Las realidades debajo del griterío

Reactivar los acuerdos de Minsk podría ser el verdadero objetivo del puñetazo ruso. La cumbre Putin-Xi en Pekín provoca acidez de estómago en Washington.

Encuentro del viernes en Pekín: unidos por la estupidez estratégica del contrincante
El cerco militar alrededor de los adversarios

Los últimos días han producido un verdadero concierto diplomático de encuentros, declaraciones y medidas. Todos los occidentales han pasado por Kíev. Por Moscú han pasado la ministra de exteriores alemana, el Presidente de Francia, el Secretario de Estado americano y el Presidente iraní. Por Washington han pasado el Canciller alemán y los europeos para hablar del desacuerdo sobre el gaseoducto Nord Stream 2, al que Alemania no piensa renunciar. Los americanos han respondido públicamente (la “filtración” casi nunca es casual) al catálogo de Rusia, con la fórmula, “No, no, quizás”. No a las dos cuestiones centrales de Moscú: no a excluir a Ucrania y Georgia de toda perspectiva de ingreso en la OTAN, no a la retirada de ese bloque a las posiciones anteriores a su ampliación al Este, y posible disposición a negociar los desarmes de los que Washington se retiró unilateralmente y a eventuales inspecciones mutuas de lo que hay desplegado en Rumanía y Polonia, siempre y cuando Moscú retire su despliegue de tropas cerca de la frontera ucraniana (“cuestiones secundarias”, según Moscú). A eso, la OTAN añade su propio catalogo de retiradas militares rusas de, Transnistria, Osetia del Sur, Abjazia y Crimea.

Paralelamente los anglosajones han enviado más armas y asesores militares a Ucrania y refuerzan con soldados el entorno ruso, de momento poca cosa, mientras producen patrañas baratas como la del gobierno títere que Moscú prepara para Kiev, divulgada en Londres pero cocinada en Washington, o la del supuesto vídeo con actores para escenificar falsa masacre que proporcione casus belli, como la OTAN hizo en Bosnia y Kosovo con la masacre del mercado de Sarajevo y la matanza de Rachac La mentira de Kosovo en Alemania – Rafael Poch de Feliu, preludio de sus dos intervenciones militares allá. Todo ello de acuerdo a esa fuente de información que llamaremos “SelojuroNews” (en ingles, “US officials”) Heated Exchange Between State Dept. & Media on Evidence Russia Fabricating Attacks by Ukraine – YouTube que nuestros periodistas compran con disciplinado entusiasmo.

Todo esto demuestra que el puñetazo en la mesa que acompañaba el documento de máximos de Moscú del 17 de diciembre ha movido las cosas. Esa es la noticia oculta debajo del griterío del “¡Rusia puede invadir Ucrania en cualquier momento!”, (la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki) que el estado mayor anglosajón, Estados Unidos y su perrito faldero londinense, han interpretado para salir al paso del gruñido del oso.

Lo más curioso no es que Rusia repita, una y otra vez con descarado cinismo, que no piensa “invadir” y que sus medios oficiales ridiculicen la “histeria” creada (como si Moscú no hubiera contribuido), sino que las presuntas víctimas así lo confirman. Tras una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, el Presidente Zelensky subrayó la semana pasada que “no hay motivo de pánico” y ha discutido por ello con Joe Biden a quien ha pedido que bajen el tono, mientras los propios militares ucranianos explican que no se dan las condiciones técnicas para una invasión de parte rusa. “Ukraínskaya Pravda”, medio nacionalista-liberal vinculado al anciano especulador George Soros, explica con detalle la ausencia de esas condiciones. La histeria ya ha hecho caer un 10% el valor de la moneda ucraniana y los bonos, así que el ambiente amenaza con arruinar la delicada economía nacional.

En el campo occidental hay diversas posiciones. Estados Unidos, Inglaterra, los polacos y bálticos mantienen el griterío. Como los dos primeros dominan el complejo mediático, su actitud da el tono a la “información”. Luego están los franceses y alemanes, que intentan moderar el gallinero y en tercer lugar están los pequeños europeos que gesticulan y cumplen en diferente medida el expediente de vasallos en la OTAN. Todo esto es bastante anecdótico al lado de la cuestión fundamental en este conflicto que es la línea de Estados Unidos.

En Washington hay varias líneas de actuación, pero, poco a poco, parece que se impone una. Podríamos formularla así: contener a Rusia, solo en la medida en que eso no impida, o complique, lo principal que es contener a China. Si eso es así, el puñetazo en la mesa de los rusos, que obviamente no van a conseguir lo que se exige en el documento del 17 de diciembre, está bastante bien dirigido, y de todas las cumbres diplomáticas de los últimos días la principal ha sido la del viernes pasado en Pekín entre Putin y Xi Jinping.

Hace años que en Washington preocupa la profundización de la alianza entre China y Rusia, forjada a pulso por su propia estupidez estratégica. Hace más de un año fuentes del mundo de los expertos bien conectadas con los servicios secretos advirtieron a Biden que una alianza entre China y Rusia podría resistir mucho mejor las represalias de Estados Unidos. Es algo que ya estamos viendo en los pasos de ambos países para independizarse de los sistemas de transferencias financieras, del uso del dólar y de los monopolios digitales, recursos todos ellos que Washington utiliza políticamente a conciencia. El mismo Atlantic Council ha apelado a “equilibrar las relaciones con Rusia” con el objetivo de “separar a Rusia de China” en uno de sus documentos programáticos, significativamente titulado “The Longer Telegram” en un intento de solemnizar el disparatado documento de George F. Kennan de 1946.

El viernes en Pekín se hicieron realidad algunas de las peores pesadillas de Washington. China ha declarado su apoyo a las “garantías de seguridad a largo plazo jurídicamente vinculantes en Europa” que pide Moscú, así como su rechazo a cualquier nueva ampliación de la OTAN. Los dos países están preocupados por los planes de Washington de construir un sistema global antimisiles, por la militarización del espacio y por el despliegue de misiles nucleares de corto alcance, escenario, hay que decir, mucho más probable en Asia Oriental que en Europa. La lectura de la declaración conjunta ruso-china del viernes en Washington debe haber producido acidez de estómago.

A la luz de esto se comprenden las fuertes presiones que todos los occidentales (gritones, moderados y comparsas) están ejerciendo sobre el Presidente ucraniano para que Ucrania cumpla los acuerdos de Minsk que firmó el 12 de febrero de 2015 con miras a pacificar el Donbass. Aquellos acuerdos contemplan: alto el fuego con retirada de armas pesadas, elecciones y estatuto de autonomía para las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk, amnistía general, restablecimiento del control de la frontera nacional por Ucrania, retirada de unidades y armas extranjeras y reforma constitucional “descentralizadora”, léase federalizante.

“La crisis ucraniana solo puede solucionarse políticamente, los acuerdos de Minsk pueden pacificar la crisis”, dijo Macron el lunes en el Kremlin. Putin prometió a cambio no realizar nuevos movimientos militares y retirar sus tropas de Bielorrusia en cuanto finalicen las actuales maniobras. Mientras tanto en Washington, el Secretario de Estado Blinken y Josep Borrell se sumaron con declaraciones parecidas: “Los acuerdos de Minsk tratan sobre un estatuto especial para el Donbass y creo que los ucranianos estarán dispuestos a avanzar”, dijo Blinken. El gobierno ucraniano no quiere saber nada de los acuerdos de Minsk porque teme que por esa puerta Rusia pueda volver a tener voz en Ucrania, pero la presión del “todo Occidente” va a ser fuerte. Es complicado para el Presidente Zelensky, porque si cede será acusado de traición por sus adversarios mas nacionalistas, pero si no lo hace la crisis continuará y con ella el conflicto interno en Ucrania, aspecto que nuestros “expertos” niegan contra toda evidencia.

Una vez más hay que insistir en el hecho de que Ucrania es un Estado que contiene diferentes identidades nacionales, culturales y lingüísticas. Eso no es resultado de las “interferencias de Rusia” en sus asuntos, sino de la historia, de la azarosa e accidentada forma en que el país se creó a partir de diferentes trozos sometidos a distintos centros de poder político, cultural y religioso. Esa diversidad no impide que Ucrania llegue a ser una nación bien cohesionada algún día, pero hoy no lo es y convertirla en exclusivo satélite occidental contra Rusia es apartarla de toda perspectiva de estabilidad y cohesión, de la misma forma en que lo sería configurarla como un mero satélite ruso.

La actual separación de Crimea y gran parte del Donbass es consecuencia de la imposición de una Ucrania sobre otra. La aplastante mayoría de la población no quiere ser rusa sino ucraniana, pero millones de ucranianos rechazan aspectos fundamentales de esa imposición.

Tras el cambio de régimen de 2014, se aprobaron leyes lesivas para los rusoparlantes, se enterró el precepto constitucional de neutralidad, se prohibieron fuerzas políticas como el Partido Comunista de Ucrania, que hasta 1998 era el mas votado, y otros dos partidos. Los 32 diputados comunistas fueron expulsados del Parlamento por considerar lo sucedido un “golpe de Estado”. Un año después se impuso una ley de “descomunización” que demolió monumentos, forzó el cambió de nombre de 22 ciudades y 44 pueblos y criminalizó los símbolos, banderas e himnos en los que millones de ucranianos creyeron, murieron y vivieron con diferente fortuna, mientras otros, sobre todo en Galitzia, los sufrían y maldecían. El líder del partido Comunista, Petró Symonenko, fue excluido como candidato en las elecciones presidenciales de 2019 en aplicación de aquella infame ley, y la imagen de colaboracionistas con los nazis como Stepan Bandera ha llegado a los sellos de correos. En febrero del año pasado los populares canales de televisión en lengua rusa, 112 Ukrania, ZIK y NewsOne, todos ellos adversarios de la particular línea nacionalista del gobierno, fueron prohibidos y desconectados. Sus periodistas han sido objeto de agresiones y desde el poder se les considera “propagandistas extranjeros”, formula que recuerda mucho a la utilizada en Rusia. Con todo eso, y después de que tres regiones del país se independizaran de facto, todo el Este y el Sur de Ucrania, de mayoría ruso parlante, sigue votando (entre el 50% y el 20% del voto, según las zonas en las elecciones de 2020) por fuerzas políticas opuestas al gobierno de Kíev. Es ridículo presentar al gobierno de Kíev como una banda de filo nazis, pero la simple realidad es que Ucrania nunca será un país cohesionado ni próspero sin unas estrechas relaciones con Rusia, con un estatuto de neutralidad y con un gobierno federal en el que las diferentes identidades e intereses puedan actuar y expresarse de forma democrática.

Como dice el popular comentarista ucraniano Mijaíl Chaplyga, “ a los occidentales les interesa el territorio de Ucrania y sus recursos privatizados y gestionados por sus empresas, a Rusia le interesa, sobre todo, la distancia con la OTAN.” El futuro de una Ucrania estabilizada pasa por el diálogo con el Donbass, una organización federal del país, abolir las leyes lingüísticas discriminatorias para los rusoparlantes, abolir la ley de “descomunización” y la privatización de la tierra y establecer un estatuto internacional de neutralidad con el que Ucrania podría jugar a dos manos con sus vecinos del Este y del Oeste, obteniendo ventajas de ambos. A Finlandia, que también formó parte del Imperio Ruso hasta 1917, no le fue nada mal en ese mismo papel. Retomar los acuerdos de Minsk parece una perspectiva en esa dirección.

(Publicado en Ctxt)

28 opiniones en “Las realidades debajo del griterío”

  1. Publiqué una entrada en Facebook del artículo, con una de las fotografías que le acompaña, concretamente la que tiene de pie de foto: «El cerco militar alrededor de los adversarios». Pues hoy, Facebook me ha remitido un mensaje: «Tu publicación contiene la misma información falsa que una publicación compartida», eliminando la fotografía de mi entrada publicada.

    Hasta dónde llegan los tentáculos de esta gente?, o acaso la fotografía del Blog se Rafael Poch es falsa?

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  2. La causa directa del Breхit fue la actuación de la Troika en Grecia. El vuelco en el voto de las clases trabajadoras (o puteadas) en Inglaterra (porque fue en Inglaterra, no en Escocia ni en el Ulster británico), que ya estaba muy quemado, se solidificó con el ‘escarmiento’ a los payasos seudoprogres de Syriza (pagado por todos los griegos), una vez que esto estaba caliente ya sólo bastaba que un imbècil como Cameron organizase (le organizaran) un referèndum caótico y de mierda. La posición pro-UE era una jaula de grillos. Para cuando el hostión ya era descarrilable, en eso que se dice ‘las capitales europeas’ se empezaron a dar cuenta de que 1) el partido Tory es una banda de delincuentes sin frenos y 2) les habían colado un gol por toda la escuadra. Pero de gente que ni se molestó en edulcorar el atraco y violación de Grecia (y què portadas, de la inmundicia de la prensa germanistana), què se va a esperar de cualquier otra cosa, aunque les amenace directamente su chiringuito. Otro día hablamos en detalle de la UE.

    Que què quiero decir con esto: ni se enteran de lo que pasa en su manicomio, ni son conscientes de las consecuencias de sus actos (què cojones les importa), y se creen poco menos que infalibles. Por eso se les han puesto de corbata con Putin: no tienen ni la más puta idea de què va a hacer ni por dónde va a salir.

    Van a tener mucho dolor.

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  3. No afirmo ni desmiento que me produzca cierto placer y satisfacción percibir los sudores del ordoliberlismo germano y por extensión de su criatura/engendro, la U€, ante el dilema red-pill/blu-pill servido en plato siberiano (frío, aunque nutritivo, saludable y elaborado) mientras sincronizadamente China observa con atención (https://es.wikipedia.org/wiki/Zugzwang).
    Sin duda, habrá daños, con todo merecimiento. Las claves están en que las confordadas élites occidentales hayan sabido o no calcular los efectos que puedan provocar sus decadentes posiciones ante sus extasiadas sociedades por, además, de un shock pospandémico.
    Personalmente, en estos momentos me quiero acordar de Grecia.

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  4. Pues a mí me da que el escenario Georgiano ya es inevitable. Se ha armado a Kiev hasta los dientes, se les ha apoyado en su continuo boicot a los acuerdos de Minsk, se les ha encoraginado para que recuperen el donbass por la fuerza ( de hecho están amasando una cantidad de tropas y material bélico que solo presagia algo parecido a lo shakaasvili en Osetia). La pregunta es cómo responderá Rusia, dada su superioridad tecnologico-armsmentistica y operacional (no solo evidentemente sobre el ejército ucraniano, sino tb sobre la OTAN) pueden sacarles los colmillos sin meter un solo soldado. De todas formas aquí el objetivo es Europa y Alemania en particular, crear este tipo de guerras para obligar a Europa a romper relaciones comerciales con Rusia (cuando terminen aquí saltarán a Taiwán para hacer lo mismo con China). En fin que parece que la «provocación rusa» (medios occidentales dixit) llegará en breve. Espero que esto no le salga gratis a USA/UK y la UE.

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  5. https://www.wikizero.com/ca/Andorra_durant_la_dictadura_de_Primo_de_Rivera

    El règim [de Primo de Rivera] suprimí la Mancomunitat, inicià una política agressiva en contra de la identitat nacional basca i catalana, censurà la premsa, perseguí rivals polítics, prohibint-ne els partits, etc. De resultes, Andorra tronarà a ser l’ull de mira d’Espanya. El general despertà el seu interès pel país quan fou promogut a governador de Barcelona i ja en aquell moment conclogué que Andorra era una part imputada del regne d’Espanya. Així, quan aconsegueix imposar el totalitarisme ordena l’entrada de tropes espanyoles en territori andorrà, entre altres, per prohibir-hi l’ensenyament en llengua catalana. Una incursió que el mateix bisbe de la Seu d’Urgell passà per alt, en plena sintonia amb el posicionament de l’Església catòlica envers el nou règim. En efecte, el copríncep episcopal és titllat d’instrument per l’administració francesa que […]

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  6. Gracias por informarnos. Ver tertulias políticas estos días en las teles es desinformarse.
    Has descrito fenomenalmente la posible solución al problema. Un federalismo y la neutralidad. Pero si no se busca una solución es porque hay quienes no la quieren. La estabilidad en esa región provocaría que EEUU se quedase sin argumentos para demonizar el Nord Stream 2.
    ¡Quien se acuerda ya de Navalny!. Esa baza ya la jugaron, pero era muy endeble. Le usaron y han pasado de él, ya no les es útil.
    Pobre Ucrania, nadie la quiere; ni la UE y ni siquiera la OTAN. Ucrania les es útil solo como está, patas arriba. Georgia, ídem.
    Solo con un acuerdo político al respecto del gaseoducto de la discordia, se podrá dar un escenario diferente para que se den pasos a una estabilidad en Ucrania. Y con estabilidad y a largo plazo, una “solución”. Por ese orden, primero el gaseoducto y luego lo demás.
    Solo si Europa acepta seguir cautiva del eje anglosajón se acabará esto.

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  7. Lo de Occidente es de cotolengo, es que no tiene otro nombre. Toda esa babosada de los centros excelsos de estudios, su puta Ivy League, toda esa mierda, y las elites que salen de allí son, en el mejor de los casos, analfabetas, y en el peor, de diván, o directamente de internamiento con sedantes. Y no es de ahora, ya lo describió perfectamente Graham Greene hace 70 años.

    Reunión de hoy, la inútil de Truss con Lavrov. Entre un tsunami de imbecilidades (en el sentido patológico del tèrmino, no en el despectivo), la Truss le dice a Lavrov que Rusia debe retirar a su ejèrcito de la frontera con Ucrania (!), Lavrov simplemente le pregunta, ‘¿reconoce Gran Bretaña la soberanía de Rusia sobre las regiones de Voronezh y Rostov?’, y la paisana: ‘Gran Bretaña nunca reconocerá la soberanía rusa sobre esas regiones’, y se queda más ancha que larga. La delegación británica lívida, la embajadora presente pide la palabra para explicarle a la pofesional que son regiones rusas. Silencio ensordecedor.

    Si los rusos no hacen más sangre porque no quieren.

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  8. Ivashov Leonid Grigorievich no es «un general en ejercicio» se retiró (o lo retiraron) en 2001, quien sabe si por sus controvertidas opiniones sobre la autoría de los atentados del 11-S. Luego, en 2011, intentó participar en la carrera presidencial, pero el comité electoral central no se lo permitió.
    La carta abierta que mencionas aparece en un medio ruso: https://echo.msk.ru/blog/echomsk/2976084-echo/

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  9. El lío entre Ucrania y Rusia ha pasado de ser una guerra verbal entre Putin y Biden, a una competencia de mendacidad entre políticos y periodistas mentirosos de ambos bandos. Esta guerra entre periodistas y políticos pésimos y falaces ha tenido varios efectos. Uno de ellos es qué la guerra de «fake news» emprendida por la de la prensa occidental, ha calado tanto en la imaginería popular, qué los políticos de todo orden rápidamente se han dado cuenta de qué le pueden sacar partido político y se han metido de lleno en ella. De éste modo, hoy en día, aparte de Biden, Putin y los periodistas, tenemos miles de políticos mintiendo al unísono y en forma escandalosa. Un caso especialmente vergonzoso ha sido el de Macron. Volvió de hablar con Putin en Moscú diciendo de qué le había convencido de qué retire sus tropas de la frontera, acabe con toda maniobra militar y jure qué nunca invadirá Ucranía. Eso fue antes de ayer. Hoy, Putin salió a desmentir todo lo qué Macron había jurado. ¿ A quién creer? A ninguno, claro, pues ambos mienten.
    Otro efecto de la pandemia de mentiras, es qué la verdad ha dejado de ser interesante para el periodismo. De este modo, eventos reales, y de enorme importancia histórica , ni se mencionan en la prensa occidental. Una de esos eventos, qué es verdadero, es histórico y ha tenido lugar realmente; es la Carta Abierta dirigida a Putin, y presentada en Moscú, por el General , en ejercicio, de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa: Ivashov Leonid Grigorievich.
    La carta del General Grigorievich se titula: » En el Ayuno de la Guerra», y, entre otras cosas, la carta dice: » Somos oficiales de Rusia y PEDIMOS AL PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN RUSA QUE RENUNCIE A LA POLITICA CRIMINAL DE PROVOCAR UNA GUERRA. Dice además el general: » Las estructuras de la NATO, no tienen actitudes amenazantes». También dice el General, qué»: en conformidad con el Artículo 57 de la Carta de la ONU, Ucrania tiene derecho a entrar en la NATO.
    Pero, en esto no acaba la durísima diatriba y las tremendas acusaciones qué el señor hace contra Putin. Lo acusa de establecer un modelo de Estado de bajísima calidad, de poner a cargo de su administración a pésimos funcionarios, de ser el culpable del vaciamiento de Rusia, de la emigración masiva de su juventud y de todo lo malo qué hoy degrada a Rusia. Al poco tiempo, se han sumado al General Grigorievich otras personalidades de la cultura y de la política rusas, representantes de la qué podríamos llamar: la «Nueva Inteligentia Rusa», qué incluye a un ex miembro de el reemplazo de la KGB qué creó Putin y qué tuvo qué emigrar a Occidente para escapar de él cuando se le hizo incómodo.
    Lo histórico de esto, es qué semejante desafío directo por parte de militares de alto rango a un jefe de Estado muy peligroso, cómo es Putin, es único, seguro qué es la primera vez qué ocurre en toda la historia de Rusia. No sé adonde puede llevar este evento, pero, si la cosa se convierte en una avalancha de quejas contra Putin por parte de otros estamentos, puede ocurrir qué los días de Putin en el poder estén contados.
    La carta completa del General Grigorievich está publicada, en rumano, en el blog del periodista rumano: Radu Tudor.
    Su blog es: radu-tudor.ro/category/articole/.

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  10. Buena información como suele. Muchos juegan: nacionalistas puros ucranianos, recordemos que su ciudad de referencia, Lviv, Lvov, Lemberg, Leopolis, es centro de cultura ucrania porque el tito Adolf exterminó la cultura yiddish y el padrecito Stalin la polaca. La historia es jodida por acá, pero por allá más.
    Francia y Alemania se empiezan a aburrir de USA; lo de Global Britain de farsa. España la pobre como ose disentir la disuelven.
    Rusia podría ser más hábil; pero es quien más cartas y ganas de jugar tiene.
    De perogrullo es que la economía europea en general y alemana en particular se pueden acoplar a la rusa como el enchufe a su toma. Un Putin más astuto tendría bazas sabrosas que jugar ahí.

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  11. Ucrania es un juguete roto utilizado como peón vilmente por todas las partes con mayor o menor complicidad (incluídas sus propias sensibilidades oligarquicas) para la caza de una pieza mayor (Alemania y el Nord Stream-2)*. Usted lo explicaba perfectamente con la metáfora del parchís y el ajedrez en un artículo anterior.
    *(Nicht gut: Nearly 85 percent of Germans see U.S-German ties as negative) – https://www.reuters.com/article/us-germany-usa-idUSKCN1PX1C7)
    Ucrania (los ucranianos), ni quieren una adhesión a la OTAN, aun descontando las posiciones de las gentes moradoras de los territorios más rusófilos, ni perciben ‘amenazas’ de anexión rusas.
    Para Rusia es a la vez un puente (comercial a la U€) y un freno a la OTAN.
    Para el Imperio es un ariete para cerrar el paso a unas relaciones comerciales normalizadas U€-Rusia, Rusia-U€.
    El Imperio no sólo esta decadencia, además es tóxico y especialmente caprichoso y dañino para sus sumisos ‘aliados’.

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  12. Com més va, menys entenc d’aquestes estratègies de Rússia amb els seus limítrofs, sense conèixer res sobre aquest enorme imperi que es va ensorrar, fa temps que dono voltes al perquè es van disgregar, separar, sense separar-se per no ser reconegudes, sota el vistiplau de Rússia, «províncies-territoris» com Abjasia a Geòrgia o, a Moldàvia, Transnistria, també Ossètia del nord (Alania dels alans), crec recordar aquests, tots tenen parlament, per descomptat que, aquestes escissions es feren amb la intervenció-ajuda militar de Rússia, sense ella res no seria possible, com Crimea que tinc ben present. Queda molt clar des de la meva perspectiva que, actualment ho està intentant amb un altre d’Ucraïna……fent veure que fa maniobres militars, posant l’excusa de L’OTAN, ja ha pres posicions i intentant així que una part d’aquest país torni a la seva esfera…. remoli.
    Aquí rau la meva sorpresa d’aquests afers tan desconcertants. Ni els primers ni la península de Crimea són reconeguts a la UE, però, Rússia sí que ho fa, posant fronteres de fireta en aquests límits geogràfics.
    Malgrat tanta escenificació amb uns i altres no és més (segons la meva perspectiva llunyana) que, un groller intent de recuperar territori sense exposar-se del tot, allò de llençar la pedra i amagar la mà, tot jugant al ping-pong a l’espera que el territori fronterer «voti» el retorn a la seva òrbita per engolir-lo.
    Podria ser, posant-hi cert grau d’imaginació, una maniobra de distracció per aconseguir un cinturó de ronda de distanciament d l’ OTAN amb territoris ni de carn ni de peix. Molt surrealista des del meu entendre que és poc.

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  13. Entre comentaristes com tu (vos) i en Rafel una acaba fent un màster d’actualitat d’aquesta frontera. És fantàstic aprendre amb aquesta vivacitat que teniu molts. (crec que m’entenies en català, oi?).

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  14. Desde luego què puede uno decir ante el (prácticamente) único oasis de información equilibrada sobre el tema. Cuando uno se para a pensar sobre el asunto, acaba llegando a conclusiones que no le gustan.

    Mi opinión difiere levemente. EEUU ya ni quiere, ni necesita, a Ucrania. Se ha convertido en una carga, bastante onerosa sobre todo en cómo, efectivamente, reduce su margen de acción. Tampoco les interesa ya Georgia, despuès de lo que ha pasado en Kazajstán, Georgia es otro país como Ucrania, no en el aspecto ètnico, pero está totalmente mangoneado por Turquía y en menor medida Azerbaiyán, esto es transparente, y ya les ha quedado claro que serán parte de la UE jamás, por la tarde. Su PP local es otro partido de delincuentes, y muy agresivos, y están en una posición muy delicada, no es descartable una guerra civil. Se da por hecho que esto en Ucrania no puede pasar, entre otras razones porque Rusia lo intentaría impedir, pero Rusia no tiene ninguna capacidad de hacer nada, ni aún queriendo, en la zona occidental, que es precisamente el bastión neonazi, y es ahí donde todo es inestable al cubo.

    Si el gobierno ucraniano no es nazi, se le parece mucho. De entrada, los neonazis campan por sus respetos, incluso sacando a los suyos de los juzgados armas en ristre en plena luz del día. La cuestión aquí es que para EEUU la única función de utilidad que le queda a Ucrania es lanzarla contra Rusia (para que Rusia la machaque de alguna manera), Zelensky no tiene muchas ganas de morir por Occidente pero ya puede buscarse guardaespaldas de primera. Putin no da puntada sin hilo, lo de ofrecer asilo al criminal de Offshorenko va en esta línea.

    Ucrania es un estado fallido, esto no veo de què forma puede solucionarse. No es tan sencillo montar una Somalia, que es lo que la OTAN hace por sistema, simplemente pensemos en todas las centrales nucleares.

    Los acuerdos de Minsk me es imposible ver cómo podrían aplicarse. Por parte de Ucrania. El resultado directo dado lo lejos que se ha llegado es fotocopiar Bosnia-Hercegovina, donde por cierto, Serbia finalmente ha avanzado sus intereses (era difícil que no fuera así). Una vez más, la zona neonazi sería la más turbulenta, así que esperar que un presidente como Ze o cualquier otro vaya en este viaje es como dicen los anglófonos, que de sajones tienen poco o nada, al menos lingüísticamente, wishful thinking sino un pipe dream. Ni la UE tiene capacidad de presión. No la tiene, nunca la tuvo y no puede tenerla.

    En mi opinión Rusia sí se acabará saliendo con la suya. Pienso que obtendrá todo lo que ha pedido, porque es un paso sine qua non para salir de este embrollo. La única manera de desactivar la bomba ucraniana es dejar bien claro, negro sobre blanco, que Ucrania jamás entrará ni en la OTAN ni en la UE, no hay otra salida y a estas alturas es obvio de cajón, en París, en Berlín y hasta en Estoeselcolmo. Y es evidente que el mito de Finlandia, como el espejismo de Olof Palme, es eso, un espejismo. Esto tambièn es evidente, creo yo.

    Occidente es muchísimo más dèbil de lo que se piensa, y en general, lo saben. El colapso político al que se pueden enfrentar en todos y cada uno de sus países (mira lo que está pasando en Canadá) puede dejar cualquier revolución de colores a la altura de un circo de tres pistas.

    Menos en Hispanistán, que nadie se llame a engaño. En este país donde todas sus constituciones, absolutamente todas, acabaron implotando sin haber sido modificadas, la más longeva, la de 1876 se fue al pedo en 1922 con el golpe de Primo (el general que invadió Andorra para que el catalán dejase de ser lengua oficial -no lo era-, y que fue oportunamente desalojado por los franceses en otro misterio misterioso de la Hagiografías Espirituales patrias). Bueno, pues va tocando, ¿no? No está bien visto poner a un militar ahora, pero quizá un Marchena, o Espejel…

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