El ocio nocturno en Catalunya ha vuelto a abrir esta medianoche tras dos meses con las persianas bajadas. Esta vez lo han hecho sin restricciones de aforo, ni de horario, ni sin tener que pedir el certificado covid a los clientes, que sí deberán llevar la mascarilla cuando no se esté consumiendo, como en todos los espacios interiores. En estos últimos dos años por la pandemia el sector ha estado cerrado 570 días y otros 125 en funcionamiento limitado. En muchos casos no han podido abrir y han tenido que continuar pagando el alquiler de los espacios, llegando a acumular unas pérdidas de 6.457 millones de euros -importe que se ha calculado teniendo en cuenta la facturación habitual en una situación sin pandemia-, según datos de la Federació Catalana de d’Associacions d’Activitats de Restauració i Musicals (FECASARM).
Un grupo de personas bailan en una discoteca, en Barcelona
Discotecas, bares musicales y salas de fiesta cerraron poco antes de Navidad para frenar el avance de la sexta ola y la explosión de casos provocada por la variante ómicron. Fue aprobado con el aval del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), que no dio la razón al sector del ocio nocturno cuando reclamó poder abrir en Fin de Año como medida cautelar.
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Una noche poco ambientada
Poco a poco, a cuenta gotas, se han ido llenando algunos de los locales que han abierto esta madrugada en Barcelona, otros lo harán el fin de semana. Grupos de amigos, parejas o barceloneses curiosos han guardado cola para entrar en los locales de ocio nocturno en una noche muy poco ambientada, deslucida, en la ciudad Condal.
Aun así, a medida que avanzaba la hora iba en aumento el ir y venir de taxis y vehículos privados que se desplazaban por la ciudad y algún que otro grupo de jóvenes que se apresuraban para subir las escaleras del metro para llegar hasta los bares musicales, discotecas o salas de fiesta, pasar un buen rato y celebrar el fin del cierre nocturno provocado por la sexta ola.
Ambiente en el interior de la sala Tequila Boom Boom en Barcelona
A medida que avanzaba la noche han aumentado el ir y venir de barceloneses que se apresuraban para llegar a las salas de fiesta
La reacción del sector
La reapertura ha sido bien recibida por el sector pero hubiesen preferido abrir hace unas semanas y, de esta manera, haber aumentado progresivamente los aforos en los locales hasta llegar ahora al 100% ante una posible aglomeración, “todo el mundo querrá salir de golpe otra vez”, aseguró ayer el secretario general de la FECASARM, Joaquim Boadas.
Grupo de jóvenes se dejan fotografiar en la entrada de la sala Apolo en Barcelona
Los empresarios consideran que el daño ocasionado al ocio nocturno hubiera sido "evitable" si se hubiesen tomado restricciones "más proporcionadas y eficaces", un agravio que "a día de hoy es del todo irreparable".
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La primera vez que se restringió al sector fue el 11 de marzo de 2020, cuando el Govern decidió suspender los actos que acogieran a más de 1.000 persona, ante lo que el sector ya pidió ayudas económicas, anticipando pérdidas.
Covid en Catalunya
La reapertura del ocio nocturno en Catalunya coincide con la retirada de la obligación de llevar mascarilla en exteriores y en los patios de las escuelas y que se aplica en toda España. Además, llega también con la desescalada de las restricciones de la sexta ola cuando está a punto de cumplirse el segundo aniversario del estallido de la pandemia en el territorio catalán.
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En este sentido, el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, reivindicó ayer la reapertura como una buena noticia porque se trata de un sector que "ha sufrido mucho" con las restricciones que ha impuesto el Govern para controlar el avance de la pandemia. “Se tiene que empezar a normalizar", salir e intentar disfrutar, pero “recordando que la pandemia todavía no ha acabado” afirmó Argimon, según recoge efe.
Participa en el DebateExamen al ocio nocturno
