Bruselas pide recortar un 30% el consumo de gas en 2030 y elevar el uso de renovables para amortiguar el fin de las importaciones rusas

  • Permitirá ayudas fiscales para que la eficiencia pase del 9% al 13% en 2030; las renovables deberán ser el 45%, no el 40%.
  • El corte de las importaciones de gas ruso supondrá un coste de 100 millones al año para la UE.
  • ​La Comisión detalla las compras conjuntas de gas en la UE a proveedores "fiables" y prevé transferencia de gas de países menos a más necesitados.
Úrsula von der Leyen en la rueda de prensa de este miércoles.
Úrsula von der Leyen en la rueda de prensa de este miércoles.
EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ
Úrsula von der Leyen en la rueda de prensa de este miércoles.

La Comisión Europea ha propuesto este miércoles a los países de la UE que incrementen el objetivo de ahorro de energía, de manera que para 2030 consuman un 30% menos de gas, así como acelerar la transición ecológica elevando el objetivo de energías renovables de 40 a 45% ese mismo año. Estos dos elementos forman parte del plan europeo para amortiguar el fin de las importaciones de gas desde Rusia, algo que tendrá un coste para la UE que estima en unos 100 millones de euros anuales.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado la comunicación RePower EU, que bebe de los acuerdos de la Cumbre europea de finales de marzo para que los Estados miembros se preparen para dejar de contar con el gas ruso. Los cuatro objetivos es este plan son reducir el consumo de energía, diversificar los proveedores, una "rápida sustitución" de los combustibles fósiles mediante la aceleración de la transición ecológica y una forma inteligente de combinar inversiones y reformas para ello.

"Tenga lo que tenga en mente Putin, no habrá diferencias entre la UE usando la energía para ello", ha advertido después el vicepresidente Frans Timmermans sobre un plan que también pone las bases para que los Estados miembros hagan compras conjuntas de gas, como ocurrió con las vacunas contra la Covid y sin competir entre ellos, y que prevé que unos países transfieran gas a otros en función de sus necesidades.

También plantea solidaridad europea para hacer frente a los costes que la Comisión calcula que tendrá dejar de importar gas de Rusia, unos 100 millones de euros anuales. Para que los Estados miembros puedan afrontar estos daños económicos, reunirá 210.000 millones de euros de otros instrumentos financieros existentes -de la PAC o del comercio de emisiones, por ejemplo-  hasta 2017. Incluye también inversiones públicas y privas y algo que puede generar más reticencias entre los gobiernos más estrictos, préstamos transfronterizos entre los países de la UE.

Ahorrar energía

En cuanto al ahorro de energía, la Comisión propone que "reducir nuestro consumo de gas en un 30% para 2030" mediante la medida concreta de incrementar del 9 al 13% el objetivo de eficiencia energética. Además, anima al Parlamento Europeo a que apruebe la regulación sobre Ecodiseño y Productos Sostenibles que podrían elevar aún más este ahorro.

La Comisión apela a los ciudadanos al afirmar que "podemos ahorrar energía de forma inmediata si cambiamos nuestro comportamiento" y recuerda que junto con la Agencia Internacional de la Energía ha lanzado pautas para ello. En esta línea, el Gobierno español también prepara las suyas, obligatorias en la Administración pública y de recomendaciones para los ciudadanos, que en principio deberían haberse aprobado en el Consejo de Ministros del martes pasado. 

Por otra parte, Bruselas también prevé que los países de la UE puedan bajar el IVA a los sistemas de calefacción eficientes o aislamiento de edificios. También menciona la posibilidad de que haya rebajas o exenciones fiscales para la compra y el uso de coches eléctricos y de hidrógeno.

El objetivo de reducción de consumo de gas para la industria es mayor que el 30% para los hogares y se eleva a 35%, la proporción en la que los procesos industriales deberán reemplazar el carbón, el petróleo y el gas natural y sustituirlos por electrificación y empleo de energías renovables como el hidrógeno verde, el biogás o el biometano. El objetivo es que en 2030 hayan ahorrado 35 miles de millones de metros cúbicos de gas.

La amenaza rusa y el efecto económico que tendrá para la UE dejar de contar con el gas de Moscú supone para la Comisión -en línea con el punto de vista general, también defendido por el Gobierno español- para "acelerar" la transición energética.

Carbón por hidrógeno

Para ello, este miércoles ha fijado un objetivo general más ambicioso, de modo que en 2030 las renovables supongan el 45% en lugar del 40% en la generación de electricidad. 

Por tecnologías, la energía fotovoltaica deberá doblar su capacidad en 2025 y tener instalados 600 gigavatios en 2030, mediante la Estrategia Solar de la UE, que prevé una transición hacia la "obligación legal" de instalar placas en todos los edificios públicos, comerciales y residenciales de nueva construcción.

Bruselas reclama también doblar el despliegue de bombas de calor para integrar la energía solar y la termal en las calefacciones y pide que acelerar la autorización de "grandes proyectos de renovables", reduciendo trámites y considerándolos de interés público.

Estima que poniendo el objetivo de 10.000 millones de toneladas de importación de hidrógeno renovable para 2030 podría reemplazar el carbón y el petróleo en los sectores industrial y de transporte, aunque todavía es necesario legislar sobre esta energía limpia, aún incipiente. En todo caso, para acelerarlo, ofrece una financiación extra de 200.000 millones para investigación.

Proveedores fiables

Descartado Rusia, la UE busca "proveedores confiables de energía" y para ello creará una plataforma de compras comunes de gas, gas natural licuado e hidrógeno, como pidió el Consejo Europeo en marzo.

Identificará necesidades conjuntas, optimizará las importaciones, almacenamiento y transmisión, asegurando la seguridad de suministro y de almacenamiento -algo que denuncia que ni Rusia ni Gazprom han hecho en los últimos meses- y establecerá "marcos de cooperación a largo plazo con socios fiables" mediante acuerdos de compra de gas, hidrógeno y desarrollo de proyectos de energía limpia.

Riesgo de desabastecimiento

"Europa tiene que estar preparada para una disrupción severa del suministro. Mientras que el riesgo de que haya una demanda desatendida de gas este verano es limitado, podría haber riesgo de que, sin acciones en los próximos meses, los almacenes no estén suficientemente llenos para el próximo invierno". Con esta advertencia, a la Comisión pide a los gobiernos europeos que activen una serie de medidas para prepararse ante tal eventualidad. 

En primer lugar, les pide que apliquen medidas para ahorra energía porque "el gas que se ahorre en el corto plazo podrá utilizarse para rellenar los almacenes subterráneos de cara al próximo invierno".

También les pide que "actualicen sus planes de contingencia", que deberán identificar que consumidores son claves en caso de que haya ruptura de las cadenas de suministro en la UE. 

Según la Comisión, los Estados miembros deben pedir a  sus operadores de sistemas de transmisión que aceleren los preparativos técnicos para poder incrementar la reversibilidad del flujo de Oeste a Este de cara al próximo invierno, dado que como apunta anteriormente, los problemas pueden ser más acuciantes desde Alemania hacia la frontera con Rusia. Por último, pide que concluyan los acuerdos pendientes de solidaridad bilateral con países fronterizos, en caso de que fuera necesario prestar gas que ellos no utilicen.

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