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El padre de Bastian consigue la custodia en exclusiva del menor tras poner fin al secuestro perpetrado por la madre

Harto de la lentitud de la Justicia, el progenitor rescató al pequeño en Portugal por sus propios medios. Los tribunales por fin le dan la razón.

Harto de la lentitud de la Justicia, el progenitor rescató al pequeño en Portugal por sus propios medios. Los tribunales por fin le dan la razón.
Alexandre Riera y su hijo Bastian | LD

Nuevo giro en el caso del pequeño Bastian, el niño secuestrado por su madre el pasado mes de mayo y rescatado por su padre en Portugal. Tras meses de angustia, la justicia española ha decidido finalmente otorgarle la custodia en exclusiva al progenitor, permitiendo únicamente visitas supervisadas de la madre en un punto de encuentro. Así lo ha confirmado en primicia a Libertad Digital el propio A.R.: "No puedo estar más feliz".

El pequeño lleva ya más de dos meses viviendo junto a su padre en Barcelona -donde residían antes del secuestro- gracias a un rescate de película en el país vecino que, sin embargo, no corrió a cargo de la Policía, sino de unos detectives privados que él mismo había contratado ante la lentitud de la Justicia. Gracias a la labor de estos profesionales, el pasado mes de agosto, las autoridades lusas ya habían conseguido detener a la madre del menor, localizada en una ecoaldea de Lagos. Sin embargo, Portugal decidió entonces fijar la residencia temporal del pequeño Bastian en casa de su abuela materna mientras decidía qué hacer con el caso.

El rescate en Portugal

Desesperado por una situación que sabía que podía alargarse en el tiempo, y atemorizado por las pistas que apuntaban a un plan de fuga a África en caso de que consiguiera la libertad provisional, a principios de septiembre el padre decidió tomar cartas en el asunto y llevarse a su hijo por sus propios medios, partiendo la premisa de que él seguía ostentando tanto la patria potestad como la custodia compartida.

Según la prensa portuguesa, dos hombres supuestamente enviados por él se personaron en Setúbal y, haciéndose pasar por policías, le comunicaron a su abuela que debían hacerse cargo de Bastian. El padre no confirmó este extremo, simplemente se limitó a corroborar al Ministerio de Justicia que el pequeño se encontraba con él en la ciudad en la que siempre había estado fijado su domicilio y que estaba perfectamente.

Una sentencia esperanzadora

Ahora, la Justicia española pone fin al calvario que A.R. ha sufrido durante los últimos seis meses y da cierta esperanza a otros tantos padres cuyos hijos han sido secuestrados por sus exparejas, aunque sigue dejando en el aire qué hubiera pasado si el niño siguiera en Portugal y el caso se hubiera convertido en una pugna entre dos países.

Sea como fuera, este padre barcelonés respira hoy feliz junto a su hijo, aunque nada ni nadie le asegura que la madre no vuelva a reincidir. Atrás quedan también hasta siete denuncias que la Justicia acabó desestimando y en las que su expareja le llegó a acusar incluso de abusar sexualmente del pequeño.

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