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Todo lo que necesitas saber sobre las tecnologías de pantalla Nvidia G-Sync y AMD FreeSync

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Nvidia recientemente anunció planes para abrir su tecnología patentada de renderizado G-Sync a un puñado de monitores que admiten la otra tecnología de tasa de actualización variable, FreeSync de AMD. Espera... ¿qué? Si todo esto no te suena de nada, sigue leyendo

Los matices de las tecnologías de visualización no son algo que la mayoría de los jugadores y geeks estén dispuestos a memorizar para impresionar a amigos y seres queridos. Sin embargo, si lo que estás buscando es llevar tus juego en PC al siguiente nivel, no es prudente ignorar por completo a G-Sync y FreeSync. Los beneficios de ambas tecnologías realmente pueden enriquecer tu experiencia de juego con un movimiento más suave y un lag reducido.

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Si todavía te estás rascando la cabeza, no te preocupes. A continuación te ofrecemos un vistazo muy rápido a los conceptos básicos de las tecnologías de pantalla adaptativa para que entiendas mejor cómo funcionan G-Sync y FreeSync, y por qué puedes llegar a querer tenerlas en cuenta cuando vayas a comprar tu próximo monitor para juegos.

¿Qué pueden hacer G-Sync y FreeSync por mí?

G-Sync y FreeSync son sus nombres comerciales, pero la tecnología subyacente a las implementaciones de Nvidia y AMD se conoce generalmente como sincronización adaptativa. Cuando están activadas, G-Sync y FreeSync hacen coincidir lo que sale de tu tarjeta gráfica con lo que muestra tu pantalla. El objetivo es ni más ni menos que garantizar que cada fotograma que genera la gráfica se presente tal cual en tu monitor. Esto minimiza el lag y evita los molestos fallos de imagen que pueden producirse cuando la tarjeta gráfica envía más (o menos) datos que los que puede procesar frecuencia de actualización nativa de tu monitor.

Aclaremos un poco más esto que acabas de leer. ¿Cómo que tu monitor no muestra todo lo que le envía tu gráfica? Cuando ejecuta un videojuego, tu PC calcula, dibuja, recalcula y vuelve a dibujar todo lo que necesitas ver: el estado de cada parte potencial en movimiento del juego, incluido el jugador, los enemigos y el entorno. Todo esto sucede docenas de veces por segundo. Al igual que los dibujos animados están hechos de muchos dibujos similares con pequeños cambios en cada uno, tu PC envía cada uno de estos fotogramas a tu monitor, lo que crea la sensación de movimiento y animación que perciben tus ojos. La cantidad de veces que un juego envía esa información por segundo se llama tasa de fotogramas o tasa de cuadros

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En el otro lado, cada monitor tiene un límite en cuanto a la cantidad de cuadros de animación que puede mostrar. Se trata de la tasa de refresco y determina la cantidad de veces que la pantalla puede actualizar la imagen cada segundo. Cuando el PC envía más fotogramas de los que puede manejar el monitor se generan errores como el screen tearing donde se muestran dos fotogramas de animación al mismo tiempo. A la inversa, si un PC no emite suficientes fotogramas de animación se genera un retraso entre los datos que envía y lo que se muestra en su pantalla: el molesto lag.

La mayoría de los juegos combaten este problema ofreciendo una función conocida como sincronización vertical, o V-Sync. Se trata de una solución de software que evita que tu PC envíe más fotogramas de los que puede manejar tu monitor. Esto resuelve el problema del desgarre de pantalla o screen tearing en algunos casos, pero dista mucho de ser una solución ideal.

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Por lo general, los juegos no se ejecutan a una tasa de fotogramas consistente. Dependiendo del juego y la potencia de tu computadora puede haber saltos de decenas de cuadros por segundo en cualquier momento. Si tienes problemas para generar una velocidad de cuadros que coincida o exceda la velocidad de actualización de su monitor es posible que acabes con una tasa de fotogramas aún peor. Simplemente es así como funciona la tecnología.

La sincronización adaptativa previene estos problemas (salvo en los casos más extremos) bloqueando la velocidad de fotogramas para que no exceda lo que tu monitor puede hacer, pero manteniendo el juego funcionando a la tasa de fotogramas más alta posible aunque tus fotogramas por segundo no puedan alcanzar la frecuencia de actualización de tu monitor.

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¿En qué se diferencian G-Sync y FreeSync?

La respuesta más simple es que G-Sync es un escalador dinámico exclusivo de Nvidia y de sus socios fabricantes de monitores. FreeSync es un estándar de código abierto creado por AMD que cualquier fabricante de monitores puede integrar si quiere hacerlo.

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Sin embargo, hay más que eso. Hasta el CES de 2019, G-Sync era técnicamente un estándar de hardware. Los monitores que admiten G-Sync tienen un chip específico que se comunica directamente con las tarjetas gráficas Nvidia para ajustar la tasa de fotogramas. A menos que tengas una tarjeta gráfica Nvidia, no hay G-Sync para ti.

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Los monitores FreeSync en teoría deberían funcionar con cualquier tarjeta gráfica, pero hasta ahora, solo se puede aprovechar FreeSync cuando se usa una tarjeta gráfica compatible con AMD.

Como mencionábamos anteriormente, Nvidia anunció esta semana el lanzamiento (a partir del 15 de enero) de una versión solo de software de G-Sync. Supuestamente ese software habilitará la tecnología de sincronización adaptativa para una pequeña lista de monitores G-Sync Compatible preaprobados que no disponen de chip G-Sync. Aquellos que posean monitores FreeSync (y tarjetas gráficas Nvidia) deberían poder activar la sincronización adaptativa también, pero los detalles aún no están claros. Además, no sabemos aún cómo el nuevo G-Sync basado en software se comparará con FreeSync o con la versión original basada en hardware.

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¿Cómo se si un monitor soporta G-Sync o FreeSync?

Si estás comprando un nuevo monitor, la mayoría de las compañías se aseguran de hacer muy obvio que la pantalla admite G-Sync, FreeSync, o (ahora) ambos. Al fin y al cabo no deja de ser un argumento de ventas. La compatibilidad con ambos sistemas será siempre un punto en la descripción del artículo en cualquier tienda donde compres, y hasta debería haber un logotipo en la caja. (La mayoría de las veces está en el mismo nombre).

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Si deseas consultar un monitor que ya tienes o simplemente quieres estar completamente seguro, aquí hay enlaces a cada monitor G-Sync y FreeSync que existe en la actualidad. Nvidia también hizo una pequeña hoja de guía con los monitores que serán compatibles con G-Sync la próxima semana.

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¿Cómo activo cada sistema?

G-Sync y FreeSync están activados de forma predeterminada si estás utilizando una GPU y un monitor compatibles. Puedes verificar que la herramienta esté encendida desde la aplicación Nvidia Control Panel para G-Sync o a AMD Catalyst Control Panel para FreeSync. Tan fácil como eso.

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La mayoría de la gente dejará G-Sync o FreeSync activado y se olvidará de ello. Sin embargo, algunos jugadores en particular pueden descubrir que ciertos juegos funcionan mejor sin G-Sync o FreeSync habilitados. Aquellos, por ejemplo, que buscan el menor retardo posible para shooters competitivos en primera persona pueden obtener un resumen más detallado sobre cómo optimizar G-Sync (incluido cómo desactivarlo para juegos individuales) en esta guía. AMD tiene una guía similar sobre cómo hacer esto en un monitor FreeSync.

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¿Cuál de las dos tecnologías es la mejor?

A menos que compres una nueva tarjeta gráfica y un monitor al mismo tiempo, la elección entre G-Sync y FreeSync probablemente dependa de elegir el mejor equipo que coincida con el que ya tienes. No tiene sentido comprar un monitor G-Sync si tienes una tarjeta gráfica AMD, por ejemplo. Tampoco te recomendaría que compres un monitor FreeSync para emparejarlo con tu GPU Nvidia, al menos, no hasta que veamos cómo de bien funcionan las pantallas FreeSync seleccionadas con Nvidia para ser compatibles con el G-Sync de software.

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Hay muchas otras consideraciones a las que querrás dedicarle tiempo al comprar un nuevo monitor: su tipo de panel (TN? IPS?); su velocidad de actualización máxima, las velocidades de actualización donde se admiten G-Sync y FreeSync; su resolución, si tu tarjeta gráfica puede generar juegos de alta calidad en ese monitor; qué tan egonómica es la pantalla...

El que una pantalla sea compatible con G-Sync o FreeSync es solo la primera pregunta que debes hacerte al comprar un nuevo monitor de juegos. Aun así, es posible que desees esperar a comprar algo nuevo por un tiempo. Las pantallas más recientes con FreeSync 2 y G-Sync Ultimate todavía están en su infancia, pero tienen el potencial de verse incluso mejor que los mejores monitores de la actualidad. Por ahora tienen un precio muy elevado, pero seguramente bajarán con el tiempo.