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PETER DOCKRILL
6 DE DICIEMBRE DE 2021

El uso del medicamento sildenafilo -más conocido por la mayoría como el fármaco de marca Viagra- se asocia a una reducción drástica de la incidencia de la enfermedad de Alzheimer, según sugiere una nueva investigación.

Según un estudio dirigido por investigadores de la Clínica Cleveland, tomar sildenafilo está relacionado con un riesgo casi un 70 por ciento menor de desarrollar Alzheimer en comparación con los no usuarios.

Esto se basa en un análisis de los datos de reclamaciones de seguros de salud de más de 7,2 millones de personas, en el que los registros mostraron que los reclamantes que tomaron la medicación eran mucho menos propensos a desarrollar Alzheimer en los siguientes seis años de seguimiento, en comparación con los pacientes de control emparejados que no usaron sildenafil.

Es importante señalar que las asociaciones observadas como ésta -incluso a gran escala- no son lo mismo que la prueba de un efecto causal. Por ejemplo, es posible que las personas de la cohorte que tomaron sildenafilo tengan algo más que agradecer por sus mayores posibilidades de no desarrollar Alzheimer.

No obstante, los investigadores afirman que la correlación mostrada aquí -además de otros indicadores del estudio- es suficiente para identificar el sildenafilo como un prometedor fármaco candidato para la enfermedad de Alzheimer, cuya viabilidad puede explorarse en futuros ensayos clínicos aleatorios diseñados para comprobar si existe realmente la causalidad.

"En particular, descubrimos que el uso de sildenafilo reducía la probabilidad de padecer Alzheimer en individuos con enfermedad arterial coronaria, hipertensión y diabetes de tipo 2, todas ellas comorbilidades significativamente asociadas al riesgo de padecer la enfermedad, así como en aquellos que no la padecen", explica el biólogo computacional y autor principal del estudio, Feixiong Cheng, de la Clínica Cleveland.

No es la primera vez que el uso de sildenafilo se relaciona con mejores resultados en materia de salud, ya que el fármaco se ha mostrado prometedor en una serie de contextos científicos diferentes, como la investigación del cáncer y la malaria, entre otros.

En este caso, el equipo de Cheng comenzó a construir más de una docena de módulos de endofenotipo, utilizando técnicas computacionales para mapear los factores genéticos que podrían gobernar hipotéticamente la manifestación de la enfermedad de Alzheimer.

Con 13 de estos módulos en la mano, los investigadores buscaron qué tipos de medicamentos aprobados por la FDA podrían hipotéticamente ayudar contra los fenotipos identificados.

De los más de 1.600 medicamentos de este tipo ya aprobados por la FDA, el sildenafilo resultó ser uno de los candidatos más prometedores.

Esto podría parecer desconcertante -dado que el fármaco se utiliza hasta ahora principalmente para tratar la disfunción eréctil y la hipertensión pulmonar-, pero en la comunidad investigadora ya había indicios de que el compuesto sildenafilo podría tener otro tipo de beneficios para la salud, dadas sus interacciones con las proteínas amiloide y tau implicadas en la patología del Alzheimer.

"Estudios recientes demuestran que la interacción entre el amiloide y la tau contribuye más al Alzheimer que cualquiera de ellas por sí sola", afirma Cheng.

"Nuestra hipótesis es que los fármacos dirigidos a la intersección de la red molecular de los endofenotipos amiloide y tau deberían tener el mayor potencial de éxito... El sildenafilo, que ha demostrado mejorar significativamente la cognición y la memoria en modelos preclínicos, se presentó como el mejor candidato a fármaco".

La hipótesis parece estar confirmada por los datos del seguro médico, ya que el equipo descubrió que los usuarios de sildenafilo tenían un 69 por ciento menos de riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer en comparación con los no usuarios, una reducción notablemente mayor que la de otros tipos de medicamentos también investigados en el estudio, como el losartán, la metformina, el diltiazem y la glimepirida.

Por supuesto, los investigadores subrayan que nada de esto establece la causalidad, pero en ese frente puede haber otras pistas prometedoras.

En otros experimentos en los que se estudiaron células cerebrales humanas in vitro para explorar cómo el sildenafilo podría conferir protección contra el deterioro cognitivo del Alzheimer, los investigadores observaron que las neuronas tratadas con el fármaco mostraban un mayor crecimiento y una menor acumulación de tau.

Aún es pronto, pero estos efectos bien podrían tener algo que ver con la reducción de las probabilidades de desarrollar Alzheimer en la cohorte asegurada. Para ello, es importante seguir estas pistas, dice el equipo.

"Ahora estamos planeando un ensayo mecanístico y un ensayo clínico aleatorio de fase II para comprobar la causalidad y confirmar los beneficios clínicos del sildenafilo para los pacientes de Alzheimer", dice Cheng.

"También prevemos que nuestro enfoque se aplique a otras enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica, para acelerar el proceso de descubrimiento de fármacos".

Los resultados se publican en Nature Aging.


Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator
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