Donald Trump ha renunciado a cobrar los 400.000 dólares –367.000 euros- que se embolsa el presidente de los Estados Unidos por ocupar el Ejecutivo más importante del mundo. En una entrevista con la cadena CBS, ha asegurado que aceptará la cantidad mínima que debe recibir por ley: un dólar al año.
“Lo cierto es que no sé siquiera cuál es el salario. ¿Sabes cuál es?”, preguntó durante la entrevista a la periodista. “No voy a aceptar ese salario, no lo tomaré”, dijo quien ocupará el Despacho Oval a partir del 20 de enero.
El republicano amasó buena parte de su fortuna con programas de televisión, hoteles, casinos –no siempre con buena suerte- y negocios inmobiliarios. Según la revista Forbes, el futuro presidente tiene una fortuna de 3.700 millones de dólares –3.300 millones de euros-, lo que le permite afrontar la vida sin necesidad de recurrir al salario que se le extiende desde la Casa Blanca.
En cualquier caso, contará con todos los gastos cubiertos en desplazamientos y seguridad tanto de él como de sus familiares. No ha aclarado si también renunciará a ello, igual que los 50.000 dólares para gastos extraordinarios con los que cuenta.
En la entrevista, Trump también dijo que dará a conocer su declaración de impuestos “en el tiempo apropiado”, una polémica que lo ha acompañado a lo largo de toda la campaña. Es más, defendió su decisión de no divulgarla durante la carrera presidencial, como es costumbre en EEUU desde hace décadas por parte de todos los aspirantes a la presidencia.
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