CONVULSIÓN EN LA POSCONVERGENCIA

Cargos electos del PDECat cargan contra el "pensamiento único" de los afines a Puigdemont

El presidente del PDECat, David Bonvehí.

El presidente del PDECat, David Bonvehí. / periodico

Fidel Masreal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un grupo de cargos electos y alcaldesdel PDECat han promovido un manifiesto que denuncia el "pensamiento único" del sector afín al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y rechaza que el partido se disuelva en Junts per Catalunya. Responden así a otro manifiesto de los puigdemontistas a favor de diluir al PDECat en JxCat. La guerra entre ambos bandos posconvergentes es abierta y descarnada y se dirimirá, probablemente, en una reunión del consejo nacional, máximo órgano del partido entre congresos.

El documento que defiende mantener viva la marca PDECat, avanzado este domingo por Nació Digital, es claro: "Apoyamos a la dirección del Partit Demòcrata para que acabe de reconfigurar un espacio donde, rehuyendo el pensamiento único, estos valores que hemos practicado, basados en la buena gestión y en una mirada amplia para perseguir tozudamente los máximos logros nacionales de país, estén presentes en el proyecto que hemos de decidir entre TODOS y TODAS, y que ha de ser Junts per Catalunya". El texto reivindica la tradición del espacio convergente y propone sumar esfuerzos, pero "desde el reconocimiento de los sumandos". Es decir, sin desaparecer.

El otro manifiesto

Previamente a este manifiesto, los críticos con la dirección e independientes de Junts per Catalunya (marca electoral propiedad del PDECat) enarbolaron un texto bajo el lema "Junts" que han firmado 'consellers', diputados en el Parlament y cargos locales, y en el que abiertamente se aboga por construir una nueva fuerza política "de suma y no de exclusiones", al servicio del liderazgo de Puigdemont. Este documento no cita en ningún momento el nombre PDECat.

Los críticos con la dirección del partido se muestran convencidos de poder doblegar la decisión mayoritaria de la pasada semana -tuvo solo 4 votos en contra- de rechazar la disolución en JxCat, como propusieron en un documento los 'exconsellers' presos Josep RullJordi Turull y Joaquim Forn. En cambio, los actuales dirigentes de la formación que dirige David Bonvehí recetan tranquilidad y creen que las críticas más exacerbadas llegan desde fuerade la organización, por parte de los independientes que forman los grupos parlamentarios de JxCat.

La pugna interna tiene que ver con cuotas de poder. En la actualidad es el PDECat quien dispone de los derechos sobre la marca Junts per Catalunya, pese a un pacto entre David Bonvehí y Jordi Sànchez por el que las dos partes deben estar de acuerdo para usar tal marca. En cualquier caso, si los fieles a Puigdemont creasen otra fuerza política deberían usar otra marca, otro nombre. Y perderían los derechos electorales, es decir, la publicidad en medios de comunicación y en debates electorales que se concede a los partidos que ya han obtenido representación parlamentaria. Unos derechos que los 'puigdemontistas' relativizan afirmando que en la actualidad el uso de redes sociales facilita la difusión de ideas y proyectos.

El PDECat esgrime además su estructura territorial de sedes, militantes y cuadros locales, en especial sus alcaldes. En cambio, los críticos se muestran convencidos de que sin Puigdemont, el partido posconvergente quedará tocado de muerte y perderá claramente peso electoral y social.