Un atentado con bomba deja 6 muertos y 81 heridos en la gran avenida de Estambul

Turquía

Erdogan ha calificado de "ataque vil" la explosión en Istiklal, la vía peatonal más turística de la ciudad 

Atentado en Estambul | Última hora de los muertos y heridos, en directo

Un atentado con bomba deja 6 muertos y 81 heridos en la gran avenida de Estambul
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Varios muertos y docenas de heridos por un atentado con bomba en Istiklal, la gran avenida peatonal de Estambul, que registra riadas humanas a casi cualquier hora y especialmente los fines de semana

El terrorismo ha vuelto a golpear Turquía con dureza este domingo, tras un respiro de casi seis años. Al menos seis personas han fallecido y otras 81 han resultado heridas -dos de ellas muy graves- en una explosión en la avenida Istiklal de Estambul. Así lo ha detallado desde la cercana plaza Taksim el vicepresidente, Fuat Oktay, que ha confirmado que se está investigando como un atentado. 

Poco antes, Recep Tayyip Erdogan, justo antes de volar rumbo a Bali, había dado a entender que se trataba de "un ataque vil" que, según él, "huele a terrorismo". El presidente turco también informó de que la principal sospechosa es una mujer grabada por una cámara de seguridad cuando abandonaba una bolsa en el lugar de la deflagración. 

Esta se ha producido a las 16.20 hora local, en la vía peatonal  más concurrida y turística de la metrópolis, que se encontraba abarrotada, con toda las tiendas, cafés y restaurantes abiertos, pese a ser domingo. 

No reivindicado

La policía confía en que la identificación de una sospechosa aclare la autoría del atentado

El lugar exacto de la detonación ha sido una de las jardineras que hace las veces de banco, frente a una de las dos tiendas de Mango situadas en la parte alta de la citada avenida. Según ha aclarado el ministro de Justicia, la sospechosa -que vestía pantalones de camuflaje y un velo mal puesto-habría permanecido tres cuartos de hora sentada, antes de levantarse, con unos dos minutos de antelación respecto a la explosión. 

No habría sido, pues, un atentado suicida. La identificación de la terrorista deberá permitir esclarecer qué organización está detrás de la matanza, hasta ahora no reivindicada.  

Las imágenes aparecidas en redes sociales muestran media docena de cuerpos desparramados de hombres  y mujeres y un cochecito por los suelos, mientras una señora mayor aparece aturdida y con la cara ensangrentada, sentada ya al borde de una ambulancia. 

Entre las víctimas mortales se habría identificado a una niña de nueve años -cuyo padre, funcionario de un ministerio, también habría fallecido- y a una chica de quince. Dos de los seis fallecimientos se habrían producido en el hospital. Aunque la mitad de los heridos habían sido dados de alta a medianoche,  unos cuarenta permanecían hospitalizados, cinco de ellos en la UCI. 

Los accesos a esta arteria de Estambul, nuevamente abarrotada de turistas de Oriente Medio, fueron cortados al cabo de pocos minutos y las tiendas han bajado las persianas. Al tratarse de una avenida con multitud de consulados -en el antiguo barrio de los europeos- la policía contará con una gran abundancia de grabaciones de cámaras de seguridad. Erdogan ha prometido que "los culpables serán identificados y castigados" y que "no conseguirán doblegar a Turquía, como no lo consiguieron antes". 

El organismo de control de los medios de comunicación de Turquía ha restringido la emisión de imágenes y vídeos de la matanza, dificultando el acceso a algunas redes sociales y, al parecer, reduciendo la amplitud de banda de internet, para aminorar la alarma social y desacelerar la difusión de rumores.

La sospechosa de haber participado en el atentado de este domingo, captada por una cámara de seguridad

La sospechosa de haber participado en el atentado de este domingo, captada por una cámara de seguridad con la extraña combinación de pantalones de camuflaje y un velo mal puesto

Ragip Soylu / Twitter

Ahora Turquía cruza los dedos para que se trate de un hecho aislado, puesto que está muy fresca la terrible serie de atentados de 2015 y 2016, que allanaron el camino para la intentona golpista del 15 de julio de aquel año. En su mayor parte fueron reivindicados por Estado Islámico y en algunos casos por una organización subsidiaria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), utilizada por este cuando se trata de objetivos civiles. En los últimos meses, el ejército turco no ha dejado de hostigar con drones las bases de la organización armada en el norte de Irak. 

Cabe recordar que la avenida Istiklal ya fue golpeada por un terrorista -suicida- en 2016, durante una ola de atentados entrelazados con la guerra de Siria, que dejó un reguero de cientos de muertos en Turquía. Muchos de ellos en la misma Estambul, repartidos entre la plaza de Santa Sofía, el aeropuerto Atatürk o las inmediaciones del estadio del Besiktas, que este domingo tuvo que suspender el partido, a apenas ochocientos metros de la explosión. 

Aquel diciembre de 2016, en Ankara, fue asesinado el embajador de Rusia. Quince días después, en Nochevieja, se produjo la masacre del Club Reina, junto al Bósforo. Desde aquella fecha, Estambul prácticamente no había tenido ningún sobresalto. Hasta este domingo.

Cuando faltan apenas seis meses para las elecciones, con los precedentes citados, existe el temor a una escalada de tensión. Supone también un doloroso despertar para Turquía, que tras contener los efectos secundarios del conflicto sirio, creía poder caminar sobre las brasas de la guerra de Ucrania, gracias a una neutralidad elogiada tanto por Moscú como por Kyiv, pero no entendida del todo por todos sus socios. Dicho navegar entre dos aguas le estaba reportando beneficios a la economía turca y mejorando sus perspectivas de crecimiento, recién actualizadas a un 5,5% para 2022. 

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