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Rob_Ben_Gebler
1.- En la que se conoce como Batalla de Morava-Ivan, las fuerzas griegas eran numéricamente superiores (quizás 75000 contra 55000) pero el terreno era favorable para la defensa. La correlación de fuerzas no debería haber sido determinante; sin embargo, el pésimo despliegue de los italianos (el Comandante del IX Ejército, General Vercellino, ni siquiera había llegado a su puesto) y la poca profundidad de sus líneas (si los griegos superaban las colinas de Morava, todo el IX Ejército corría el riesgo de ser embolsado) decidió la batalla.

2.-La caída de Korçë, o Korytsa, fue todo un shock para el pueblo italiano. Es un nombre que resultaba conocido, pues era la base principal de la Regia Aeronáutica (Aviación Italiana) para esta guerra, y había salido muchas veces en la Prensa del Régimen. Además, no se trataba de una pequeña aldea, como las que los italianos habían tomado en la primera semana de guerra (y, cuya conquista, la Prensa había aclamado con jolgorio); sino de una ciudad (en este momento, con sesenta mil habitantes, es la séptima ciudad de Albania). Los italianos empezaban a desconfiar de la fanfarronería mussoliniana

3.- Aunque no tuvo casi repercusión en la campaña greco-italiana, no está de más recordar que, el 11 de Noviembre, los británicos atacaron con aviones torpederos la base naval de Tarento y pusieron fuera de combate (un buque hundido, dos dañados, que precisaron cuatro a seis meses para volver a navegar) a tres de los seis modernos acorazados de la Regia Marina (los italianos, por decisión del Duce, no tenían portaaeronaves, y fiaban todo a la velocidad y potencia de fuego de sus acorazados). La ineficacia de sus defensas, la facilidad con que los ingleses pusieron fuera de combate a la mitad de sus mejores efectivos, supuso otro golpe psicológico importante para Italia.

5.- Incluso los países ocupados por los nazis estaban de corazón con los griegos. Cuando el Ejército Griego avanzó por Albania, llegando a conquistar un tercio de su territorio, en la frontera de la Francia de Pétain aparecieron carteles, orientados hacia Italia, que decían más o menos: “¡Helenos! ¡Deteneos! Ya llegáis a la frontera francesa!”

6.- Sarandë, en italiano Santi Quaranta, había sido rebautizada por los italianos como Porto Edda por la hija del Duce, Edda Ciano. Su caída fue otro golpe para la moral italiana.

Invito a los lectores a que revisen las Hemerotecas españolas de aquel tiempo: por ejemplo, www.lavanguardia.com/hemeroteca o
hemeroteca.abc.es/. Además de los partes de guerra, encontramos los artículos de opinión de los corresponsales (por supuesto, “fieles” a la opinión franquista). Durante la campaña italiana en Grecia, primero defendieron la culpabilidad griega en la invasión; luego, aclamaron los éxitos italianos; más adelante, minimizaron los triunfos griegos y entonaron el “quien ría el último…” y finalmente, cuando la Wehrmacht acudió al rescate, su argumento fue que “los italianos les han desgastado”.

7.- Esto tuvo sus consecuencias más adelante. Badoglio, peor persona que militar (y ya era malo; es uno de los militares con menos dotes y más suerte de todo el siglo XX) guardó rencor a quienes consideró “responsables de su caída” y en Julio de 1943 conspiró con el Rey para derrocar a Mussolini. Cuando firmó el armisticio con los Aliados,-en Septiembre de 1943- y tuvo que huir al Sur con la Casa Real, se preocupó de "olvidar" sobre su mesa, para que lo encontrasen los alemanes, el Manifiesto Cavallero, un documento de adhesión de Cavallero al nuevo régimen del Rey con Badoglio de Jefe de Gobierno. Cavallero se suicidó el 14 de Septiembre de 1943.
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