El alcalde de Granada dimite: el plan del PP y Hervías contra Cs da el consistorio al PSOE

El alcalde de Granada, Luis Salvador, compareció este jueves para anunciar su dimisión tres semanas después de quedarse solo junto a otro edil de Cs en el equipo de gobierno, José Antonio Huertas. Salvador aseguró que ha plantado cara a una crisis "organizada por el PP y por Fran Hervías", según denunció, y sostuvo que nadie en la calle le pide que se vaya y abandone el sillón de la alcaldía. Dará paso a la lista más votada, anunció Salvador, es decir, la del PSOE. El socialista Paco Cuenca, si no hay sorpresas, volverá a ser el alcalde la ciudad nazarí.

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"No hay ningún acuerdo con nadie en este momento", aseguró Salvador. "Simplemente la lealtad y la generosidad y el amor a Granada nos permite anunciar que el alcalde no va a dimitir, va a presentar la renuncia voluntaria a ser alcalde de Granada", dijo, lo que se analizará este viernes en un pleno municipal.

"Es una renuncia voluntaria y no por coacción", señaló. Salvador aseguró que él no va a entrar en ningún acuerdo ni en ningún futuro Gobierno, pero sí avanzó que, si no hay acuerdo, gobernará, eso dice la ley, la lista más votada, la del PSOE. Justificó que actúa así para dotar de estabilidad a la ciudad "pensando siempre en el interés general de Granada".

El portavoz de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, dejó claro que respaldan la actuación de Salvador como "la más responsable" y aseguró que quien tiene que dar explicaciones es "la calle Génova". Desde la dirección nacional de Cs confirman que su partido no entrará en ningún Gobierno en Granada ni apoyará al PSOE. El futuro alcalde socialista, Paco Cuenca, está imputado en una causa ligada a los cursos de formación por su etapa como delegado de la Junta en Granada.

Si nadie logra la mayoría, la ley indica que se dará paso en la alcaldía a la lista más votada y esa es la socialista. Cs trasladó que hasta el último día ha tratado de que el PP vuelva al Gobierno municipal y respalden a Salvador como alcalde sin éxito. También el vicepresidente andaluz, Juan Marín, respaldó públicamente la actuación de Salvador: "Ha hecho lo que debía hacer, lo correcto", dijo.

Sostuvo que nadie en la calle le pide que se vaya y abandone el sillón de la alcaldía

El alcalde de Cs habló de "chantaje" y defendió que en este mes se ha hecho "todo el trabajo que había que hacer", tanto en las empresas municipales como en el pleno del ayuntamiento. Salvador repasó la agenda de los últimos días para reivindicar la gestión y el funcionamiento en todas las áreas. Un balance que extendió a los meses de pandemia y a todo su mandato, repasando los principales proyectos en cartera.

La inestabilidad llegó a Granada después de que quien fue candidato y presidente del PP granadino, Sebastián Pérez, anunciara su baja del partido y su salto como concejal no adscrito en protesta porque el alcalde de Cs no daba paso a los populares en la alcaldía en el ecuador del mandato. Quien fue máximo responsable del PP defendió que él mismo había cerrado un acuerdo de 2+2 con un apretón de manos con Luis Salvador, que suponía dar paso a los populares a los dos años de mandato municipal. Pérez amagó con dar la alcaldía al PSOE si no se cumplía ese acuerdo. Su voto era clave para entregar el bastón de mando a los socialistas.

En ese momento, el PP de Granada, con hilo directo con Génova y autorización de la dirección andaluza, comenzó una operación para tratar de derribar al alcalde de Cs. El culmen fue que el pasado 8 de junio abandonaron el equipo de gobierno municipal todos los ediles del PP y se sumaron a la 'fuga' dos concejales de los cuatro de la formación naranja. La maniobra dejaba al alcalde solo con un edil de los 27 del ayuntamiento y trataba de asfixiar al regidor forzando su renuncia. Ha tardado tres semanas. Salvador anunció que ha registrado su renuncia, pero dejó claro que el PP ha fracasado porque dará paso a la lista más votada. Si no hay sorpresas, eso conllevaría que Paco Cuenca, que ganó las últimas municipales, volvería a ostentar el bastón de mando de forma inmediata. Salvador aseguró que cuenta con el visto bueno de la dirección de Inés Arrimadas y de Juan Marín.

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La operación deja tocado el pacto de estabilidad de PP y Cs en la Junta de Andalucía. Hay que recordar que tras la moción de censura de Murcia los socios en el Gobierno andaluz ratificaron un nuevo acuerdo para "encapsular" el acuerdo en la comunidad autónoma que suponía que el PP no aceptaría hasta las elecciones el desembarco de cargos de Cs en sus filas. Poco antes, quien fue secretario de Organización de Cs y hombre fuerte del partido en Andalucía, Fran Hervías, dio el salto al núcleo duro de Génova. Detrás, todos los naranjas intuyeron un plan de derribo a Cs, una 'opa hostil' que aceleraría la descomposición del partido que fundó Albert Rivera.

Pese a ese acuerdo en Andalucía, sellado entre Elías Bendodo, consejero de la Presidencia (PP), y el vicepresidente andaluz y líder de Cs, Juan Marín, las fugas de cargos de Cs están siendo incontrolables. Tras el golpe de Granada, que acabará posiblemente con la alcaldía en manos del PSOE, vino también la marcha de tres ediles de Jaén, que han sido expulsados del partido y que, en este caso, abandonaron al alcalde socialista en la capital jiennense. Solo una edil de Cs se quedó en el Gobierno, lo que ha bastado en este caso para evitar que la alcaldía de Jaén pase del PSOE al PP. En Granada, sin embargo, sí habrá relevo en el color del Gobierno municipal.