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Coronavirus y altas temperaturas: un nuevo estudio no halla pruebas de que el calor vaya a frenar el virus

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Bañistas disfrutan del calor en la playa de Huntington Beach, California en plena pandemia de Coronavirus (Foto tomada el 25 de abril de 2020).
Bañistas disfrutan del calor en la playa de Huntington Beach, California en plena pandemia de Coronavirus (Foto tomada el 25 de abril de 2020).
Foto: APU GOMES/AFP (Getty Images)

Existe la creencia popular de que la covid-19 es como la gripe, una enfermedad estacional cuyo contagio se frenará en los meses estivales gracias a las altas temperaturas. Un nuevo estudio arroja un jarro de agua fría sobre esa idea. Según sus resultados no hay ninguna relación entre el calor y la propagación.

Los autores del estudio (cuyas conclusiones aún son preliminares) han seleccionado 144 territorios de todo el mundo en los que la pandemia estaba aproximadamente en la misma fase. Han desechado, por ejemplo, provincias de China donde la enfermedad ya parecía controlada cuando se hizo el estudio, y otros lugares en los que la pandemia estaba en plena expansión inicial.

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Una vez seleccionadas las poblaciones a estudiar, han estudiado el porcentaje de aumento de nuevos casos durante una semana y lo han contrastado con otros factores como la latitud, la temperatura media, la humedad media, y medidas de corte social como el cierre de escuelas, la prohibición de reunirse en lugares públicos y el distanciamiento social.

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¿El resultado? Ni la temperatura ambiental ni la latitud parecen afectar de ninguna manera al contagio. El dato es importante porque implica que no debemos bajar la guardia durante los meses cálidos que se avecinan solo porque son cálidos. ¿Qué es lo que más frena la expansión del virus SAARS-CoV-2 entonces? Pues ni más ni menos que las medidas de higiene pública: el confinamiento, el distanciamiento, el uso de mascarillas... Las medidas de salud pública muestran una correlación firme con la reducción del número de contagios. El profesor Dionnne Gesink, epidemiólogo en la Escuela de Salud Pública Dalla Lana y coautor del estudio, explica:

El verano no va a hacer que esto se vaya. Es importante que la gente sea consciente de esto. Sin embargo, cuanto más intervenimos para frenar activamente el contagio, más contribuimos a frenar la epidemia. Las intervenciones en materia de salud pública son, hasta la fecha, lo único que ha demostrado funcionar contra la covid-19.

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Se da la circunstancia de que los mismos autores publicaron un estudio anterior en el que se apuntaba a que las temperaturas elevadas podían frenar la expansión del virus. Este nuevo estudio se basa en datos y condiciones más rigurosas y descarta completamente las conclusiones del anterior. El estudio se ha publicado en la revista Canadian Medical Association Journal. [Eurekalert vía Science Alert]