Falcon 9 con el satélite Thaicom-6 a bordo. Al parecer, las estimaciones apuntan a que se liberó un total de una tonelada métrica de óxidos de nitrógeno, lo que sería el equivalente a las emisiones generadas por un total de 1.400 automóviles en un año. Se trata, por tanto, de un programa de lanzamiento que, multiplicado por decenas y decenas de unidades, sí puede tener efectos cuantificables en la atmósfera.

Así pues, mientras áreas geográficas como Europa llevan a cabo movimientos para reducir las emisiones contaminantes, tales como la prohibición de la matriculación de vehículos de combustión interna para 2035, otras industrias están tomando el relevo en lo que se refiere a la generación de malos humos.

Sea como fuere, habrá que esperar un tiempo a ver qué ocurre en un futuro para poder comprender hasta qué punto se establece una determinada regulación o si, por el contrario, se sigue apostando por la contaminación venida desde este sector.

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