El pasado uno de marzo poco después de que el Vladimir Putin activara a sus fuerzas nucleares, el Nightwatch levantó el vuelo desde una base de la Fuerza Aérea en Nebraska. El avión es un Boeing 747 modificado que a veces es conocido popularmente como El Avión del Juicio Final.
El nombre le va que ni pintado, porque el E-4 Nightwatch es un Centro de Control para el Presidente de Estados Unidos y el personal del gobierno responsable del operativo nuclear en caso de una guerra con armas de este tipo. Su nombre completo es Boeing E-4 E-4 advanced airborne command post (AABNCP), y se calcula que costó más de 223 millones de dólares..
El Nightwatch está modificado para resistir el pulso electromagnético proveniente de una explosión nuclear (algo que derribaría cualquier otro avión). También puede repostar en pleno vuelo y, de hecho está preparado para mantenerse en el aire una semana de forma ininterrumpida. Pasado ese tiempo tiene que aterrizar para lubricar sus motores antes de despegar de nuevo. Sus sistemas de telecomunicaciones son vía satélite y están también preparados para seguir funcionando si las redes de comunicaciones convencionales resultan destruidas.
La aeronave, que responde al código de radio GORDO15 fue detectada por varios servicios online de rastreo de vuelos. Al parecer el avión llevó a cabo una misión de unas cuatro horas acompañada de dos jets RC-135S Cobra Ball cuyo uso es precisamente el calcular trayectorias de misiles balísticos.
Según los servicios de tracking de aeronaves, el avión del Juicio Final realizo un segundo vuelo el martes, y posiblemente no sea el último. En tiempos revueltos como los que nos está tocando vivir estos días los aviones del Juicio Final (el Gobierno ha tenido varios a lo largo de su historia reciente) se mantienen activos prácticamente en todo momento por si es necesario su despliegue de emergencia.