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¿A las puertas de la recesión? El Banco de España duplica sus previsiones de inflación y hunde el PIB

El organismo ha rebajado al 4,5% el crecimiento, mientras el Gobierno mantiene el 7%. Anticipa una inflación cercana al 10% en los próximos meses.

El organismo ha rebajado al 4,5% el crecimiento, mientras el Gobierno mantiene el 7%. Anticipa una inflación cercana al 10% en los próximos meses.
El presidente del Banco de España, Pablo Hernández de Cos | EFE

El Banco de España asesta un duro golpe a las previsiones de crecimiento de la economía española. En su informe sobre proyecciones macroeconómicas que ha publicado este martes, el organismo ha rebajado al 4,5% el crecimiento de España para este año, lo que supone 0,9 puntos porcentuales menos que en sus anteriores estimaciones de diciembre (del 5,4%).

También ha recortado en un punto la previsión de crecimiento para 2023 (del 3,9% al 2,9%), retrasando parte del crecimiento a 2024, que por el efecto rebote subirá hasta el 2,5% (7 décimas más). Esto significa que España no recuperará el PIB trimestral previo a la pandemia hasta el verano de 2023.

De esta forma, las previsiones del organismo se alejan todavía más de los fantasiosos números del Gobierno, que auguraban un crecimiento del 6,5% para 2021 y del 7% para 2022.

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Duplica las previsiones de inflación

Además, el Banco de España casi ha duplicado la tasa de inflación media para el conjunto del año desde el 3,7% hasta el 7,5%. "Los mercados de futuros de la energía prevén una cierta relajación de los precios a partir de julio de este año" reza el documento, por lo que no será hasta entonces cuando los ciudadanos vean aliviados sus bolsillos. De hecho, hasta entonces el IPC se moverá en torno al 9-10%, alerta. En 2023 el IPC descendería hasta el 2% y hasta el 1,6% en 2024.

A pesar de que la inflación ya estaba desbocada antes, la invasión de Ucrania ha supuesto una notable perturbación para la economía española, cuando aún no se había completado la recuperación de la crisis sanitaria. "La extraordinaria incertidumbre sobre la duración e intensidad del conflicto impide una valoración precisa de sus implicaciones", ha admitido el nuevo director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán. El organismo anticipa que el impacto macroeconómico más intenso de la guerra se observará en el segundo trimestre del año y, en ausencia de una escalada en el conflicto, el dinamismo de la actividad aumentará gradualmente en el segundo semestre.

¿Habrá recesión?

Para el primer trimestre de 2022, el organismo espera un tímido crecimiento trimestral de solo el 0,9% frente al 2,2% registrado en el cuarto trimestre de 2021. En el segundo trimestre, la economía apenas avanzará un 0,1%, para elevarse al 0,4% y al 0,7% en los trimestres siguientes. Pero eso sí, no se pueden descartar empeoramientos de la economía que traigan crecimientos negativos, aunque ese no sea el escenario central del Banco de España.

"La situación actual se caracteriza por la predominancia de riesgos a la baja para la actividad y al alza para la inflación. Por este motivo, no se puede descartar, en principio, que un agravamiento de las consecuencias macroeconómicas de la guerra pueda conducir eventualmente a caídas transitorias de la actividad" señala el texto en lo que puede suponer el primer aviso de que la economía española pueda entrar en recesión (sumando dos trimestres consecutivos en negativo).

Déficit y Deuda

De su lado, el organismo empeora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2022 en el 5% del PIB, frente al 4,8% previamente estimado. Además hay peores perspectivas también para 2023 y 2023, con tasas del 5,2% y el 4,7%, respectivamente.

En cambio, ha mejorado sus estimaciones para la deuda en 2022, tras situarla ahora en el 112,6% del PIB, frente al 115,7% previsto anteriormente. De cara a 2023, la deuda se situará en el 112,8% del PIB, mejor que la estimación previa del 113,7%, y en 2024 alcanzará el 113,5%, igual que en las previsiones anteriores.

Riesgos a la baja

El Banco de España estima que estas previsiones están sujetas a riesgos fundamentalmente a la baja e identifica los tres más destacables: un aumento más intenso y duradero de los precios de las materias primas, un cierre completo de los flujos comerciales entre Rusia y la UE y efectos de segunda vuelta derivados de los precios de la energía. En cambio, hay un supuesto que supondría un mayor crecimiento, el alza de la demanda de los hogares por una reducción más rápida del exceso de ahorro acumulado.

En concreto, de producirse un aumento más duradero de las materias primas, el nivel de PIB se reduciría en términos acumulados hasta 2024 en 0,7 puntos porcentuales, mientras que la inflación sería cuatro décimas superior en 2022 y 2023. En el segundo ejercicio, una escalada de la guerra que desencadenara el cierre de los flujos comerciales entre Rusia y la UE podría llevar a un nivel del PIB español que sería entre 0,6 y 1,3 puntos inferior, mientras que el nivel de precios de consumo sería entre un punto y un punto y medio mayor.

Asimismo, no evitar los efectos de segunda ronda de la inflación en salarios y precios finales recortaría 1,5 puntos porcentuales al PIB y al empleo hasta 2024, mientras que la inflación podría subir casi tres puntos adicionales entre 2022 y 2024.

Por último, si los hogares aceleran su consumo y gastan dos tercios del ahorro embalsado en este momento, de unos 85.000 millones de euros, los niveles de PIB y empleo mejorarían en 4 décimas en 2022 y de otras dos décimas adicionales entre 2023 y 2024.

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