Qué rápido se aprende a poner cara de poker (y de hipócrita) cuando uno es presidente de un país, aunque en este caso no le quedaba otra al pobre Pedrín; los saudies nos tienen pillados por los güevos: "si no hay bombas no hay barcos, ya si eso ya se los compraremos a otros países con menos escrúpulos" dijeron los árabes. Además son amijos del "campechano" y de su hijo el "preparao" así que sólo queda agachar la cabeza y decir "sí, amo"...

En fin, viva el rey.