¿A qué edad se van de casa los jóvenes en la Unión Europea? - Mapas de El Orden Mundial - EOM
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¿A qué edad se van de casa los jóvenes en la Unión Europea?

¿A qué edad se van de casa los jóvenes de la Unión Europea? La media de los países de la UE es de 26 años, pero hay grandes diferencias.

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Los jóvenes portugueses se van de casa quince años más tarde que los suecos. Es la brecha más grande de toda la Unión Europea: en Suecia, la edad media de abandono del hogar parental coincide casi con la mayoría de edad, a los 19 años, mientras que en Portugal los jóvenes esperan hasta los 34 años, según los datos de Eurostat de 2021. Las diferencias culturales contribuyen en parte a explicar estos desajustes ―en los países nórdicos el arraigo familiar es menor―, pero también tiene mucho que ver la situación económica de cada Estado.

No en vano, casi todos los países del sur y el este de Europa presentan tasas de emancipación por encima de la media europea, que se sitúa en los 27 años. Son, también, los más pobres de la Unión Europea o los que cuentan con mercados laborales hostiles para los jóvenes, ya sea en forma de precariedad o desempleo juvenil ―a cierre de 2021, España, Grecia e Italia lideraban el ranking de países europeos con más personas de entre 18 y 24 años desempleadas―.

Especialmente llamativo es el caso de Suecia, que presentaba el cuarto peor dato de la Unión Europea en lo que a falta de empleo para la mano de obra más joven se refiere ―un 23% en diciembre del año pasado―. El mal desempeño económico de los países mediterráneos es obvio, pero ¿cómo es posible que Suecia sea uno de los Estados miembros donde más difícil lo tienen los jóvenes para encontrar un trabajo y a la vez el país en el que estos se van de casa antes? La respuesta está en el coronavirus: en tan solo siete meses, el desempleo juvenil se disparó diez puntos porcentuales, pasando de un 19,7% en diciembre de 2019 a un 29,3% en julio de 2020.

Suecia fue modulando su respuesta a la pandemia, y desde un principio apostó por restricciones suaves que no condujeran a un confinamiento estricto. Esa política le convirtió en uno de los países europeos con más contagios, pero también consiguió amortiguar el impacto de la insólita recesión económica que asoló el continente.

Las personas que viven de alquiler o en propiedad en la Unión Europea

Sin embargo, muchas empresas suecas recortaron drásticamente sus plantillas, prescindiendo sobre todo de trabajadores con contratos temporales, muchos de ellos jóvenes. Al abandonar sus casas para irse a estudiar a otra parte del país, gran parte de los suecos optan por irse a vivir en solitario y no a pisos compartidos o residencias estudiantiles, por lo que la escasez de ofertas laborales de los últimos meses y el encarecimiento del alquiler han afectado inevitablemente a la edad media de emancipación en el país escandinavo, que ha aumentado un año desde 2019.

Pero ese retroceso no ha evitado que Suecia mantenga la primera posición europea. En Portugal, por el contrario, los jóvenes tienen que esperar ahora cinco años más que antes de la pandemia para abandonar el hogar familiar, pasando de tener el séptimo peor dato de la UE en 2019 al último puesto en 2021. Esa caída es el fiel espejo de la cruda situación que viven los jóvenes portugueses, que cuentan con uno de los salarios mínimos más modestos del bloque comunitario ―822€― y en muchas ocasiones no pueden afrontar unos precios del alquiler o la vivienda desorbitados.

El porcentaje de inquilinos que destinan más del 40% de sus ingresos al alquiler

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