CaixaBank inyecta al Estado el primer gran dividendo tras la fusión de Bankia

El Estado volverá tras el parón de Semana Santa con 190 millones de euros extras en su bolsillo. La Autoridad de Resolución Ejecutiva (FROB), el brazo financiero público que ostenta el 16,1% de CaixaBank, percibirá el próximo miércoles 20 de abril el primer gran dividendo tras la fusión por absorción de Bankia. El embolsado en 2021 apenas alcanzó un importe de 34 millones de euros debido a la restricción del Banco Central Europeo (BCE), que para paliar la crisis del Covid-19 solo permitió distribuir un 15% de los beneficios.

Los accionistas de la entidad recibirán en apenas unos días en sus cuentas la mitad de todas las ganancias generadas durante 2021 por el banco doméstico más grande en términos de activos. La lluvia de dividendos asciende a 1.179,3 millones de euros y está previsto que aumente en próximos ejercicios. De hecho, la política de distribución se ha actualizado y la idea es aspirar a un payout de hasta el 60% en 2022, a lo que se ha de sumar una recompra de acciones que previsiblemente superará los 2.000 millones de euros.

Pero a pesar de estos planes, el Estado, que ha pasado de ostentar el 61,77% de Bankia a contar con una posición minoritaria en el capital de CaixaBank, solamente ha podido recuperar por esta vía una mínima parte de todo el capital inyectado. Antes de consolidarse la antigua caja madrileña en el grupo catalán, el FROB había percibido 1.200 millones de euros por los dividendos repartidos desde la nacionalización parcial de la entidad.

Las arcas públicas apenas recuperan 1.424 millones por dividendos desde que Bankia se nacionalizó parcialmente en 2012 hasta ahora que ha sido tomada por CaixaBank

Sumando los 224 millones que logra con CaixaBank, apenas se han devuelto 1.424 millones de euros en dividendos. En cualquier caso, el Estado asume que nunca recuperará la totalidad de lo invertido, como ha reconocido en diversas ocasiones. La presidenta del FROB, Paula Conthe, ha asegurado que la cantidad a recuperar es "muy incierta" y deja gran parte de sus posibilidades en manos de lo que se pueda extraer de CaixaBank a través de los dividendos y de su desinversión cuando encuentre una oportunidad.

En esta línea, Arcano, como asesor financiero del FROB en el proceso de pulir el plan de salida del banco y privatizarlo al 100%, ha aconsejado no dar ningún paso en falso. Actualmente tiene la orden de seguir analizando todas las alternativas posibles para salir del nuevo grupo con el objetivo de maximizar el rendimiento de la desinversión completa y optimizar así la recuperación del dinero que pusieron todos los contribuyentes para sacar a flote a la entidad en 2012. Todo lo demás se da por perdido, pues en realidad las ayudas a todo el sector ascendieron a unos 58.870 millones en forma de capital a entidades quebradas y de garantías.

Las opciones que existen sobre la mesa son varias. La venta en bloque es la que más probabilidad tiene de salir adelante y la más común en este tipo de procesos donde la participación tiene un valor elevado, con al menos dos paquetes accionariales distintos. Otra de las formas posibles son las ventas graduales, poniendo en el mercado cantidades pequeñas de títulos. Dada la liquidez actual de CaixaBank en Bolsa, utilizar únicamente esta vía requeriría varios meses de intensas colocaciones diarias. Una combinación de estas dos posibilidades también podría ser una fórmula.

La tercera es buscar a un inversor privado, si bien esta alternativa perdió su atractivo tras la fusión, pues su gancho era la venta del control mayoritario que ya no posee. En el mercado existen varias ventanas, si bien actualmente el tope está fijado en diciembre de 2023. Si las circunstancias no se aprecian favorables, el Gobierno podría volver a prorrogar el plazo legal, una decisión que ya ha tomado en hasta tres ocasiones. Hasta ahora, el FROB solamente ha sido capaz de realizar dos colocaciones en el mercado de paquetes accionariales. Lo conseguido por esta vía se suma a lo que ha venido devengando a través de los dividendos, que asciende entonces a 3.540 millones de euros (el 14,75% del total inyectado). Su participación del 16,1% tiene actualmente un valor de mercado de unos 4.000 millones de euros.