Catalunya recupera el toque de queda. Dos meses y cinco días después de que decayera con el fin del estado de alarma, el Govern ha anunciado que vuelve a implementar al cierre nocturno para tratar de contener la explosión de contagios de la quinta ola de coronavirus, con más impacto de lo esperado, hasta situarse entre las más altas de toda Europa. Una medida "excepcional", ha admitido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, con la misión de frenar una situación "muy delicada" y "especialmente frágil".
En concreto, el Ejecutivo catalán decreta un toque de queda de 1.00 a 6.00 horas en todos aquellos municipios de más de 5.000 habitantes con una incidencia acumulada de más de 400 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. Y además añade a todas aquellas poblaciones que sin alcanzar esta cifras están rodeadas por municipios que sí sufren esta incidencia.
Una patrulla de los Mossos vigila el cumplimiento del toque de queda el pasado invierno en el Portal de l'Àngel de Barcelona
El cierre incumbe a 6 de los 7,5 millones de catalanes
Barcelona, L'Hospitalet, Terrassa, Badalona, Sabadell...el toque de queda afectará a las diez localidades más pobladas de Catalunya con la única excepción de Lleida
En total, según ha anunciado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la medida afecta a 158 municipios catalanes, incluida su capital, Barcelona. También se someterán al cierre nocturno el resto de las ciudades más pobladas de Catalunya, como L'Hospitalet de Llobregat, Terrassa, Badalona, Sabadell, Tarragona, Mataró, Santa Coloma de Gramenet, Reus o Girona. La única excepción es Lleida. Esto es, estarán bajo el toque de queda 6 de los 7,5 millones de catalanes, un 80% de la ciudadanía.
Junto a ellas, otras poblaciones con una incidencia acumulada especialmente alta –doblando el umbral de 400– como Salou, Sitges, Sant Pere de Ribes, Arenys de Mar, Platja d'Aro o La Selva del Camp, con la tasa más alta, de 1.235,40 casos por cada 100.00 habitantes en las última semana. Además, hay 13 municipios como Cabrera de Mar, Vilassar de Dalt u Olesa de Montserrat con datos inferiores a una incidencia de 400 en los que también se decreta el toque de queda porqué están rodeados de localidades con alta incidencia. En cambio, evitan el toque de queda capitales comarcales como Manresa y Vic.
Catalunya
El Govern pretende que el toque de queda ya esté activo este fin de semana, aunque aún debe esperar el aval del TSJC
El president Aragonès ha anunciado que de inicio el toque de queda tendrá una vigencia de una semana y que el Govern quiere que ya esté activo este próximo fin de semana. "Hay que revertir los datos de la pandemia de los últimos días, los indicadores son claros", ha señalado el jefe del Ejecutivo catalán.
Fuentes del Ejecutivo catalán explican que como en el anterior cierre nocturno que se alargó hasta el pasado 9 de mayo, el cumplimiento de este toque de queda se controlará a partir de dispositivos de los Mossos d'Esquadra y las policías locales, aunque se apela a "la máxima responsabilidad ciudadana".
Toque de queda en Catalunya
Multas de 300 a 6.000 euros, con excepciones para desplazamientos por trabajo, motivos sanitarios o en el cuidado de menores
Las multas en caso de incumplimiento son las mismas que hubo hasta mayo, entre 300 y 6.000 euros, aunque en su decreto el Govern habilita ciertas excepciones para saltarse el toque de queda como los desplazamientos para asistencia sanitaria de urgencia; ir y volver del lugar de trabajo; los profesionales de servicios esenciales; desplazamientos para el cuidado de menores con progenitores separados; o para pasear animales de compañía, en este último caso solo entre la franja de 4.00 a 6.00 horas.
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El Govern ya contemplaba desde días atrás una medida como la del toque de queda, aunque dudaba de su encaje legal sin el paraguas del estado de alarma. Sin embargo, el aval de la justicia a un cierre nocturno para una treintena de municipios en la Comunidad Valenciana animó al Ejecutivo catalán a consultar a los servicios jurídicos de la Generalitat, que este martes informaron que creen viable el toque de queda siempre que no sea homogéneo para todo el territorio y se circunscriba a zonas o municipios concretos con mayor incidencia de coronavirus, como así ha sido decretado.
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Con todo, el toque de queda hoy anunciado por Pere Aragonès debe recibir aún la luz verde del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) para que sea efectivo. En otras autonomías, como las Canarias, la justicia ya se ha posicionado en contra del toque de queda al entender que la situación actual de la pandemia en las islas "no es tan grave".
En Catalunya, los datos epidemiológicos son "más que pésimos", como admitió el propio conseller de Salut, Josep Maria Argimon. En las últimas tres semanas ha habido 100.000 contagios, muchos de ellos jóvenes menores de 30 años, aunque también aumenta la presión hospitalaria. En este momento hay 1.185 personas hospitalizadas con covid en Catalunya (127 más que ayer), de las que 219 están graves en la uci (10 más que la víspera), con uno de cada cuatro de ellos menor de 40 años. La incidencia de los últimos 14 días sigue subiendo (+48) y ya roza los mil, con 979 casos por cada 100.000 habitantes. Al fin de las restricciones se le han sumado desde finales de junio las celebraciones de fin de curso e inicio del verano y, sobre todo, la expansión de una variante más contagiosa como la Delta.
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La mala evolución de la pandemia ya había llevado al Govern el pasado lunes a dar un paso atrás en la desescalada y recuperar unas restricciones que este mismo miércoles ya han recibido el visto bueno del TSJC y serán vigentes desde este jueves. Entre ellas, el cierre de toda actividad –ocio, cultura, restauración, comercios, etc.– a las 0.30 horas y la limitación a diez del número de personas que se pueden reunir, tanto en el espacio público como privado.
A ello agrega ahora la recuperación del toque de queda, un paso más en materia de restricciones que pedían los expertos sanitarios de la Generalitat, preocupados por el rápido incremento de la quinta ola.