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Rob_Ben_Gebler
1.- El Fiscal, Felipe Acedo Colunga, había sido alumno del acusado y lo describió como «hombre honesto e inocente de cualquier delito de sangre», «persona honrada» y «simpático a la multitud y a nosotros mismos desde el punto de vista personal», pero pidió la Pena de Muerte.

2.- Fernando Rodriguez Miaja, que falleció el pasado Diciembre a los 103 años. Había escrito un libro en el que defiende que su tío José nada tuvo que ver con el Golpe de Estado, y que aceptó la presidencia del CND por existir un “vacío de poder”, al haber desaparecido el Gobierno de Negrín (poder civil) y quedar él como la máxima Autoridad Militar de la República. Desde luego, puede ser. Miaja era una persona bonachona y apacible, y las conspiraciones le quedaban muy grandes.

3.- Su hijo, el capitán José Miaja (que había caído preso de los franquistas) fue canjeado el 9 de Marzo por Miguel Primo de Rivera - el hermano del fundador de Falange - que cumplía pena de 30 años de reclusión en Alicante.

4.- “Tanto la prueba testifical practicada como la documentación aportada, aparece que el acusado es persona de antecedentes inmejorables de ideas derechistas, amante del orden y afecto al parecer al Movimiento Nacional. Según consta en lo actuado, a fines de 1937, el procesado estableció contacto con los representantes y agentes de la España Nacional en la zona roja, procurándoles algunas informaciones y siendo partidario de la rendición sin condiciones de la zona central, aún en poder de los marxistas, para lo cual trabajó intensamente y que a principios de 1939, procuró a un agente de la zona nacional un superponible de las fuerzas en línea y en reserva del ejército rojo, para que fuera pasado a la España Nacional y que estas fuerzas pudieran atacar por donde conviniera."

5.- Un ejemplo de la candidez de muchos republicanos, incluso de los fieles a Negrín, se demuestra porque el sindicalista Ramón González Peña (uno de los expulsados del PSOE con Negrín) propuso a éste ascender un grado en el generalato a Martínez Cabrera, en la confianza de que Franco respetaría los grados de los militares si se llegaba a una capitulación honrosa. Negrín, más realista, no accedió a ello.

6.- El general Yagüe, que pese a su fama de "Carnicero de Badajoz" es uno de los militares franquistas menos antipáticos, había recibido la rendición de las tropas de Extremadura de Escobar, y le ofreció una avioneta para que se pusiera a salvo. Tras la brutalidad del avance hacia Madrid, Yagüe se había planteado ciertas cosas; cada vez estaba menos de acuerdo con el revanchismo de Franco y los suyos, lo que le costó varias sanciones disciplinarias. El Cardenal Segura también intercedió por Escobar, que era un ferviente católico y había salvado al arzobispo de Tarragona Francisco Vidal i Barraquer. Pero de nada sirvió.

7.- Tras la Guerra, por la cual cualquiera que hubiera ayudado al bando republicano era acusado de “rebelión militar” y el simple hecho de no apoyar a los sublevados, de “auxilio a la revisión”. Pese a sus intentos, los militares quintacolumnistas que, quedando en zona republicana en 1936, habían elegido no suicidarse estúpidamente atacando a los republicanos y prefirieron pasar a la clandestinidad, no lograron ser rehabilitados; en algunos casos (gracias a sus relaciones personales) consiguieron destinos civiles que les permitieron vivir con cierto desahogo; pero, en otros (como el capitán Vicente Trigo Sandomingo, tuvieron que recurrir al pluriempleo y vivieron casi en la miseria.

8.- Quedó registrado que los italianos, los primeros en entrar en Albacete, trataron con corrección a Cascón y los demás oficiales que se entregaron. También, en Barajas, donde se había dirigido para rendirse el grueso de la Aviación Republicana, la Legión Cóndor trató a los pilotos con caballerosidad y cortesía. Su jefe, Wolfram Von Richthofen (el destructor de Gernika) llegó a pedir permiso a los republicanos para subir a los aviones capturados para examinarlos. Todo cambió cuando llegaron los españoles del bando vencedor, que no ahorraron humillaciones a Cascón y sus subordinados; por ejemplo, hacerles limpiar letrinas. No es extraño (aunque irónico para los que conocemos el futuro) que los militares profesionales alemanes e italianos vieran con disgusto el comportamiento de sus camaradas españoles, ajeno a todas las reglas de la guerra.

9.- A las palabras del Tribunal leyendo esta acusación, Cascón respondió: “Yo no me rebelé nunca. Fuisteis vosotros los que os rebelasteis”. Asimismo, cuando el Fiscal le presentó como “Jefe de la Aviación Roja”, rectificó: “De ninguna manera. Soy Coronel de la Aviación Republicana

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